La Casa de los Perros: Y sí, Mónica Borrego sigue a la cabeza
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Siempre dicen que la gente habla según le ha ido en la feria, y hoy más que nunca, en estos tiempos de decisión, esto se convierte en algo así como una ley de vida.
Todos recordamos, hace seis años, cuando todas, absolutamente todas las encuestadoras, vaticinaron un triunfo de Enrique Peña Nieto como candidato a la presidencia de la República. Pero fueron los priistas, en primer lugar, abrazados a los del Verde Ecologista, los que más defendieron a las encuestas.
Según Consulta Mitofsky, en junio de 2016, Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN), contaba con una preferencia electoral del 20.8 por ciento; en tanto Andrés Manuel López Obrador, de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, alcanzó los 25.4 por ciento.
En ese entonces, Peña Nieto tenía a su favor a los electores encuestados con un 38.4 por ciento, y en el tricolor aquello era una fiesta que concluyó con el triunfo de su abanderado, en las urnas.
Ahora que la rueda de la fortuna los tiene abajo, son los priistas, en primer lugar, seguidos de los panistas, los que descalifican las encuestas, un día sí, y otro también. Bueno, hasta llegaron a decir que todo se asemejaba a los pronósticos que marcaban una derrota de la Selección Mexicana ante la poderosa Alemania, los cuales, “fallaron”.
En esta ocasión, según también Mitofsky, Ricardo Anaya, de la coalición Por México al frente, anda en el 20 por ciento; José Antonio Meade, de Todos por México, lucha por abandonar el tercer lugar con un 17.7 por ciento, y, en esta ocasión, para su pesar, López Obrador, de Morena, PT y Partido Encuentro Social (PES), cuenta con el 37.7 por ciento.
Claro que las cifras no gustan porque, obviamente, a nadie le gusta saber que los estudios demoscópicos los ponen en una posición de desventaja. Saben que más que las encuestas, lo que cuenta hoy, este 2018, es la percepción de la gente en la calle de que Andrés Manuel López Obrador va a ganar, y de calle. Para ello, habrá que esperar a este 1 de julio, cuando, para bien de unos, y mal de otros, los ciudadanos hablarán en la urna, en la madre de todas las encuestas. Ya sólo faltan cinco días.
Mónica, a la cabeza
Polémica como lo ha sido siempre, la candidata a la diputación local por el Distrito I local, Mónica Borrego Estrada, abanderada de la coalición Juntos haremos historia, se ha mantenido, desde el inicio, a la cabeza de las preferencias electorales en esta capital de Zacatecas. A ella, en esta feria, le ha tocado quedarse arriba en la rueda de la fortuna.
Que si el Tsunami Morena; que si los ataques frontales que ha sufrido de parte de sus contrincantes; que si el inesperado, pero muy efectivo apoyo del ex priista, ex simpatizante de Acción Nacional, y hoy moreno, Genaro Borrego, la cuestión es que, a unas horas del 1 de julio, la diputada con licencia Mónica Borrego se ha mantenido a la cabeza.
Francisco José Muro González, investigador de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la UAZ, levantó también una encuesta en la capital, para determinar la preferencia electoral en el Distrito I, y en ella, la candidata de Morena, PT y PES, durante la primera quincena de junio, se mantuvo firme en el primer lugar.
Y si bien este encuestador, no se sabe por qué extraña razón, decidió dejar fuera de su medición al candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Salvador Llamas, se confirma que la elección del Distrito I será de las más cerradas. Aquí la maquinaria electoral de los partidos, sin duda, jugará un papel fundamental.
Según el estudio levantado el 8 y 9 de junio, por el miembro de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, y ante la pregunta ¿Por quién votaría para diputado local del Distrito I?, los resultados efectivos, es decir eliminando los que por una y otra no declaran, marcan a Mónica Borrego con un 36.13 por ciento de preferencia.
En segundo lugar, reiteramos, sin la presencia en la medición de Salvador Llamas, aparece la priista Lula de la Rosa, quien a pesar de traer en la espalda la enorme carga de representar al partido que en las encuestas tiene el mayor rechazo en la historia, ha avanzado de manera firme. Ella tiene un 29.68 por ciento de preferencia electoral efectiva.
En tercer lugar, quien se sumó de manera sorpresiva, y casi de último minuto a la contienda, Rafael Medina Briones, de la coalición Por Zacatecas al frente, cuenta con 25.17 por ciento de simpatías.
Ya con una participación meramente testimonial están Rosa Reveles, de Nueva Alianza, con el 5.8 por ciento, y José Antonio García, del partido Movimiento Dignidad por Zacatecas, con 3.22 por ciento.
Al rojo vivo en Jerez
En Jerez, las cosas también están al rojo vivo, sobre todo cuando al iniciar el proceso electoral, el PRI, según sus cuentas, tenía en la bolsa algo así como ocho mil votos para hacerse de la alcaldía del Pueblo Mágico, pero al romper su amistad con el PVEM, de un día para otro se quedó con unos seis mil, esto según el histórico de las votaciones.
A estas malas cuentas se suma el hecho de que los recursos con los que normalmente contaban los candidatos del Revolucionario Institucional no fluyeron como se esperaba, sin dejar de lado el desgaste natural que Fernando Uc sufrió a su paso por la Presidencia municipal.
Toño Aceves, de la coalición Por Zacatecas al frente, le apuesta a la fuerza del blanquiazul en esta región del estado, que de todos es conocido, acostumbra a pintar de azul buena parte de la región. Se dice que en esta elección podría alcanzar unos cinco mil votos, que sumados a los que el desgastado Partido de la Revolución Democrática (PRD) y los menos de Movimiento Ciudadano, lo ubicarían peleando con el tricolor, muy de cerca.
El que ha dado la sorpresa, sin duda, es Javier Cabral Hernández, otro al que el Tsunami Morena le trajo buenas nuevas. En esta elección, de los aproximadamente mil 800 votos con los que contaba, ahora entre sumas y restas, podría acercarse peligrosamente a pelear por algo interesante.
Pero nadie debe olvidar a Felipe Salazar, el candidato del PVEM que, picando piedra, pudo revivir y retener una base de votos de alrededor de cinco mil votos, los cuales se mantuvieron ahí, dormidos, desde que fue candidato independiente, cuando solito, por poco arrebata al tricolor, la alcaldía de Jerez.
Las siete semanas de campaña fortalecieron a Felipe Salazar, quien, acompañado siempre de Julia Olguín, candidata a la diputación por el Distrito X, fue el único que logró capitalizar el descontento y desplome de unos y otros. Con un programa de gobierno interesante, el candidato del Verde se manifiesta como la esperanza del líder del Verde, Carlos Puente Salas, de obtener, junto con Cuauhtémoc Calderón Galván, en la capital, gobiernos municipales importantes en la entidad.
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