La Casa de los Perros: Más problemas en el reino

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Durante años, muchos años, la violencia que se genera en contra de los animales, léase toros o gallos, en las ferias de los pueblos de Zacatecas, y del país, no habían causado más que tibias protestas y ya.

De hecho, en Zacatecas, tanto las corridas de toros como las peleas de gallos son, gracias a los diputados, Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado desde 2013.

Se recordará que esa declaratoria ocurrió unos días después de que en Veracruz se aprobara un reglamento que prohibía las corridas de toros. Cada pueblo y sus costumbres.

Pero, aun así, en Zacatecas, los diputados argumentaron que los toros son «una expresión cultural única surgida por la llegada de los españoles a América con valor histórico, sociológico, filosófico o antropológico».

Tal declaratoria, para qué nos hacemos, se celebró por todo lo alto, a pesar de que, seamos sinceros, a las corridas de toros la gente, en plan villamelón, en su mayoría va sólo a tomar cerveza y sacar el estrés a gritos. ¿Los políticos en turno? Esos llegan a ocupar las primeras filas, con boletos regalados, a placearse y nada más.

El golpe más duro que esta fiesta ha recibido fue cuando un juez federal -Jonathan Bass Herrera- concedió a la organización civil «Justicia Justa», la suspensión definitiva de los espectáculos taurinos en la Plaza México.

Por ello, la diputada panista María del Mar de Ávila Ibargüengoytia presentó una iniciativa de ley para crear el Instituto Zacatecano para la Preservación y Promoción de la Cultura Taurina.

Ella, en su momento, se refirió a la tauromaquia como una industria que genera numerosos empleos. Remarcó que son unas 258 ganaderías, a nivel nacional, las registradas en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia. Dijo que estas empresas generan un promedio de dos mil 74 empleos directos y más de mil indirectos.

Y de paso observó que Zacatecas cuenta con más de 20 ganaderías ubicadas en los municipios de Saín Alto, Villa de Cos, Ciudad Cuauhtémoc, Fresnillo, Jerez, Tepetongo, Villanueva y Pinos, registradas en la citada Asociación.

Pero, en este contexto, la diputada Georgia Fernanda Miranda Herrera, del Partido Verde Ecologista de México, presentó una solicitud con 16 mil firmas para que, de una buena vez, se prohíban las corridas de toros en Zacatecas.

La hija de Jorge Miranda Castro, quien dice trabajar como alcalde de Zacatecas, coincide con los argumentos del Colectivo Nacional Anticorrupción (Colecna), la Proveeduría de Servicios Ambientales y diversos grupos en pro de los derechos de los animales que hoy promovieron un amparo que, a 11 días de que arranque la Feria Nacional de Zacatecas 2022, ya tiene suspendidos los eventos taurinos programados.

Fue la Jueza Segundo de Distrito en Zacatecas la que dio la razón a los defensores de los animales y promotores de los derechos humanos de cuarta, quinta, sexta y las generaciones que se acumulen, que para eso hoy padecemos las ocurrencias de cristal.

Fue la Proveeduría de Servicios Ambientales y su representante legal, Jorge Rada Luévano, quien se encargó, con acciones legales, de parar en seco el negocio de los amigos de la familia Monreal Ávila, léase el senador coahuilense Armando Guadiana Tijerina, y el exdirigente nacional de Fuerza x México, Pedro Haces.

Con su decisión, la jueza tiene en vilo el serial taurino de la Fenaza, cosa que no sucedió, por ejemplo, en estados como Aguascalientes, en donde las corridas de toros son un atractivo de primer nivel de la Feria Nacional de San Marcos.

Y en el vecino estado no ocurrió esto por una simple razón: allá sí saben hacer política.

En Zacatecas, el verdadero meollo del asunto no es tanto si a los toros, porque los quejosos se olvidaron de los pobres gallos de pelea, los maltratan hasta morir.

Tampoco se trata de privar a los zacatecanos y visitantes, que adquieren boletos para las corridas de toros –a sabiendas de lo que sus ojos verán al calor de las cervezas–, de un espectáculo que a unos gusta y a otros no. Como todo en la vida.

Aquí, el hecho de que la nueva gobernanza se mantenga en una burbuja, y que hasta hoy haya sido incapaz de dialogar con empresarios, policías, maestros, jubilados, mujeres, colectivos de la sociedad civil, bueno, hasta con los presidentes municipales, resulta ser la verdadera causa del encono y las ganas de ver fracaso.

El encono y la polarización que se vive todos los días en Zacatecas, alimentados desde los pasillos de La Casa de los Perros, al final tiene consecuencias.

Por lo pronto, la suspensión provisional obviamente puede ser controvertida por los genios que hoy, supuestamente y en bola, dirigen los destinos de la Fenaza. Total, para eso tienen super abogados.

Pero el solo hecho de que la cercanía del arranque de los festejos este tan próxima, deja ver que la cosa no será fácil.

Tan simple que resulta apapachar, dialogar, querer y dejarse querer ¿o no?

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