La Casa de los Perros: Puro show
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los diputados de la LXII Legislatura tienen por afición citar a los funcionarios del gabinete gubernamental y de organismos autónomos a comparecer, y si bien esta acción coadyuva a que la sociedad pueda estar informada del actuar de dichos servidores públicos, la verdad es que pareciera que este ejercicio ya se tomó como chacoteo.
Actualmente, y luego del escándalo suscitado por la nómina secreta, están pendientes de fecha las comparecencias de la secretaria de la Función Pública, Paula Rey Ortiz Medina; así como la del secretario de Administración, Jorge Luis Pedroza Ochoa, a la cual se suma también la que podría protagonizar la presidenta del IZAI, Julieta del Río Venegas.
Pero resulta que el tiempo pasa y los diputados no terminan por concluir el trámite, con la esperanza de que se borre de la memoria de los zacatecanos, esa lista de funcionarios que con singular alegría recibían quincena tras quincena, o mes con mes, no se sabe, sus jugosos bonos «de productividad».
Y si bien, al que tendrían que llamar a comparecer con carácter de urgente es al secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro, verdadero causante de la desinformación que rodea esta nada despreciable compensación, lo cierto es que pasarán los días y quizás las semanas antes de que la sociedad se pueda enterar, a ciencia cierta, qué pasó con este bono y los aviadores de primera clase que lo recibían y, al parecer, siguen recibiendo.
Lo que sí se debe resaltar es que, a diferencia del tortuguismo que se vive al interior de la LXII Legislatura, en la Procuraduría de Justicia del Estado de Zacatecas, que dirige Francisco Murillo Ruiseco, las investigaciones en torno a las denuncias que presentara Morena sobre el caso, avanzan a pasos agigantados. En dicha instancia, no hay día en que no se llame a citar a los involucrados para que expliquen todo lo que alrededor de ese CD misterioso se sabe.
Ojalá pronto Murillo Ruiseco dé a conocer los resultados y desenmascare al funcionario que con dolo, no hizo bien su trabajo con el único fin de engañar no sólo a los ciudadanos que solicitaron la información, sino a la sociedad entera que exige ya un actuar diferente.
Afectados
Un grupo de ciudadanos de San José de Lourdes, en Fresnillo, pasó por alto el hecho de que el inquilino de La Casa de los Perros estuviera de cumpleaños y dejando a un lado los protocolos en las acartonadas ceremonias gubernamentales, le manifestaron su inconformidad luego de que autoridades de la Sedesol, dijeron, los engañaron y por ello desde el 2015, siguen esperando su pie de casa.
Son unos 200 los afectados quienes habrían aportado 12 mil pesos, pues recibirían 18 mil en material de construcción y pues es el día que nada de nada. Así que ellos, en lugar de cantarle Las Mañanitas, le pidieron a Alejandro Tello Cristerna que alguien se ponga a trabaje y les ayude.
Negligencia
Cada año, la Coordinación Nacional de Bibliotecas organizan en Zacatecas, el curso de preparación a los bibliotecarios para que enfrenten lo más capacitados posible, el programa Mis vacaciones en la biblioteca, pero resulta que el Gobierno Municipal de Fresnillo les negó el apoyo a siete trabajadoras para que acudieran a esta capital al señalado curso.
Y fue Claudia Imelda Marmolejo, coordinadora de Enlace Institucional, y para colmo presidenta de la Organismo Nacional de Mujeres Priístas (ONMPRI) en Zacatecas, quien tajante dijo que si las bibliotecarias querían ir «que les costara».
José Ricardo Torres Gallegos, coordinador de Bibliotecas en El Mineral, saltó de inmediato y le espetó que Carmelita, la aplicada bibliotecaria de Ábrego, de ninguna manera podía hacer siquiera el viaje diario a Zacatecas, ya que el traslado implica unas tres horas de viaje, mínimo.
Y justamente porque esta servidora pública se ha distinguido por su empeño –atiende una biblioteca donde no hay electrificación y a la cual llega todas las mañanas cargando una cubeta, porque tampoco hay servicio de agua potable–, el coordinador estatal de Bibliotecas, Simitrio Quezada, ya le había reservado un espacio en el Hotel El Parador, pero la priista dijo que para ella, ningún apoyo.
Claudia Marmolejo sin empacho le dijo a José Torres: «Si te interesa tanto Carmelita, pues alójala esos días en tu casa» (es decir, en la cabecera de Fresnillo).
El alcalde, José Haro de la Torre, dijo que ni enterado estaba del tema, pero que tomaría cartas en el asunto, aunque no dijo para cuándo sería eso, sobre todo si se toma en cuenta que el curso inició el martes y concluye este viernes.
Cabe destacar que la Dirección General de Bibliotecas paga siete habitaciones para 14 bibliotecarias y una más para los dos instructores que vienen de la Ciudad de México, a quienes, por cierto, por primera vez en 31 años, el coordinador de bibliotecas fue al aeropuerto a recibirlos. Ni esas atenciones había antes.
Simitrio Quezada, quien dicha sea la verdad, es el único funcionario de este Gobierno Diferente que trabaja, manifestó que el interés es que la calidad de los talleres en la ciudad de Zacatecas sea la misma que se ofrece en la más humilde biblioteca, como la de Ábrego, por ejemplo, en donde a las 18:30 o 19:00 horas deben despedir a los niños porque ya no se ve nada.
Por lo pronto, gracias a la negligencia de la funcionaria priista, solo dos bibliotecarios de Fresnillo son los que acuden a este curso, quienes realizan el viaje de ida y vuelta, con sus propios recursos; se quedaron sin asistir las bibliotecarias de San José de Lourdes, El Mezquite, Ábrego y dos de la cabecera municipal.
Lástima que en Fresnillo, para lo único que hay recursos sea para mariachis.
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