La Casa de los Perros: ¿Un error de dedo o un horror político?

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Arturo Nahle García no sólo es el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas (TSJEZ). No es únicamente el hermano de una de las corcholatas consentidas de Andrés Manuel López Obrador.

¡No!

Arturo Nahle es uno de los políticos más brillantes de Zacatecas. Cuando el exprocurador y exsecretario de Gobierno comienza a hablar son muchos, pero muchos, los que prefieren hacer mutis o quedarse en mute.

Hoy, como cabeza del Poder Judicial, a quien por cierto ni la secretaria general, Gabriela Pinedo Morales, ni el secretario particular del inquilino de La Casa de los Perros, alguien de apellido Casas, le contestan las llamadas, no se anduvo por las ramas y puso los puntos sobre las íes. Y bien puestos.

Entrevistado por el periodista Francisco Esparza Acevedo, el magistrado resumió el Paquete Económico 2022 así: Debe tratarse de un error de dedo el que, en tiempos de colgados, desmembrados, decapitados y de bolsas de plástico negro regadas en las calles, sea ignorada la demanda ciudadana de seguridad y justicia.

Eso sí, dejó bien claro que todo debe ser un error de dedo, «una pendejada de una mecanógrafa a la que hay que correr», porque de lo contario sería un error político o… un horror.

El pírrico incremento a la Secretaría de Seguridad, y el recorte de 41 millones a la Fiscalía General de Justicia y, sobre todo, al Poder Judicial, resulta inexplicable cuando, ante la cantaleta de no hay dinero, no hay dinero, no hay dinero, el Paquete Económico presenta un aumento de poco más de tres mil 500 millones de pesos.

La lógica indica que, si hay un incremento en el dinero que ingresará a Zacatecas, todas, pero todas las dependencias del estado deberían, por lo menos, mantener el mismo presupuesto que el año fiscal que está por concluir.

De hecho, lo señaló Nahle García, hoy los recursos alcanzan “no para bajarle a nadie, sino para subirle a todo mundo”.

El criterio de “subirles a unos y bajarles a otros” resulta, además, incomprensible. Y así lo explicó: la Defensoría Pública, la que se dedica a defender a los presuntos delincuentes que traen asolado a Zacatecas, presenta un presupuesto con un alza del 123 por ciento. Mientras que a educación le alcanzó apenas para un 4 por ciento.

Y no hablemos de la Ciencia y Tecnología, del Instituto de la Juventud, de la Secretaría de la Mujer, para ellos menos. Mucho menos. Como también a la baja la todavía Secretaría del Migrante, la que atiende a los paisanos que hoy se han convertido en el sustento no sólo de los zacatecanos, sino de todos los mexicanos.

Como lo señalábamos en la entrega de ayer, para seguridad pública el aumento es del 33 por ciento, para la salud, en tiempos de una pandemia que olvidan para encender adornos navideños, sólo 5.7 por ciento. Pero para repartir despensas ¡ah! Para eso sí hay, y bien. Vaya con alegría un incremento del 151.5 por ciento. ¡Qué viva la abundancia!

En contraparte se deja en el abandono a las instituciones encargadas de castigar “el mundo de delitos que a diario se cometen en el estado”.

Cierro en octubre

Arturo Nahle se dijo confiado en que, tras la reunión que sostuvo con David Monreal Ávila en La Casa de los Perros, las cosas cambien para bien en el Poder Judicial porque como pintan las cosas, la reducción de aproximadamente 35 millones de pesos no deja recursos suficientes ni siquiera para la nómina y el elemental gasto operativo.

Los 73 juzgados en todo el estado que reciben todos los días las consecuencias de la guerra entre cárteles quedarán en el abandono. Además de que no habrá para papelería, para pagar el agua, la energía eléctrica, la gasolina, las rentas, el teléfono…

El llamado gasto reductible, que según la ley se debe respetar sí o sí, queda vulnerado con la propuesta del Poder Ejecutivo. Son mil 113 trabajadores, léase jueces, actuarios, proyectistas, intendentes y magistrados los que ven en riesgo su salario y prestaciones de ley.

En el tintero se quedan los cuatro proyectos que Arturo Nahle presentó al momento de entregar su presupuesto anual.

Recursos para darle una pintadita por lo menos a los 73 juzgados que, en su mayoría, ya se encuentran en condiciones lamentables. Y Nahle García lo sabe, porque los ha recorrido todos.

La urgencia de renovar el parque vehicular de 90 vehículos compactos de cuatro cilindros que tienen más de 10 años de antigüedad que ya son una chatarra y, por ello, cuando se necesita acudir a una diligencia, son los propios trabajadores los que ponen sus automóviles.

Eso sí, hay que aclarar, se pidió renovar por lo menos 40, pero la respuesta fue: no hay dinero.

Hoy, la justicia ya se imparte en línea, pero el Poder Judicial en Zacatecas tiene 640 equipos de informática de la era cuaternaria. Algunas computadoras en los juzgados ni ventilador tienen.

Y el último proyecto: Construir el Archivo del Poder Judicial que hoy se encuentra en una bodega rentada llena de murciélagos que tiene un costo de 60 millones. Se pidieron 20 para una primera etapa. Pero se dijo que no, que no hay dinero.

El Poder Judicial tiene para este 2021 un presupuesto de 585 millones de pesos, que por cierto a un mes de concluir el año, no se han entregado al cien por ciento. La propuesta fue de incrementarlo a 608 millones de pesos, para cumplir además con el incremento anual al salario que aprobó el exgobernador Alejandro Tello Cristerna. La propuesta presentada a los diputados llegó por el orden de los 550 millones de pesos.

Dice el magistrado presidente del TSJEZ que tiene confianza plena y total en el gobernador y en los diputados que, seguramente, corregirán ese error de dedo.

Habrá que esperar.

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