La Casa de los Perros: Los elegidos para el 2018
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Luego del susto que les acomodó la coalición Juntos haremos historia, al manejar a Cuauhtémoc Calderón Galván, como el posible abanderado de Morena, Partido Encuentro Social y Partido del Trabajo, a la alcaldía de Zacatecas, en el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza se pusieron las pilas.
De inmediato iniciaron con la revisión de una y otra encuesta para, finalmente, reconocer que al menos Juan Francisco del Real, por más que se promueve en todas y cada una de las colonias de la capital, nunca logró superar los 14 puntos porcentuales. En el mismo caso, o peor, estuvieron Raymundo Moreno y Lula de la Rosa, quienes ni utilizando sus respectivos cargos públicos, consiguieron el favor de la gente.
Pero bien dicen que quien busca, encuentra, y fue el PVEM el encargado de poner sobre la mesa el nombre de Xerardo Ramírez Muñoz, actual director de Comercio Interior de la Secretaría de Economía. El planteamiento lo hizo justo ayer la dirigente estatal de los verdes, Susana Rodríguez Márquez, con un café de por medio en la Plazuela Miguel Auza y, obviamente, con la venia del líder nacional Carlos Puente Salas y, se supo después, también del inquilino de La Casa de los Perros.
Xerardo Ramírez ya fue candidato a la presidencia municipal de Zacatecas en el 2013, y en ese entonces, el priista Carlos Peña Badillo le ganó por una nariz en la que fue la elección más competida en la que el PVEM participara en Zacatecas sin alianza. Después, con la espinita clavada, Xerardo se mudó de partido y compitió por el PAN y el PRD por la diputación local del Distrito II. Y sí, otra vez fue Peña Badillo quien le arrebató el triunfo.
Ahora, en este mundo que no es más que una rueda de la fortuna, Xerardo Ramírez volvería al redil de los tucanes y, de la mano de Carlos Peña, quien no tiene del todo amarrada la candidatura a la diputación federal por el Distrito Federal III, sería el más firme prospecto para competirle, de tú a tú, a Cuauhtémoc Calderón. Ambos se conocen. Trabajaron juntos. Entablaron estrecha relación cobijados por Carlos Puente. En este 2018, se volverían a ver la cara, pero desde trincheras diferentes.
Acompañarían la fórmula Lula de la Rosa, en el Distrito I, y Juan Francisco del Real, por el II.
Completarían la estrategia electoral, definida por el hoy muy poderoso Carlos Puente, y el gobernador Alejandro Tello Cristerna, la priista Claudia Anaya Mota, quien encabezaría la fórmula 1 llevando como suplente a Soraya Bañuelos de la Torre, de Nueva Alianza. Y en la fórmula 2, que le corresponde al Verde Ecologista, el secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro. Su suplente sería nombrado por el PRI, pero aún no hay nada definido.
Claudia Anaya no sólo tiene consigo el mantenerse muy bien posicionada en los estudios demoscópicos realizados, sino, sobre todo, su fuerte amistad con el candidato a la Presidencia de la República, José Antonio Meade. Sobre Jorge Miranda podemos decir que, si bien se trata de una posición del PVEM, el funcionario accedería a esa candidatura por simple coyuntura, y es que el deseo personal de Tello Cristerna es que por ningún motivo, el que fuera su amigo y principal impulsor, Miguel Alonso Reyes, sea candidato a nada.
Tanto Tello Cristerna, como Puente Salas, llevaron juntos el planteamiento al propio Meade Kuribreña, bajo el principal argumento de que la figura del ex gobernador, y hoy director de Fonatur, siempre bajo sospechas de corrupción, no contribuiría a la campaña del tricolor. El precandidato presidencial dejó en claro que los candidatos que abanderen al PRI deben llegar con las menores sospechas de corrupción en la espalda. Así, el destino de Alonso Reyes habría quedado sellado.
Alonsistas al ataque
La primera respuesta de Miguel Alonso, al desaire que el gobernador en turno le hiciera se dio al momento de elegir a los integrantes de la Comisión Permanente. El acuerdo era uno solo, las bancadas del PRI, PVEM y Panal, en unión con los panistas, apoyarían a Arturo López de Lara para que fuera designado presidente. La orden se dio y sólo quedaba acatarla.
La oposición llevaba como su candidata a la petista Geovanna Bañuelos de la Torre.
Pero, a la hora de la votación, cinco diputados alonsistas no acataron el mandato y se decantaron por la legisladora del PT, quien logró 16 votos a su favor, contra 11 de López de Lara. Y sí, de manera inexplicable, y a pesar de no contar con la venia de la mayoría que sufragó de manera secreta y supuestamente democrática, hoy el panista es el presidente de la Comisión Permanente.
Fueron Lyndiana Bugarín, José María González Nava, Jorge Torres Mercado, Le Roy Barragán y Carlos Peña Badillo quienes, amparados en la secrecía del voto, marcaron como su elegida a Geovanna Bañuelos.
Por esta razón, tan sencilla, fue que hoy la candidatura a la diputación federal de Peña Badillo se encuentre en la cuerda floja. Por ello, Lyndiana Bugarín habría quedado fuera de la jugada para dar paso a Julia Olguín Serna, quien estaría a nada de ser la candidata por el Distrito II Federal. Aquí los amarres no han cesado.
Mientras tanto, Norma Castorena y Roberto Luévano ya se encuentran tranquilos y listos para iniciar su campaña para ir a legislar a San Lázaro. Como también Víctor Armas Zagoya quien, por decisión única y exclusiva de Alejandro Tello, será el candidato a la diputación por el Distrito III. La razón es simple, las dotes de buen gestor y mejor negociador le urgen en el Congreso al gobierno diferente, y es que para eso, el secretario del Agua y Medio Ambiente se pinta solo. Se agregaría con la posición de joven a Alberto Nahle, que competiría en lugar de Lupita Flores, quien simple y sencillamente se despediría, con más pena que gloria, de su incursión en la política.
Los de enfrente
En tanto, los de Juntos Haremos Historia ya casi tienen armadas sus candidaturas, y se plantea que acompañando a Soledad Luévano (quien se enfrentaría en los debates a Claudia Anaya) y José Narro Céspedes, ambos detrás de un escaño en el Senado, además de Cuauhtémoc Calderón, en la alcaldía capitalina, iría Ulises Mejía que, a últimas fechas, y picando piedra, estaría por ser designado candidato a diputado local.
En algunos pasillos se maneja que Isadora Santiváñez, la legisladora más productiva de la bancada tricolor habría sido llamada para competir en este bando, sobre todo después que en el PRI, por órdenes del gobernador, la joven diputada ha sido hecha a un lado, a pesar de estar bien posicionada en las encuestas. Los grillos mal intencionados hicieron bien su trabajo olvidando que esto se acaba más pronto de lo que imaginan.
El ex rector de la UAZ, Alfredo Femat Bañuelos, ya tendría también amarrada su candidatura por el Distrito II Federal.
En esta coalición, las aguas parecen calmarse, han entendido que, por ejemplo, la posible asunción de Calderón Galván suma a sectores y grupos que, al menos Morena, no tenía, y que finalmente el empresario restaurantero aportará experiencia y no improvisación. Saben que, por tercera vez, Andrés Manuel López Obrador y todos sus seguidores, no pueden quedarse otra vez en la raya por soberbia y cerrazón.
Desde esta columna les deseo una Feliz Navidad, y que el 2018, a punto de arribar, sea el año que todos esperamos, y que Zacatecas, para bien de todos, se convierta, por fin, en un estado de trabajo, de desarrollo, de paz y tranquilidad.
No vemos con gusto hasta el 2018
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