La Casa de los Perros: Zacatecas de luto permanente
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Y pues nada, que el inquilino en turno de La Casa de los Perros dio su Primer Informe de Gobierno y, otra vez, prometió, se comprometió, como lo hizo en campaña, a que la paz y la tranquilidad serían su prioridad, aunque claro, esta vez, frente a los legisladores y su gabinete, en primera instancia en el Congreso del Estado, y después ante miles de acarreados, en el Multiforo, jamás volvió a mencionar que si no cumplía se iría.
Pero resulta que, a unas horas del desorganizado evento, cuyo video viral no fue precisamente el del mensaje del gobernador, sino el que un usuario de Facebook hizo de los cientos de camiones estacionados en la Avenida Solidaridad, como una fiel muestra de que nada, absolutamente ha cambiado, tres universitarios fueron arteramente atacados en Calera de Víctor Rosales.
Dos estudiantes de la Unidad Académica de Veterinaria en la Universidad Autónoma de Zacatecas, y uno más que se encuentra herido, tuvieron la mala suerte de toparse con unos maleantes, de los cuales no se sabe nada pues ni siquiera una versión seria del hecho se ha emitido por parte de la oficina de Comunicación Social del Gobierno del Estado y, obviamente, mucho menos se ha dado un adelanto de los avances de la investigación, si es que lo hay.
Y claro que no hubo un pronunciamiento pues los funcionarios, embriagados de soberbia, se dedicaron únicamente a felicitar, vía redes sociales, al gobernador Alejandro Tello Cristerna, «por su informe», como si la rendición de cuentas fuera algo que se tuviera que aplaudir. Eso es una obligación republicana, y punto.
El colmo fue que, hasta el Patronato de la Feria, que encabeza Federico Borrego, utilizó recursos públicos para también agasajar a Tello Cristerna. Definitivamente, ya no hay ni tantita vergüenza.
Hoy, dos familias se encuentran de luto, una de ellas, la del director de Servicios Generales de la Presidencia Municipal de Zacatecas, Miguel Félix Carrillo, padre del joven Luis Daniel, quien se distinguía por ser un buen hijo, amigo y estudiante. También la de Luis Tovar Neri, que estaba a punto de graduarse.
Hoy, a tres días de que Alejandro Tello rindiera su Primer Informe como gobernador de Zacatecas y gritara a los cuatro vientos: “Yo también quiero un Zacatecas en paz”, las muertes reconocidas por la autoridad ascienden a ocho, es decir, un promedio de más de dos muertes diarias entre el viernes y el domingo. Una terrible situación.
Pero ya nada puede sorprender de este gobierno diferente, que no fue capaz siquiera de dedicar un minuto de silencio a las víctimas del terremoto que azotó el centro y sureste del país, ni en el evento en el Congreso ni en el Multiforo, mucho menos, ya sería mucho pedir, respetar los tres días de Luto Nacional que decretó el presidente Enrique Peña Nieto.
Aquí, en Zacatecas, de lo que se trata es de divertirse, de pasarla bien, de festejar un año de trabajo, aunque el fracaso se tenga que cargar a cuestas. Por ello, hasta olvidaron aquella bella postal compartida en Facebook, en donde Alejandro Tello, tras haber tomado protesta como gobernador, departía con su familia en la cocina de la casa de sus padres, compartiendo unas tortas y un refresco.
Esta vez no fue así, para nada, ahora la fiesta fue en La México Gran Cantina, e el corazón de la Fenaza, hasta donde se dieron cita los integrantes del gabinete, y también los “invitados especiales”, cuya cuenta fue pagada por la Dirección de Relaciones Públicas del Gobierno del Estado. Claro que no todos fueron invitados, entre ellos el diputado federal Benjamín Medrano, quien amargamente se quejó del hecho en su muro de Facebook y advirtió: “Jugamos??? El que se lleva se aguanta!!!” (sic).
Convenenciero
Los artistas, como los políticos cuando andan en campaña, son los mejores amigos de los medios de comunicación, pero sólo cuando están en problemas o requieren con urgencia de promoción. El sábado, Julión Álvarez llegó a Zacatecas para estar presente en el Palenque de la Fenaza y en esta ocasión hasta conferencia de prensa ofreció, cosa que cuando se encontraba en la cúspide de su carrera ni de chiste hacía.
Lo único malo fue que sólo habló, como los políticos, de lo que le convino, pues rotundamente se negó a decir de qué manera el Patronato de la Fenaza, el DIF Estatal, o el Gobierno del Estado, que para el caso es lo mismo, le pagarían sus honorarios, luego que sus cuentas fueron congeladas tras pasar a la lista negra de los lavadores de dinero, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
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