La Casa de los Perros: Zacatecas, el naufragio laboral de un estado olvidado

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Las cifras publicadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al 31 de enero de 2025 son un duro recordatorio de la creciente brecha entre el desarrollo nacional y el estancamiento de Zacatecas. Y de eso hay culpables que hoy son encubiertos por la nueva gobernanza.

A pesar de las evidencias, en La Casa de los Perros se empeñan en mantener al secretario de Economía, Rodrigo Castañeda Miranda, como funcionario de primer nivel gozando siempre de privilegios cuando, debido a su pésimo desempeño, debería estar fuera de cualquier decisión gubernamental.

Mientras el país celebra un crecimiento anual del 0.8 por ciento en la generación de empleos formales, con 178 mil 139 nuevos puestos y sectores dinámicos como el comercio y los servicios liderando el avance, Zacatecas se hunde en una preocupante espiral de deterioro laboral.

Con una pérdida del 2.8 por ciento de empleos formales en comparación anual, lo que equivale a cinco mil 451 puestos de trabajo menos, el estado se posiciona como la tercera entidad con el mayor retroceso en todo el país, solo por detrás de Campeche (-7.6 por ciento) y Tabasco (-10.7 por ciento).

En términos absolutos, Zacatecas registró un total de 190 mil 620 puestos afiliados al IMSS al cierre de enero de 2025, cifra menor a los 192 mil 266 reportados en diciembre de 2024, representando una caída mensual del -0.85 por ciento.

Esta caída no es un accidente aislado. En enero de 2025, Zacatecas registró la pérdida de mil 646 empleos formales, un golpe que se suma a meses de números rojos: diciembre de 2024 (-1,468 empleos), octubre (-2,838 empleos), julio (-1,450 empleos) y mayo (-1,128 empleos).

Este patrón persistente refleja una crisis estructural, agravada por la falta de estrategias eficaces para revertir la tendencia.

Mientras estados como Hidalgo (4.0 por ciento), Estado de México (3.9 por ciento), Chiapas (3.4 por ciento) y Nuevo León (3.4 por ciento) reportan avances laborales con crecimientos anuales superiores al 3 por ciento, Zacatecas parece atrapado en un círculo vicioso de desinversión y abandono gubernamental.

El contexto nacional contrasta fuertemente con la realidad zacatecana. A nivel país, al cierre de enero de 2025, el IMSS reportó un total de 22 millones 311 mil 546 puestos de trabajo registrados, de los cuales el 86.8 por ciento corresponde a empleos permanentes y el 13.2 por ciento a empleos eventuales.

En comparación mensual, hubo un aumento de 73 mil 167 puestos, lo que representa un crecimiento del 0.3 por ciento.

El salario base promedio de cotización alcanzó un récord histórico de 617 pesos con seis centavos diarios, con un incremento anual del 7.7 por ciento, el quinto más alto de los últimos 23 años para este mes.

Sin embargo, no hay evidencia de que este crecimiento beneficie de manera equitativa a los trabajadores zacatecanos, quienes enfrentan una precarización laboral exacerbada por la falta de empleos formales.

Más empleos en la informalidad significan ingresos más bajos, ausencia de prestaciones y, lo que es peor, la pérdida de acceso a servicios médicos y seguridad social para miles de familias.

Cada empleo formal perdido implica también una menor contribución al tejido económico y social del estado. Menos ingresos significan menos consumo, menos inversión y menos recursos fiscales para impulsar proyectos que detonen el desarrollo.

A nivel sectorial, los sectores de comercio (2.9 por ciento), transportes y comunicaciones (2.6 por ciento), y servicios para empresas (2.0 por ciento) lideraron el crecimiento anual en la generación de empleos.

En contraste, Zacatecas no logró aprovechar estas tendencias positivas.

Mientras en otras regiones se consolidan empleos para trabajadoras del hogar y trabajadores independientes, Zacatecas parece incapaz de sumarse a estas dinámicas.

En enero de 2025, se registraron 64 mil 956 puestos afiliados al IMSS correspondientes a trabajadoras del hogar, con un salario promedio diario de 401 pesos con ocho centavos, y 289 mil 133 puestos relacionados con trabajadores independientes, con un salario promedio de 325 pesos con seis centavos.

Sin embargo, el impacto de estas modalidades es mínimo en un estado donde la pérdida de empleos formales domina el panorama laboral.

La respuesta de las autoridades estatales, hasta ahora, ha sido insuficiente.

Otros estados implementan políticas públicas efectivas para atraer inversiones y fortalecer sus economías locales; pero Zacatecas parece carecer de una visión clara. La inacción y la falta de coordinación con el gobierno federal son un lastre que mantiene al estado anclado al rezago.

Urgen medidas concretas que incentiven el desarrollo de sectores clave, como la minería, el turismo y la agroindustria, al tiempo que se fomente la innovación y la capacitación para fortalecer el mercado laboral local.

El tiempo para actuar se agota. Zacatecas no puede seguir siendo el ejemplo de lo que no debe ocurrir en el ámbito laboral en México.

La generación de empleos de calidad no sólo es una meta deseable, sino una necesidad imperiosa para revertir la marginación que hoy define al estado. Las autoridades deben asumir su responsabilidad y apostar por un cambio de rumbo inmediato. Solo así Zacatecas podrá dejar atrás su lugar como epicentro de la crisis laboral y empezar a construir un futuro más prometedor.

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