La Casa de los Perros: Otra vez, sin oficio político
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Con bombo y platillo, el director del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez), Rafael Sánchez Andrade, anunció un reordenamiento al interior de la institución educativa, el cual traería consigo un ahorro superior a los 11 millones de pesos. Pero al parecer, como se ha hecho costumbre en este gobierno, no le contó de ello ni a su almohada y se olvidó de que hay decisiones que siempre es mejor platicarlas, dialogarlas, consensuarlas.
Y pues como no lo hizo, más tardos que perezosos, los integrantes del Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Supdacobaez), que encabeza Gerardo García Murillo, pues ya se inconformó y lo calificó de una farsa hecha y derecha.
Por eso, denuncian, armó algo así como un equipo colegiado en el que, lápiz y goma en mano, quitaron y pusieron números y nombres de acuerdo a las necesidades, gustos y humor del momento. Al Sindicato, obviamente, no lo convidaron a esa reunión.
Pero resulta que al disminuir el salario de unos cien trabajadores, a quienes desde la primera quincena de febrero las cuentas ya no les salieron, ahora alegan, al parecer con justa razón, una flagrante violación a derechos laborales adquiridos, en algunos casos, desde hace más de 10 años.
Este «abuso de autoridad» del que acusan a Sánchez Andrade, ahora traerá más problemas a este subsistema que parece no ver la suya. Y es que mientras los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas, por ejemplo, alegaron que bajarse el sueldo sería un acto de inconstitucionalidad, por mucha austeridad que se les exija; y hasta el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Benito Nacif, impugnó ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que le quisieran reducir un 10 por ciento de su salario, para los trabajadores del Cobaez esto parece no aplicar. La justicia y sus niveles.
El propio García Murillo recalca que al no mediar ninguna resolución judicial o de alguna autoridad del trabajo, esta acción «arbitraria e ilegal» alcanzó a afectar a varios trabajadores con más de 20 años de antigüedad.
Pero al parecer la cosa no paró ahí, pues los afiliados al Supdacobaez aseguran que el director los amenazó, como siempre hacen los patrones: O aceptas o te vas, y pues como la crisis económica no está para orgullos, los trabajadores hasta habrían firmado documentos para jamás participar en cuestiones sindicales.
El Sindicato denunció además que si bien se eliminaron algunos cargos que según la autoridad ni servían para nada, en contraparte creó otros sólo que con diferente nombre de puesto y obviamente de titular.
Y como si el horno no estuviera para más bollos en Zacatecas, pues sí, ahora el Supdacobaez emprenderá acciones legales en contra de las medidas unilaterales de Rafael Sánchez, y volveremos al cuento de nunca acabar, y todo por no hacer las cosas por el camino correcto.
Si Rafael Sánchez tomó esas decisiones por mandato de la Junta de Gobierno del Colegio, pues ahora deberá mostrar las versiones estenográficas de la reunión –que por cierto son públicas–, informar quiénes estuvieron presentes, cómo fue la discusión y la votación y demás detalles. Para que la transparencia reine sin que nadie la detenga. Hay que evitar suspicacias.
Ahora, lo que parecía un buen lote de acciones para acabar con tanta corrupción en el Cobaez, se podría viciar y todo por adoptar esas malas costumbres de querer hacer su voluntad sin tomar en cuenta que el oficio político siempre debe privilegiarse. Ese pretexto de «no soy político» a Zacatecas no le ha servido de nada y sí le ha perjudicado mucho.
Nombramiento