La Casa de los Perros: Nos quieren calladas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La nueva gobernanza ha manifestado su ferviente interés porque la marcha del 8M se lleve a cabo con un puñado de mujeres controladas y evitar a toda costa que las infiltradas de otros estados no hagan de las suyas en este remanso de paz que es Zacatecas.
Y para evitar que el número de mujeres que salga a las calles sea mínimo, inició una campaña de intimidación contra las trabajadoras del Gobierno del Estado.
A ellas ya se les advirtió que de ninguna manera podrán salir a expresarse libremente porque órdenes son órdenes. Y punto.
Vergonzoso resulta observar cómo Raquel Toribio Rivas, titular de Junta de Conservación de Monumentos, por citar un ejemplo, dedicó sus horas laborales para enviar mensajes vía WhatsApp para ordenar a sus compañeras mujeres que NADIE que labore en el Gobierno del Estado de Zacatecas, puede acudir a la marcha.
Aunque pidan el día libre.
Ella remarca enfática que son las instrucciones “que acabamos de recibir (y) cuando recibimos instrucciones se acatan, aunque no haya documento” de por medio. ¡Vaya, vaya!
Porque cuando la nueva gobernanza mandata algo, ¡ay de aquel que siquiera intente alzar la voz! Eso no va con la 4T. ¿O qué no lo han entendido?
Listos como son en la nueva gobernanza, además han empleado todos sus recursos para iniciar una campaña de miedo entre la sociedad de Zacatecas. Y la cabeza de esta cruzada es el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, quien desde ya criminalizó la manifestación y por ello, con justa razón, el Movimiento Feminista de Zacatecas le reclama esta intentona y le exige evite el uso de la fuerza pública ante lo que año con año ha sido una manifestación legítima.
Porque lo que han olvidado desde el propio Rodrigo Reyes, hasta las brillantes mentes que se albergan en la nueva gobernanza es algo muy simple: que es un derecho constitucional el que las mujeres salgan a las calles a protestar justamente por el excesivo uso de la fuerza de parte elementos policiales que no, no están capacitados.
El Movimiento Feminista de Zacatecas se pronunció la noche de ayer y dejó en claro que la manifestación se volverá violenta si al Gobierno de Zacatecas se le ocurre utilizar la fuerza del Estado que, lo remarcan: violenta a diario a las mujeres.
Y qué mejor ejemplo que la orden de que ninguna mujer que trabaje en el Gobierno de Zacatecas se atreva siquiera a asomar las narices este 8M. ¿O eso no es violencia?
Esta vileza es una forma de coerción que sin lugar a duda se aprovecha de las vulnerabilidades de las mujeres trabajadoras.
Bien hacen desde el Movimiento Feminista de Zacatecas en responsabilizar a la nueva gobernanza si alguna mujer que participe en la marcha es vulnerada en sus derechos.
Pero mejor el llamado a que las autoridades empleen sus estrategias policiales para combatir la violencia que las mujeres vivimos y que va en aumento, aunque festinen que Zacatecas ya es un edén.
Rodrigo Reyes y sus secuaces lo que quieren es amedrentar, desestimar y criminalizan el ejercicio de un legítimo derecho: el de la manifestación. Porque la nueva gobernanza nos quiere calladas.
El Movimiento Feminista de Zacatecas, en su duro pero certero comunicado señala: “violentos sus funcionarios, sus políticas, sus discursos anti-género y su narcogobierno. ¿Qué será más violento? ¿Vivir día a día en Zacatecas o la marcha feminista?
Ahí lo dejamos para la tarea.
Delegada
Anunciaron desde el alto mando de la coalición Fuerza y Corazón por México, que Paloma Martínez Aranda, presidenta del Instituto Reyes Heroles filial Zacatecas, es la delegada de la campaña en los diferentes estados de la República.
La designaron a ella y a los otros delegados estatales porque supuestamente «poseen una amplia y reconocida trayectoria en materia política, aunada a su experiencia en campañas electorales, sumado a su amplio conocimiento de las problemáticas de sus estados».
Y como prioridades son prioridades, es momento de alistarse para salir a las calles, sin miedo, porque calladas, nunca más…
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