La Casa de los Perros: Más problemas para la nueva gobernanza de Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los funcionarios de la nueva gobernanza, a pesar de mantenerse en un caparazón que los salven de su propia incompetencia, acumulan problemas como piedritas en los costales de los ciudadanos.
El hecho de que la Minera Peñasquito, el mayor empleador en Zacatecas con más de 33 mil trabajadores –cinco mil directos y 28 mil que forman parte de su cadena de suministro local y nacional–, se encuentre con las banderas rojinegras en sus puertas deja ver la poca capacidad de la Secretaría de Economía y de Gobierno para sacar al buey de la barranca.
Apenas hace unos días, de forma por demás desatinada, la Secretaría de Turismo, orgullosa, presumía en sus redes sociales que Zacatecas era el principal productor de oro y plata.
¿Qué tiene que ver el turismo con la producción minerometalúrgica? Quizás preveían la organización de un tour al semidesierto para que los visitantes fueran testigos de cómo un líder sindical y senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, da al traste con la economía de los municipios con más carencias en todo el estado.
Pero eso no es todo en la nueva gobernanza. A dos años del triunfo, y por seguir a pie juntillas las enseñanzas del líder de la fallida 4T, otra bomba les estalla en la cara.
Hoy, el Sector Salud, uno de los más golpeados desde que Morena llegó a Palacio Nacional, suma otro conflicto laboral cortesía del secretario local, Uswaldo Pinedo Barrios.
Al líder sindical no le bastó con llamar huevones a los trabajadores que todos los días hacen malabares para cumplir con su trabajo, sino que además se mantiene como estatua de sal ante las carencias que los hospitales de Zacatecas padecen.
Acostumbrado a ese actuar, Pinedo Barrios cierra los ojos ante las múltiples denuncias de acoso y abuso laboral por parte de los directivos del Hospital General de Zacatecas, léase Mario Rodríguez Herrera y Crucita Ávalos Rivera.
La aguerrida Norma Castorena, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) Sección 39, arrancó al lado de los trabajadores, la toma del área administrativa de dicho nosocomio, como también del Hospital General de Fresnillo.
Y amenazan con radicalizar medidas que dejarían a salvo sólo el área de urgencias, de seguir siendo ignorados por la nueva gobernanza y uno de sus máximos representantes: Uswaldo Pinedo.
Los trabajadores hoy no sólo exigen una disculpa pública ante tanto agravio por parte de la nueva gobernanza, urgen equipo en los hospitales cuya infraestructura es obsoleta. También exigen medicamentos.
Uswaldo Pinedo, cuando vio que el agua le llegaba al cuello en una reunión con trabajadores de la salud, agachó la cabeza una vez más, sólo que está vez ante los portadores de batas blancas, a quienes terminó diciendo que él no había dicho lo que decían que había dicho. Que, como Pepe El Toro, él era inocente.
¿Corruptos? ¡No! por Dios. Él jamás ha dicho eso porque no tiene pruebas contra ningún trabajador, alegó a gritos el funcionario cuando sentía lo duro y lo tupido.
Claro está, entre gritos y reclamos, el funcionario que dobletea como líder sindical recurrió a la estrategia de la Cuarta Transformación y culpó a los medios de comunicación de ser los verdaderos amarra navajas en esta penosa situación. ¡Ajá!
Fue entonces que, acorralado, habló de procesos de transferencias de recursos que duraban meses y que, por lo tanto, había que ser pacientes y trabajar todos juntos, de la mano, y sonriendo.
Eso sí, destituir a funcionarios del Hospital ¡jamás! Ellos son parte de la 4T y, por lo tanto, no mienten, no roban ni traicionan al pueblo bueno. Y punto final.
Pero, querido lector, usted no se preocupe, no se agobie. Simple y sencillamente sonría que… ¿vamos a estar bien?
Feliz fin de semana
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