La juventud de México se moviliza, va a la Espartaqueada Deportiva

JACOBO CRUZ

Estamos a sólo 4 días de la inauguración de la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional a realizarse del 6 al 14 mayo de 2023 en el municipio de Tecomatlán, Puebla, y en todas las entidades de México se nota la dinámica que ha causado la proximidad del evento en el que podrán competir de manera amistosa al menos unos 8 mil deportistas de distintas edades se medirán en seis disciplinas deportivas distintas.

La justa deportiva del Movimiento Antorchista se realiza desde hace más de dos décadas y en su edición 2023 se concentrarán a deportistas de distintas categorías en las disciplinas de atletismo, natación, basquetbol, futbol, voleibol y beisbol, provenientes de todos los estados del país, para participar durante una semana en la “Atenas de la Mixteca”, como se le conoce también al municipio poblano enclavado en la zona sur del estado.

Al día de hoy los participantes en las pruebas individuales y de equipo se siguen preparando con intensidad  para dar su mayor esfuerzo y capacidad en la competencia nacional más importante de México, evento que se realiza sin apoyo gubernamental, pero con el firme propósito de seguir alentando la mente rápida, ligera, que sea capaz de tomar decisiones y de educar su voluntad, pues nos queda claro que el deportista se templa como una persona serena, calculadora y valiente que no se abate ante las dificultades porque sabe que siempre encontrará la mejor solución a un problema concreto que se le presente.

Uno de los problemas que Antorcha identifica en el deporte oficial es que se ha mercantilizado, que junto con empresas se impulsan y crean estrellas presentadas en espectáculos; donde el estado y la empresa privada se organizan para explotar a los talentos generando inmensas fortunas, pero de lo que se trata es que la gente lo practique de forma cotidiana para brindar a los mexicanos la visión de un mundo mejor con oportunidades de desarrollo para todos.

La popular espartaqueada 2023 será una muestra más de que el pueblo organizado es capaz de conducirse por senderos que le convienen especialmente a sus niños y jóvenes que están en formación, para que los aleje del alcoholismo y drogadicción, vicios que están arrebatando el futuro de la nación.

Y el certamen al que me refiero ya ha reunido entre eliminatorias estatales y regionales por razones de la geografía y con el objetivo de seleccionar a los más competitivos, a 25 mil deportistas de donde se han elegido a los 8 mil mejores que representarán a su estado durante una semana, con el propósito de alentar en el pueblo mexicano el espíritu de superación y de lucha, utilizando como medio al deporte.

Es anhelo de todos los mexicanos el querer vivir, pero también estar en paz para trabajar y llevar el sustento diario a sus familias, por eso el encuentro nacional de Antorcha se convierte en un referente histórico de unidad del pueblo que se niega a vivir en la ignorancia y en el engaño del gobierno federal y el presidente de México, que afirma que todo está bien, cuando la realidad demuestra que no es así.

Tal vez este esfuerzo deportivo sea modesto, pero tiene un alto valor como competencia y más debe ser valorado si se hace con las aportaciones económicas propias y en un clima de seguridad, libertad y fraternidad, características de los eventos que nosotros promovemos.

Con esa confianza es que el representativo del estado que está integrado por 180 zacatecanos de municipios como Jerez, Fresnillo, Trancoso, Villa de Cos y Guadalupe, se siguen preparando para acudir a este emblemático lugar para competir, a la vez que conocerán los avances y desarrollo que se pueden lograr con la organización de la gente, como sucede en Tecomatlán, la cuna de Antorcha Campesina.

A diferencia de las anteriores ediciones, la de este año también será un grito de protesta y denuncia por la violencia que tiene en convulsión social a México, que ha cobrado la vida a dos luchadores sociales antorchistas: Conrado Hernández, Mercedes Martínez y su pequeño hijo, Vladimir, sucedido el pasado 11 de abril en el estado de Guerrero.

A pesar de que se presume que la justicia es pronta, expedita y sin distingos, desde este espacio y oportunidad me sumo a la denuncia de que no es así en este caso, pues han pasado los días y no hay avance en las investigaciones, ni una señal de que se esté haciendo algo para castigar a los culpables del crimen político que se da en medio de la polarización social, de señalamientos y persecución por parte del presidente de México, acciones lamentables que se han repetido por parte de funcionarios, gobernadores y presidentes municipales del partido Morena en todo el país.

Este fin de semana, vamos a la fiesta deportiva y a celebrar la vida en la Espartaqueada, pero también vamos a exigir: ¡Justicia para nuestros muertos!