La Casa de los Perros: No hay plazo…
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Y como no hay fecha que no se cumpla…
Este día, el inquilino en turno de La Casa de los Perros tendrá que rendir cuentas de lo hecho, y lo no hecho, durante su primer año de gobierno.
Hoy, como ciudadano, y no como político, que dice no ser, tiene que dar la cara a los zacatecanos y hacer un balance serio de sus actos. Debe, como hombre honesto que asegura ser, reconocer sin tapujos si cumplió, o no, con el contrato que él firmó –sin que nadie lo obligara a hacerlo–, y al que se comprometió, una y mil veces durante su campaña electoral, a acatar al pie de la letra.
Por lo pronto, su balance personal, dijo, apenas llega al 8 de calificación. Malo, porque su sueldo se le pagó puntualmente y sin recortes. El de los diputados ronda igualmente el 8, ellos fueron muy benévolos. La calificación de los ciudadanos, sus jefes verdaderos, le dieron 4.2, es decir, lo reprobaron.
Este 8 de septiembre, para desgracia de Zacatecas, nos arroja a un gobernador cuestionado, de palabra fácil para acusar pero sin pruebas para sustentar sus dichos. Un mandatario poco tolerante y muy, pero muy alejado de la sociedad que, un día sí y otro también, lo interpelan a través de las redes sociales debido a la terrible situación por la que atraviesa la entidad que, otra vez, se queda rezagada en comparación de sus vecinos más cercanos.
A un año de gobierno, el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social, dice que en Zacatecas hay 724 mil 200 habitantes que viven en el rango de pobreza moderada; pero 780 mil 300 padecen en condición de pobreza.
Para Alejandro Tello, su talón de Aquiles ha sido la inseguridad; según la medición de Semáforo Delictivo, Zacatecas ocupa el tercer lugar, a nivel nacional, en fosas clandestinas con cuerpos. La misma fuente señala que durante este primer año de gobierno han ocurrido 103 extorsiones, lo que representa un incremento del 27% respecto del 2016.
También en este año, los secuestros han aumentado de manera exponencial. Hasta el momento se contabilizan 38 secuestros más que en todo el 2016, con un número incontable de víctimas fatales que han enlutado los hogares de los zacatecanos.
Durante este primer año de gobierno, la cifra de homicidios dolosos ronda supero los 600, de los cuales al menos el 90 por ciento tienen relación estrecha con la delincuencia organizada, debemos decirlo, producto de una nula estrategia de combate, pues apenas hace unos días dijo qué haría en este rubro de máxima urgencia para los zacatecabos, aunque para él no lo sea. El pretexto fue que estaban estudiando los indicadores para decidir qué hacer.
En materia de transparencia y combate a la corrupción, las cuentas que entrega hoy Alejandro Tello tampoco son las mejores. Hasta hoy, la promesa de castigar a quienes desviaron los recursos públicos y que le dejaron un gobierno en bancarrota no se cumplió, pues según la Secretaría de la Función Pública, nadie se robó nada. En transparencia, el IZAI lo calificó con un 8, pues la información que por ley debía tener a la vista no está completa. Sigue habiendo opacidad.
Las obras que su antecesor inauguró, pero que dejó inconclusas, siguen así, inconclusas, paradas. Millones y millones de pesos tirados a la basura, pero ya se anuncian nuevas. Vaya círculo vicioso guiado por el populismo mal entendido.
Este día, Alejandro Tello acude al Congreso del Estado y lo hará como está, solo. Únicamente los integrantes del gabinete le seguirán. No se tiene contemplado que su familia esté presente, aunque lo ha estado siempre, ahí, cerca de su corazón pero más cerca de sus decisiones. Esta, es una de sus promesas incumplidas y la que más daño le ha hecho pues lo mantiene encapsulado y tomando las peores decisiones.
Ya después vendrá la fiesta del engaño, del acarreo, de la adulación barata, bueno, ni tan barata, que se efectuará en el Multiforo construido e inaugurado por su amigo el ex gobernador, pero concluido por él mismo. No quedaba de otra.
Hoy, también, arranca el proceso electoral 2018 y, con ello, la carrera por suceder a Alejandro Tello, a quien el tiempo se le acaba más pronto de lo que él mismo imagina. El primer año, que siempre es el más grato, el de la felicidad, el del halago, fue muy amargo.
Nos vemos el lunes…
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