La Casa de los Perros: Investigación imparcial
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Hasta hoy, y a unos días de cumplir cuatro meses de que seis diferentes denuncias en contra de la actuación de Guadalupe Álvarez García, quien labora al frente de la Casa Hogar para Jóvenes de Zacatecas, llegaran a la oficina de la presidenta honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo de la Familia (SEDIF), Cristina Rodríguez Pacheco, lo único que hay son excusas, una denunciante despedida y cuatro más transferidas a otras dependencias.
Mucho se ha hablado del audio que esta columna dio a conocer, en el cual se escucha a la directora ordenar bañar con «agua con hielos» a una pequeña de 10 años. Guadalupe Álvarez asegura que se trato de una expresión coloquial, algo así como aquello de que «si no obedeces ‘te comerá el Coco'». Pero de que sembró entre los ciudadanos la duda, lo hizo.
Por parte del Gobierno del Estado, el SEDIF y la propia funcionaria de la Casa Hogar, se ha dicho que es un asunto de una ex empleada resentida porque fue despedida, aunque los motivo de dicho cese no se han dado a conocer. Pero lo que no comentan es que no fue una, sino seis las actas de hechos que ante Rosa Elena García González, encargada de asuntos laborales del SUTSEMOP, se levantaron para después ser presentadas de manera formal.
Pasada la medianoche del 20 de enero, a través de un comunicado de prensa, el número 101, se informó «que preocupados por no dejar duda alguna del buen trato que se brinda a los niños, niñas y adolescentes, hemos solicitado la visita y evaluación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), la valoración psicológica por especialistas de la Unidad Académica de Psicología de la UAZ, así como una inspección de la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia».
Y además, el jueves 26, durante el Primer Informe de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), Luz Domínguez, el gobernador Alejandro Tello Cristerna «solicitó de manera respetuosa» a los consejeros estatales, el resultado de la investigación realizada respecto del presunto hecho de maltrato infantil ocurrido en una Casa Hogar dependiente del SEDIF, a fin de «actuar en consecuencia».
Después, en una entrevista colectiva, el inquilino de La Casa de los Perros, reconoció que la de Guadalupe Álvarez fue una expresión «sumamente desafortunada», pero no perdió oportunidad para pedir «no crucificar» a la hermana de la directora jurídica del SEDIF, Cristina Álvarez, quien a su vez es novia de José Manuel Contreras Santoyo, subprocurador de Derechos Humanos y Atención a Víctimas de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Y además, ambas funcionarias, Guadalupe y Cristina, son hijas de Carlos Álvarez Rodríguez, encargado de recepción y asistencia en la CDHEZ.
Pero una cosa sí hizo Tello Cristerna, reveló en esa entrevista colectiva que tras las investigaciones que comenzaron a raíz de la denuncia pública «se detectaron algunas deficiencias en temas delicados con los jóvenes». Sin mayores detalles.
Hasta el momento, eso se debe aclarar, ninguna de la seis mujeres que presentaron las quejas en contra de la directora de la Casa Hogar: la ex empleada, las cuatro transferidas a otras dependencias y una más que aún permanece laborando con los menores, no han sido entrevistadas, a pesar de haber sido ellas quienes prendieron las alertas.
Hoy, una de ellas, la empleada despedida, quien tuvo el valor de denunciar, como siempre se ha pedido que se haga, como se solicita la ciudadanía que sin miedo a represalias dé a conocer las irregularidades, se encuentra en una situación económica muy difícil. Seguramente, cuando esté nuevamente en una situación similar, no lo volverá a hacer.
Las demás trabajadoras están temerosas de perder su trabajo igualmente. Lo que ni aquí, ni en ningún lugar del país debería suceder.
Hoy publicamos las denuncias que están en nuestro poder, obviamente cubriendo los datos de las trabajadoras, con la única intención de que los lectores sepan que no se trata del caso de una ex empleada resentida. Tampoco juzgamos ni sentenciamos a la directora Guadalupe Álvarez, no es nuestro papel. Pero sí esperamos, como muchos más, que las investigaciones lleguen al fondo y se haga justicia. Por el bien de los albergados en la Casa Hogar para Jóvenes de Zacatecas.
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