La Casa de los Perros: Que se pongan a trabajar
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Cuando los jóvenes normalistas de San Marcos hacen su presencia en esta capital, siempre, sin excepción, sale a relucir la falta de coordinación y el nulo trabajo de las instancias encargadas precisamente de atender a este sector de la población.
Las pésimas condiciones en las que viven y estudian estos jóvenes, sector al que supuestamente se enfocan las estrategias de prevención del crimen y la violencia, nunca han podido ser subsanadas. Por eso los chicos tiene que tomar las calles.
Y claro, en lugar de que el gobierno y sus autoridades enfoquen sus energías en resolver esta añeja problemática se dedican a descalificarlos.
Por ello, no es raro leer en los diarios impresos, en los noticiarios televisivos y radiales, así como en los portales de noticias y las redes sociales, cómo se resalta el “caos” vial que los jóvenes ocasionaron en su manifestación.
Ellos tienen derecho a quejarse y lo hacen. Muchos otros mejor callan y sólo alzan la voz cuando sus intereses personales y muy particulares les son afectados.
Ahí nos encontramos a los integrantes del gremio de la construcción. Ellos, en privado, se quejaron una y mil veces de ser objeto de los moches que exigía el hermano del ex gobernador Miguel Alonso Reyes, el florista Juan Alonso. Cuando se les pidió denunciar, callaron.
Después, ofrecieron su apoyo incondicional al actual inquilino de La Casa de los Perros, obviamente con la esperanza de recibir jugosos contratos. Algunos los obtuvieron y, entonces, ante la incontenible ola de violencia que padece Zacatecas, otra vez, callaron.
Cuando las familias de los zacatecanos desaparecidos pidieron apoyo para manifestarse cada domingo por las calles del Centro Histórico, ellos, los empresarios de la construcción sí, volvieron a guardar silencio.
Hoy, que uno de sus asociados ha sido secuestrado, levantan la voz
Y así, en medio de este caos, salen a relucir los funcionarios de escritorio que sólo asoman la cabeza cuando las campañas se acercan.
Un vivo ejemplo fue el subsecretario de concertación política, Julio César Chávez Padilla, quien como los sanmarqueños se manifestaron en sábado, y para los políticos es día de promoción personal, se dedicó a promover su imagen con la única finalidad de cumplir su sueño guajiro de ser alcalde de Guadalupe.
A este muchachito, cómo a otros integrantes del gabinete gubernamental, los zacatecanos lo quieren ver desquitando el sueldo que devenga como funcionario público, cosa que hasta les fecha no ha conseguido.
Es un nuevo año, a Alejandro Tello sólo le restan tres… y un poco más, y ha llegado el momento de que, para bien de Zacatecas, se sienta ese manotazo urgente para que sus colaboradores se pongan, de verdad, a trabajar diferente por Zacatecas.
En caballo de Hacienda
Quien ha logrado conseguir los apoyos necesarios para consolidar su candidatura a la alcaldía de Zacatecas, es el panista Arturo López de Lara, quien va en caballo de Hacienda no sólo para encabezar la coalición Por Zacatecas al Frente, sino alzarse con el triunfo en la elección del 1 de julio.
Y es que en la tienda de enfrente, la de Juntos haremos historia, los pleitos entre Cuauhtémoc Calderón y Ulises Mejía, no dejarán nada bueno ni para Morena, ni para el Partido Encuentro Social ni para el Partido del Trabajo.
Y en la otra, la coalición del PRI y PVEM, siguen cegados en otorgarle la candidatura a Marcos Ibarra, el único con trabajo, gestión y simpatías para hacerle la competencia al panista López de Lara.
Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes
