La Casa de los Perros: Transparencia que enroncha
CLAUDIA G. VALDÉS DIAZ
Cuando, con el impulso de la sociedad civil, vio la luz la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, los primeros en poner trabas fueron los funcionarios de todos los niveles de gobierno que desgraciadamente hasta hoy se sienten dueños y amos de lo que a los ciudadanos les pertenece.
Acostumbrados a hacer su santa voluntad, desde los regidores, hasta el presidente de la República, pasando obviamente por los Sindicatos, Partidos Políticos y los gobernadores, tienen aún la idea de que pueden ocultar, tergiversar, reservar y mentir sobre la forma en que hacen uso de los recursos públicos.
Pero gracias al trabajo diario de los órganos garantes de este derecho, eso cada vez es más difícil, pues los ciudadanos están conscientes de que a través de una solicitud de información pueden preguntar con la certeza de que su petición será respondida. También saben que los sujetos obligados tienen justamente la condición de tener un portal de Internet en donde, les guste o no, deben tener todo transparentado.
Hoy, a pesar de todos, y de todo, la comisionada presidenta del IZAI, Norma Julieta del Río Venegas, rendirá su primer informe de actividades en el Centro Platero, en punto de las 10:30 horas. Evento en el que los ciudadanos son los invitados especiales.
Ella estará acompañada por el comisionado del INAI, Eugenio Monterrey Chepov, quien llega a Zacatecas a otorgarle todo el respaldo para que continúe con su tarea como lo ha hecho hasta hoy, de manera cabal y responsable.
También la arroparán Yolli García Alvarez, coordinadora nacional de los órganos garantes y al menos 15 comisionados de igual número de estados.
Y para desgracia de quienes se enronchan cuando escuchan la palabra transparencia, aunque comúnmente la agarren de bandera a la hora de andar en campaña, estarán los representantes de los medios de comunicación en la entidad, quienes han encontrado en el IZAI, y sus tres comisionados, Raquel Velasco Macías, José Antonio de la Torre Dueñas, y la propia Julieta del Río, a sus mejores aliados cuando se trata de encontrar lo que otros quieren ocultar.
Durante el evento serán revelados los datos duros, esos que no les agradan a algunos sujetos obligados, pero que los ciudadanos necesitan saber. Se dará cuenta de resultados, no de promesas, pero también de compromisos firmes que se deben cumplir por ley, no por capricho o alguna ocurrencia.
Sin lugar a dudas, el que promete ser el evento de la semana, y que será transmitido en vivo, vía redes sociales —lasnoticiasya lo hará desde su plataforma de Facebook–, no se lo debe perder nadie, porque no debemos olvidar que la opacidad no abona en nada a la construcción de una sociedad democrática, y por ello, como ciudadanos responsables, tenemos que tener siempre en la mira a quienes manejan ese dinero que vía impuestos, todos aportamos.
Pena ajena
Ahora resulta que las ciudades patrimonio reconocidas por la Unesco: Zacatecas, Xochimilco y Querétaro deberán devolver al Gobierno Federal, los 15 millones de pesos que no ejercieron en el 2016 para conservar su denominación internacional.
Los vergonzosos pretextos son que hubo cambios de administración o que simple y sencillamente no entregaron proyectos, lo que en verdad es una burla para los habitantes de estas ciudades.
Según informó la diputada federal Rosalinda Muñoz Sánchez, al periódico La Crónica, se tratará de retomar las propuestas y ver si existe la oportunidad de aplicarlos, pero lo más probable es que estos 15 millones de pesos que le correspondían a cada una de estas ciudades se perderán. Como si el horno estuviera para bollos.
En el caso de Zacatecas, el dinero debía ser invertido en la mejora, preservación y conservación del atractivo cultural que hizo que la Unesco fijara la denominación ciudad patrimonio, como lo son las construcciones de cantera rosa y la traza colonial del Centro Histórico de Zacatecas.
De hecho las cosas se hicieron tan mal, que el dinero ni siquiera llegó a Zacatecas y está ahí sin utilizarse.
Se quedaron con las ganas
Luego de ser severamente regañados, a los ambiciosos regidores de Guadalupe que se querían embolsar más de 80 mil pesos al mes, en estos tiempos de austeridad, no les quedó de otra que agachar la cabeza y aceptar que en la sesión de Cabildo no se tratara, por ningún motivo, el tema de su bono.
Así, desapareció del orden del día el punto número ocho para dejar en stand by el que de forma legal reciban 50 mil pesos mensuales para «apoyo de gestión», más su dieta de 37 mil pesos.
La duda, sin embargo queda en el hecho de que los ediles de Guadalupe ya recibieron ese recurso durante los cuatro últimos meses del 2016, y ahora tendrá que entrar al quite el contralor municipal, Carlos Salmón, para que se rindan cuentas sobre ese recurso y, como debe ser, lo devuelvan.
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