La Casa de los Perros: Zacatecas violento
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Zacatecas es uno de los estados en donde la pobreza se padece a la vuelta de la esquina. No es necesario ir a Venezuela para que podamos observar a gente que tiene días sin comer, que carece de agua potable, o que con su salario mínimo no puede comprar carne, huevo, leche, por lo que opta mejor por esperar a que sea año electoral para que les den una despensa –obvio con frijol con gorgojo–, para medio pasarla unos tres días.
Después de la euforia electoral regresan a su triste realidad, sí, como esa que hoy escandaliza en Venezuela.
Por supuesto que la pobreza trae consigo familias disfuncionales, abandono de la escuela y nulas oportunidades para el futuro. Un círculo vicioso que muy pocos han logrado romper, y que en la mayoría de los casos termina en violencia en su más pura concepción.
El Instituto para la Economía y la Paz elabora cada año un estudio que denomina Índice de Paz en México, en el último, el del 2015, se informa que el costo de la violencia en Zacatecas –del 2011 hasta el año pasado– fue nada menos que de tres mil 23 millones de pesos. Más o menos la cantidad que los flamantes diputados federales por Zacatecas no supieron defender y ahora no llegarán a la entidad.
Esta millonaria cantidad es producto, según el estudio, de las pérdidas que trae consigo la extorsión, la violación y el homicidio, delitos que en los últimos cuatros años han ido en aumento.
Esta semana, que ya termina mañana, ha vestido otra vez de rojo a Zacatecas con la muerte violenta de 13 personas y el susto de otros más que la libraron. Así, la sociedad fue testigo de ejecuciones y un suicidio que hasta la fiesta patronal de San Antonio, en Guadalupe, empañaron. Ahí, en medio de la algarabía religiosa murió un joven y hubo dos heridos, entre ellos un niño de 12 años. Ni los rezos aliviaron el pánico que se desató al escuchar el silbido de las balas.
También en Guadalupe, pero en la comunidad de Cieneguitas, ejecutaron a otro joven.
Tlaltenango y Zacatecas aportaron también su cuota a las estadísticas con un baleado cada uno. Y para no terminar ahí la cosa apareció otro colgado de un árbol, en la vialidad Arroyo de las Sirenas. Colgado también, pero de un puente, fue localizado un hombre en Teúl de González Ortega, donde además se encontró otro cuerpo de un ejecutado más.
Claro que Calera no podía quedarse atrás, luego de convertirse en un municipio en el que la violencia se ha adueñado de sus calles. Ahí balearon a un joven en la Unidad Deportiva.
El panteón municipal de Enrique Estrada fue escenario de otro hecho violento, luego de que el martes se encontraran cuatro cuerpos, con las manos y pies atados. Estas muertes fueron acompañadas de los consabidos narcomensajes.
Regresando a Guadalupe, los servicios policiales reportaron a otro, sí a otro ejecutado en el fraccionamiento Real de San Ramón. A este hombre lo mataron en su domicilio.
Ayer, un joven de 22 años fue baleado en el crucero que conecta a la Calzada Revolución Mexicana, con la carretera a Sauceda de la Borda. El joven limpiaba parabrisas cuando fue sorprendido por las balas, él corrió con suerte y logró huir hasta llegar a un Centro de Salud, de Guadalupe, en donde fue resguardado por elementos de varias corporaciones policiacas.
En Fresnillo, otro muchacho recibió tres impactos de arma de fuego, tres en el abdomen y un rozón en las costillas del lado izquierdo cuando circulaba por las avenidas Emiliano Zapata y Azteca de la colonia Azteca.
Así, pasada la emoción de las elecciones, la violencia recrudece y ya no hay candidatos a los qué culpar, ni promesas de mejor calidad de vida qué escuchar. Los zacatecanos volvieron a la realidad de un Zacatecas violento.
Confundidos
Carlos Puente Salas, el senador y dirigente nacional del PVEM, dejó en claro que tras la controversia por la aprobación de la llamada #Ley3de3, ni su verde partido, ni los tricolores permitirán que se siga engañando a la sociedad, y sobre todo desinformándola, cuando la iniciativa ciudadana sí se aprobó «y en sus términos”.
Durante la sesión, tanto Puente Salas como el priista José Olvera dieron su voto en contra de que el artículo 29 de la la Ley de Responsabilidades Administrativas estableciera la «máxima publicidad» de las declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses. De haber aprobado este punto, se sabe, la andanada de amparos no se harían esperar. La Constitución protege los datos personales y ahí no hay para dónde hacerse.
No olvidemos que el mismo Senado, el 28 de abril pasado, aprobó con cien votos a favor y tres en contra, la Ley General de Protección de Datos Personales en poder de los sujetos obligados, la segunda norma reglamentaria de la reforma constitucional en materia de transparencia.
En ese entonces, el senador Alejandro Encinas dejó en claro que con esta Ley sólo se podrá compartir con terceros si el titular lo autoriza; mientras que el perredista Zoé Robledo calificó como «una buena ley» la que protege los datos personales.
Ahora se les olvida lo que en abril aprobaron y recurren al doble discurso para confundir.
Por su parte, el senador del PT, Héctor Menchaca, se dedicó todo el día a publicar en su muro de Facebook que los priistas y los del verde eran lo peor del mundo mundial al haberse negado a ampliar la #3de3, pero siempre omitió el hecho de que él no voto. Y no se abstuvo, pues la única que lo hizo fue la corredora convertida en parlamentaria, Ana Gabriela Guevara.
Ante ello, quedó la duda entre los ciudadanos si el joven suplente de David Monreal Ávila se quedó dormido, se fue a su oficina a platicar, andaba en el baño, o simplemente no le pareció importante dar su voto a favor de este #3de3 que, aunque mocha para algunos, es ya un avance en un país en el que la corrupción y la impunidad son los amos y señores. O votar en contra, con valentía.
Con su actuar, nos recordó aquello que dice: «Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca».
Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes
