La Casa de los Perros: Miguel Alonso ¿tabla de salvación o iceberg?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La naturaleza de los sistemas de seguridad social implica que, para volver viable el otorgamiento de prestaciones debe existir una fuente para fondear el recurso destinado a ello. Para el Issstezac, se supone deben ser las cuotas de derechohabientes y aportaciones de los entes públicos. Pero para lograr el objetivo se ocupa de reglas claras para que todos, sin excepción, realicen su pago.
Pero, en este enorme embrollo que significa el Issstezac, y según el expediente de investigación que abarca los periodos 2017, 2018, 2019 y enero del 2020, en lo que se refiere a los convenios de incorporación de los entes públicos, para cumplir con el registro e inscripción de los trabajadores, se supondría que la Subdirección Jurídica tendría todo en regla y resulta que no es así.
Hasta el momento, sólo tres municipios tienen en regla sus convenios de incorporación: Zacatecas (27 de octubre de 1987), Fresnillo (sin fecha) y Juan Aldama (2 de febrero de 1999).
El problema estriba en que, del resto de los entes públicos, incluido el Gobierno del Estado y sus dependencias, así como los poderes Legislativo y Judicial y casi 30 organismos más, se determina la ausencia de convenios de incorporación.
Esto quiere decir que no hay un instrumento legal que establezca los derechos y obligaciones de las partes y, por consiguiente, no se pueden identificar sueldos, sobresueldos y compensaciones de los trabajadores.
Tampoco se puede generar un esquema de movilidad afiliatoria para la comunicación de altas, bajas, licencias y modificaciones de sueldos de los trabajadores derechohabientes, como tampoco la recaudación, causas de suspensión del convenio, entre otras.
Por ello, resulta relevante el llamado del inquilino de La Casa de los Perros a un gran acuerdo por el rescate del Issstezac en el que los integrantes de la LXIII Legislatura se sumen a un eventual proceso de reforma a la Ley.
El director Marco Vinicio Flores no puede solo con el paquete. Requiere que todos los que se verán perjudicados en unos años, le entren a la jugada. Urge además que los diputados, con mayor razón los que quieren reelegirse, ya se pongan a trabajar.
Hoy todos entienden la urgencia de dar solución a un problema de Estado que rebasa colores y corrientes políticas, esfuerzo al que deben que integrarse de manera seria y comprometida los trabajadores, pensionados y sindicatos.
Las irregularidades ahogan al Issstezac, de ahí que de no agarrar ya al toro por los cuernos este Instituto simple y sencillamente no tiene futuro.
Señalado
Para los priistas, la figura del exgobernador Miguel Alonso Reyes representa algo así como la tablita de salvación. Lo recuerdan todos los días como aquel que no permitía que al tricolor se le ninguneara en las urnas. Eso jamás. Él siempre iba por el carro completo y sí, lo conseguía.
Pero hoy, esa figura emblemática del Revolucionario Institucional podría representar el principal obstáculo para que el otrora partidazo conserve la gubernatura del estado.
El hecho de que el nombre del dedo chiquito de Alejandro Alito Moreno, mandamás del PRI Nacional, aparezca en los tejes y manejes del caso Odebrech puede resultar contraproducente.
Sobre todo, cuando lo ligan a personajes como Francisco Olvera, de Hidalgo; Roberto Borge, de Quintana Roo y Eruviel Ávila, del Estado de México, con quienes, por cierto, protagoniza esa simbólica fotografía de la esperanza que significaba para México, eso decían, el Nuevo PRI que llevaba como cabeza nada menos que al expresidente Enrique Peña Nieto.
Además, el hecho de que su cuñado favorito, Pedro de León Mojarro, vuelve a ser señalado como una pieza clave en la estafa maestra que supuestamente organizó la exjefa de gobierno, y hoy encarcelada, Rosario Robles Berlanga.
No cabe duda de que llegó el momento de que Adolfo Fito Bonilla, como virtual candidato a la gubernatura por el PRI, tome las cosas en serio y se desmarque a tiempo, si no quiere cargar con el estigma de la corrupción y la transa en una campaña en que este tipo de acciones serán el pan de cada día.
Quizás la reunión virtual (por aquello del coronavirus) del Consejo Político Estatal del PRI, sea la oportunidad para que los priistas, si quieren pelear de verdad la gubernatura, se pongan pilas y tomen las medidas necesarias porque esta vez Miguel Alonso, más que el salvavidas, podría convertirse en el iceberg que hundiría el barco.
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