La Casa de los Perros: ¿Y la paz y la tranquilidad?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Mientras el todavía inquilino de La Casa de los Perros se despedía, literal, con bombos y platillos de la comunidad zacatecana que habita en la Ciudad de México, a quien también les recordó que la ex gobernadora Amalia García Medina fue el mal de todos los males y él, con trabajo y honestidad, logró revertir el deplorable estado en el que recibió Zacatecas; en la entidad la sociedad se mantiene indignada tras el artero asesinato del docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Víctor Manuel Castro Rosales.
Miguel Alonso, que por cierto llegó tarde al Auditorio Nacional, motivo por el cual el concierto comenzó unos 45 minutos tarde, presumió que ahora los zacatecanos que se han quedado acá viven en paz y con tranquilidad, ya que la seguridad es parte de la cotidianeidad.
Pero, la realidad nuevamente le juega una mala pasada al gobernador, y tuvo que ser un hombre bueno, recién graduado con mención honorífica en el Doctorado en Historia, quien con su lamentable asesinato recordó que nada de eso es verdad.
Fue el pasado martes, a eso de las 14:00 horas, es decir, a plena luz del día, cuando a Forrajes y Veterinaria Bocanegral, ubicado en la carretera estatal 181 de Guadalupe, rumbo a Genaro Codina, negocio del docente, llegaron dos hombres que, al no encontrar dinero en la caja, decidieron disparar en dos ocasiones a Castro Rosales y arrancarle la vida.
Fue el propio ex director de Veterinaria, Fernando Aréchiga, quien manifestó su indignación en su cuenta de Facebook, en donde soltó esa verdad que Miguel Alonso trata de ocultar con conciertos y espectaculares: «La inseguridad en este estado de Zacatecas».
Y qué decir de su esposa Maby Medrano: «El día de hoy no tengo palabras para expresar la enorme tristeza que mi corazón guarda, ya que arrebataron de nuestro lado a mi esposo». Una familia destrozada.
La familia, no se quedó atrás, y su hermana Oly Castro escribió: «Un gran día para nuestra familia, juntos nuevamente festejando el doctorado de mi hermano Víctor Manuel Castro Rosales, y hoy llorando su partida, no existe el temor a Dios con el infame que le arrancó la vida, a dónde hemos llegado, Dios no nos sueltes de tu mano te pido fortaleza para los que nos quedamos y la gloria para él que se encuentra a tu lado». El dolor que no se alivia con discursos huecos.
Los amigos también hicieron eco, aquí el post de Jánea Estrada: «…Fue un ser humano comprometido con su comunidad, un ciudadano responsable que creyó en la educación, en la familia, en la amistad. Ayer platicaba con entusiasmo sobre la posible publicación de su trabajo de investigación, llevaba de la mano a su pequeña hija. Hoy, la noticia es que ha sido víctima de la delincuencia en Zacatecas. Tenía 36 años».
Y Waldo Ortiz Acuña lo resumió así: «Siento coraje, indignación y frustración de ver como nuestra realidad choca de frente contra cientos de miles de spots publicitarios con los que, el gobierno pretende manipular la percepción!!!».
Hoy, los zacatecanos quisieran que todo lo que su gobernante grita y que le es festejado por los diputados de su partido, el PRI, quienes hasta felicitan a los funcionarios por su magnífico desempeño y la felicidad que dejarán como herencia, fuera verdad, y que el temor y miedo que, nos han dicho, sentíamos cuando la perredista García Medina gobernaba, sinceramente se hubieran ido con ella. Pero no, no es así.
Garrafal
El inquilino, sí, todavía inquilino de La Casa de los Perros, a pesar de la parafernalia que su equipo organizó para la presentación de la Banda Sinfónica, no le redituó como esperaba, El aplausómetro definitivamente favoreció sólo a dos: Salvador García y Ortega y al cantante Pepe Aguilar, aunque su actuación se limitara a cuatro canciones.
Los miles de asistentes al Auditorio Nacional se mostraron fríos a la presencia de Miguel Alonso. Y también del secretario de Cultural, Rafael Tovar y Teresa, que sin empacho además de llegar también tarde a la audición, confundió al director de la Banda con el secretario de Administración, Fernando Soto Acosta. Quién sabe en qué estaría pensando él, o quien le maneja su cuenta, cuando lanzó un tuit con un error garrafal para quien se supone tiene entre las manos algo tan simple como el nombre de quien dirige el concierto en el que está presente. Y después peor, que el gobernador electo Alejandro Tello le haya dado retuit.
Las Golondrinas
A los músicos no se les puede escatimar nada, son unos artistas en toda la expresión de la palabra, por ello muy merecido el que les abrieran las puertas del Auditorio Nacional. Para ellos, el reconocimiento total.
Y la Banda Sinfónica, fiel acompañante del gobernador, correspondió interpretando al final Las Golondrinas. El adiós a la vuelta de la esquina.
Lo que sí llamó la atención de los asistentes, tanto al Auditorio Nacional, como al Lunario, fue la frialdad con la que se trataron Miguel Alonso y Alejandro Tello. El gobernador electo optó por ocupar una mesa del rincón, y hacerse acompañar del delegado del PRI en Zacatecas, Luis Antonio Muñoz Mosqueda y, claro está, de su esposa, Cristina, con la que llegó a la sede del evento en su vehículo particular. Sin mayores aspavientos. Ella, con toda la actitud.
Por su parte, Miguel Alonso se placeó mesa por mesa saludando de la mano, sí, de la mano, a los invitados, acompañado en todo momento de Hans Alejandro Reyes Smith, una de las herencias que, dicen algunos, dejará a Tello Cristerna y que este deberá aceptar sin chistar.
La Secturz
El que también aprovechó la ocasión para despedirse fue Pedro Inguanzo, pues dijeron en el Lunario, cercanísimos colaboradores, el proceso de entrega-recepción ha iniciado en forma, y Bárbara Romo, otra herencia de Miguel Alonso al nuevo gobierno, ha tomado ya el mando.
Nos vemos el lunes
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