La Casa de los Perros: los diputados de Zacatecas que se van a su casa

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Para alegría y descanso de los zacatecanos, la LXIV Legislatura está a punto de llegar a su fin. Porque debemos saber que este último periodo ordinario concluye en unas semanas y después, antes de dejar el cargo y marcharse, los diputados disfrutarán de unas merecidas vacaciones pagadas.

Lo mejor de todo es que de aquellos que buscaron ser reelegidos, a nivel local y federal, porque se sintieron con los suficientes méritos para no dejar esa jugosa curul, sólo cinco lo consiguieron.

A pesar de su nulo trabajo legislativo, Imelda Mauricio Esparza consiguió que, amparada en la marca Morena, los ciudadanos del Distrito 13 le dieran una vez más su confianza.

Susana Barragán Espinosa, quien fuera la diputada más votada de la 64 Legislatura, regresa por sus fueros y ahora como la segunda que cosechó más votos en la entidad, se queda con su curul de color guinda.

Por parte del Verde Ecologista, Fernanda Miranda Herrera remó contra corriente y convenció a los votantes del Distrito 9 de que ella era la mejor opción.

El priista David González Hernández demostró que, por el rumbo de Villa de Cos, nomás sus chicharrones truenan y como diputado del Distrito 12, volverá a la LXV Legislatura.

Y para sorpresa de propios y extraños, la petista Ana Luisa del Muro García decidió cambiar de aires y compitió en la elección a nivel federal y sí, logró un triunfo que nadie le puede regatear en el Distrito IV con cabecera en Guadalupe. Dicen que todavía le reza a Santa Claudia.

Esta será la última oportunidad de estos cinco diputados de demostrar que los ciudadanos no se equivocaron. Al tiempo.

Entre los que gracias al Santo Niño de Atocha ya no gozarán de beca en el Congreso del Estado están los morenistas Violeta Cerrillo Ortiz, del distrito III de Guadalupe, a quien le ganó Maritere López; Ernesto González Romo, de distrito VI de Fresnillo, a quien Jesús Badillo arrasó dos a uno, y Nieves Medellín Medellín, del distrito XII, quien perdió frente a su compañero David González allá en Villa de Cos.

A ellos los ciudadanos los mandaron a volar luego de que no sólo jamás volvieron a su distrito o ni lo conocían, sino porque su triste papel en el Congreso fue acreditado por todos.

Priscila Benítez Sánchez intentó, vestida de turquesa, hacer la hazaña en el distrito IV de Guadalupe, pero no lo logró. Su chapulineo al final fue castigado.

Ella compitió contra la priísta Gabriela Basurto Ávila, quien en las noches soñaba que con lambisconear a la senadora Claudia Anaya lograría sentarse otra vez en la curul y pues no, así no funciona esto.

Optó por una campaña en la que se colgó de Roberto Luévano y al final sus casi 10 mil votos no le alcanzaron para derrotar al servidor de la nación Saúl de Jesús Cordero, que con más de 12 mil sufragios se llevó el triunfo en el distrito IV de Guadalupe.

Martha Elena Rodríguez Camarillo tampoco logró su cometido en el Distrito XIV de Pinos. Esta mujer de mala manera entendió que una cosa es llegar cómodamente a la curul por la vía plurinominal y otra salir a ganarse el voto casa por casa.

Óscar Novella Macías abanderando a Morena y el Verde obtuvo más de 17 mil votos, Martha Rodríguez apenas rebasó los mil sufragios. Muy triste su historia.

El priista Manuel Gallardo Sandoval dio una fuerte pelea en el Distrito 17 con cabecera en Río Grande. Al final el servidor de la nación Jaime Esquivel Hurtado se llevó el triunfo en una cerrada competencia en la que también participó Alberto Nahle que, si bien perdió, igual será diputado porque estaba anotado en la lista plurinominal del PT.

Zulema Yunuen Santacruz, vestida de amarillo perredé, se quiso poner al tu por tu con su compañera Susana Barragán y no le fue bien. Ahora tendrá que ponerse a trabajar para lograr que su nuevo instituto político al menos logre ser partido local tras haber perdido el registro nacional.

José Luis El Cepillo Figueroa Rangel, como dueño del partido Revolución Popular Zacatecas, se registró en el lugar 1 de la lista plurinominal, pero le fue muy mal. Ahora tendrá que buscar la forma de crear otro partido para la siguiente elección. Ni modo.

En el distrito II en la capital, el petista Xerardo Ramírez Muñoz vio como su curul se le fue de las manos frente a Santos Antonio González de Morena.

Ahora espera que a Alfredo Femat Bañuelos le cumplan lo prometido –dicen que ya le pidieron sus papeles desde Palacio Nacional–, para que solicite licencia y pueda hacer válida la suplencia que le corresponde.

En lo que respecta a la elección federal, el panista Guadalupe Correa Valdez creyó que retendría la diputación del distrito II federal con cabecera en Jerez, la misma que había ganado en la elección pasada con holgura Miguel Varela Pinedo.

Hoy, tras perder con la afromexicana vestida de verde, Julia Olguín Serna, anda desesperado haciéndole la barba a Verónica Alamillo para que si ella logra convencer a Karla Estrada García de que pida licencia y se vaya de primera dama a la capital de Zacatecas, él se quede como dirigente estatal del PAN.

La cosa es acomodarse y no perder, de ninguna manera, el privilegio de seguir mamando de la ubre del erario.

Si todos los casos de estos diputados que sintieron el rechazo de los ciudadanos son tristes y desconsolados, el de la arrepentida de Dios Refugio Ávalos Márquez es terrible y vergonzoso.

Ella abandonó años de militancia en el PRI para ser nombrada candidata de Morena a la alcaldía de Jerez.

Pero nunca se imaginó que enfrente se encontraría con el candidato del PRD, Rodrigo Ureño Bañuelos, que le sacó casi 19 puntos de diferencia.

Más de cinco mil votos de ciudadanos a los que no pudo convencer de que caminar de la mano de Ricardo Monreal era lo mejor que a alguien le puede pasar en la vida.

Con la presidenta

Ayer, la presidenta electa Claudia Sheinbaum se reunió con los cientos de diputados federales y senadores electos a los que les leyó la cartilla y bajita la mano les dijo que las reformas que anhela con todo su corazón Andrés Manuel López Obrador van porque van. Y punto.

Ahí, además de sonar fuerte el rumor de que la senadora Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, será la próxima presidenta del partido oficial, el cariño de Claudia Sheinbaum se hizo manifiesto hacia el diputado federal electo Ulises Mejía Haro.

La sonrisa con la que aparece en la fotografía que el exalcalde de la capital hizo circular en sus redes sociales, contrasta con la ausencia de todos los demás zacatecanos que estarán en el Congreso de la Unión.

Bueno, sí hubo foto con la afromexicana Julia Olguín, pero de que se ve forzada, se ve.

Ahora sí que Dios los agarre confesados…

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