La Casa de los Perros: Perredistas al ataque

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

1 arturo ortiz mendezLa elección del  pasado 5 de junio significó para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) un descalabro del que le costará mucho levantarse.

La llegada de Pedro de León Mojarro al sol azteca, para disputarle a Rafael Flores Mendoza la candidatura, fragmentó al partido al grado que cada militante tomó un camino diferente. Unos se marcharon con De León Mojarro para apoyar al tricolor, y con él a Alejandro Tello, para que alcanzara la gubernatura. Ellos fueron ganones y tendrán, seguramente, su recompensa.

Hubo otros que prefirieron seguir el camino de la izquierda y optaron por la opción que significó Morena, y con ello David Monreal Ávila. A ellos no les alcanzó.

Otros más, a pesar de saber que las posibilidades eran nulas, se quedaron con Rafael Flores, quien conservó ese tercer lugar que siempre tuvo, aunque con el voto dividido que promovió llevó a su hermano Enrique, a la alcaldía de Guadalupe con la bandera de los tres colores.

A toro pasado, y a unos días de que el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas (TJEEZ) resuelva las quejas que rondan la elección a gobernador, y que, posiblemente, el 15 de julio reciba Tello Cristerna su constancia definitiva como gobernador, en el PRD siguen lamiendo sus heridas.

Algunos reconocen hoy que Pedro de León sí hubiera dado una verdadera batalla y se arrepienten, como hace seis años, cuando le hicieron el feo por mandato expreso de la hoy diputada federal de Movimiento Ciudadano, Claudia Corichi García, al todavía inquilino de La Casa de los Perros.

Por eso agachan la cabeza y, con el impulso de una operación cicatriz emprendida por el dirigente estatal Arturo Ortiz Méndez, regresan poco a poco al redil, a la casa que, mal que bien, quieren y extrañan. ¿O será porque en la otra, a la que se fueron a ciegas, los corrieron?

La cuestión es que ahora, la lucha que enfrentan los perredistas nuevamente tiene como artillero al diputado local Rafael Flores, quien de la mano de otro legislador, Iván de Santiago, pugna por todos los medios, y valiéndose de cualquier artimaña, para que Ortiz Méndez deje ya la dirigencia estatal del sol azteca.

Pero, el hecho de que Agustín Basave haya abandonado cansado –desde un principio llegó así– la presidencia nacional interina del PRD, no quiere decir necesariamente que ninguno de los líderes en los estados, incluido Arturo Ortiz, tengan que seguir su camino.

Carlos Navarrete fue elegido presidente hasta el 2017, pero su fuerza se mermó y huyó. Llegó entonces Agustín Basave, quien quería que le dijeran que sí a todo lo que proponía, como si en el PRD eso fuera cosa fácil, y al final terminó huyendo también. Hoy, Beatriz Mújica toma las riendas.

En Zacatecas, les guste a unos y a otros no, Arturo Ortiz ha aguantado tormentas, críticas feroces y una crisis económica que tiene al partido ahogado en deudas y pagando multa tras multa a los órganos electorales. Y por ello, no renunciará, no tiene por qué hacerlo. Él no huirá y se quedará hasta el 2017, así Rafael Flores, Iván de Santiago y sus huestes se pongan de cabeza.

Por lo pronto, en las regiones de Villanueva, Huanusco, Villa de Cos y Zacatecas, las reuniones con los comités municipales son cosa de todos los días, y ahí, el apoyo que ha recibido Ortiz Méndez deja ver que tranquilamente se quedará. Y como se dijo en la última reunión en la sede perredista, quien quiera renunciar que lo haga, pero solo, sin llevarse a nadie entre los pies. Tiempo de decisiones.

Simplista

Para el gobernador Miguel Alonso, la idea de que la elección en la capital de Zacatecas se anuló por órdenes de él, y no por un mandato de la ley que hizo valer el TJEEZ es una visión «simplista» que, dejó en claro ayer, no está dispuesto a polemizar.

Alonso Reyes dejó en claro que todos, sin excepción, deben estar sujetos al mandato de las normas jurídico-electoral, de ahí que si los magistrados tomaron esa decisión pues hay que acatarla, aunque dijo, y bien, Morena y Soledad Luévano todavía tienen instancias en las que se pueden defender. Y lo harán.

Pero por lo pronto, él quiere dejar claro que no tuvo ninguna injerencia en el proceso electoral, y que si hubo carretadas de dinero, intervención de un sinnúmero de mexiquenses comandados por la hoy presidenta interina del Revolucionario Institucional, Carolina Monroy, y una abierta participación de la policía estatal, ministerial y municipal, él tiene las manos limpias. Si alguien lo duda, pues que lo pruebe y ya.

Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes

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