La Casa de los Perros: Los ambiciosos vulgares del PRD

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Hoy, sin temor a equivocarnos, no hay un partido político en el que sus militantes, con su vulgar ambición, hayan alejado a los ciudadanos no sólo de los mítines y las reuniones vecinales, sino tristemente también de las urnas.

Ya no hay confianza, y pasarán muchos años antes de que algún político la recupere.

Andrés Manuel López Obrador logró despertar millones de conciencias. Hoy al menos la mitad de aquellos ilusionados se dan de topes en la pared.

Los volvieron a engañar.

Un ejemplo de la vulgar ambición es, sin duda, la conformación de las listas de candidatos plurinominales. Una muestra fiel de las ambiciones de los líderes que no sólo se ubican a sí mismos en los primeros lugares, sino que dejan los mejores puestos a sus cuates.

Y esto sucede en todos los partidos, desde Morena hasta el PRI. Sin excepción.

Pero las plurinominales no son la única forma de lograr el éxito.

En Zacatecas, una familia, la Monreal, con sus decenas de integrantes, mostraron el camino para hacerse de cargos públicos de manera fácil y rápida.

Obviamente, en la entidad son muchas las familias que, viendo el honroso ejemplo, desean también seguir los mismos pasos.

¿Por qué no?

Hoy, bajo el amparo del Partido de la Revolución Democrática, una nueva familia levanta la mano y se declara dispuesta a atropellar a quien se ponga enfrente con tal de lograr el objetivo.

Eleuterio Ramos Leal, alcalde con licencia de Valparaíso, con sus tejes y manejes por aquí y por allá, logró que su hermana Simonita fuera designada candidata a presidenta municipal.

La coalición Fuerza y Corazón por México la respalda y espera vencer a Lupita Ortiz, de Morena, porque Eleuterio, por lo pronto, ya prometió trapear con ella y, de paso, meterle una chinga.

El mismo Eleuterio Ramos Leal, quien se dice dueño y amo del PRD en Zacatecas, mostró su fuerza y logró que su otra hermana, Lidia, fuera designada candidata a presidenta municipal de Morelos.

Total, qué tanto es tantito.

Pero, además, el mismo Eleuterio quiere su tajada y se registró como candidato a diputado local por el Distrito 8.

El problema es que líos legales lo dejaron fuera de la jugada y en su lugar se alzó como candidata Lupita Hernández, una perredista de toda la vida que con mucho trabajo recorrió de pe a pa el peligroso Distrito.

Las mediciones ya ubicaban a Lupita Hernández arriba de Ashley Quintanar, de Morena, a quien, dicen, la conocen bien en su casa, pero nada más.

Pero ayer, mientras Lupita Hernández, como candidata, aparecía a un lado de Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, en la reunión con la prensa de Zacatecas, Eleuterio hacía un anuncio vía Facebook.

Con una sonrisa de lado a lado, el alcalde con licencia de Valparaíso acudió al Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, tras conseguir el aval de Jesús Zambrano y la secretaria general Adriana Díaz Contreras, así como la resolución de la Sala Superior Monterrey bajo el brazo, para recibir su constancia como candidato. Víctor Manuel Alba Fernández, lo hizo como suplente.

Y subió su fotografía a las puertas del IEEZ, documento en mano y feliz preguntó: ¿Qué creen que ando haciendo?

Lupita Hernández se defenderá con todo, y tendrá que ser la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien diga la última palabra.

Ella, como mujer, espera que las consejeras del IEEZ le den su respaldo y que no pase a formar parte de la larguísima lista de mujeres de Zacatecas que, por unas o por otras, renunciaron a sus candidaturas, alegando, “motivos personales”.

Ya se dan cuenta cómo los ambiciosos vulgares no sólo están en Morena, o en el PRI o el PAN.

¡No!, también están en el PRD y su código postal está en el peligroso Valparaíso.

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