La Casa de los Perros: Lo firman y ¿lo cumplirán?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los 11 gobernadores electos de Morena, incluido obviamente David Monreal Ávila, desde ya se dijeron listos para apoyar, sin miramientos, todas y cada una de las ocurrencias que le lleguen a la cabecita blanca de Andrés Manuel López Obrador. Por lo pronto, y tras animada reunión en hotel muy fifí de la Ciudad de México, los electos adelantaron su respaldo a la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sí, los electos apoyan la idea de López Obrador de que la Guardia Nacional sea una fuerza adicional de la Secretaría de la Defensa Nacional “y no un apéndice”. Mando militar y no civil como, en un principio, se prometió.
Y como vienen con todo, ya sueñan con ser ellos, los electos, quienes replanteen y refunden la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), porque según lo expresaron, hoy este organismo es sólo un instrumento de “politiquería”.
Por eso no descartaron, como lo hicieron hace meses los gobernadores de la oposición, crear una conaguito a modo de la Cuarta Transformación en donde no se exijan recursos al Gobierno Federal sin revisar los presupuestos, sin examinar el ejercicio del gasto público en los estados, y sin tener cooperación en muchísimos otros niveles. Aquí se trata de alinearse a la voz cantante del inquilino de Palacio Nacional y nada más.
A la reunión con el divisionista y también presidente nacional de Morena, Mario Delgado acudieron 10 de los 11 gobernadores que ganaron por Morena el pasado 6 de junio –Layda Sansores, de Campeche, no acudió debido el fallecimiento de su hermano–. También estuvo presente la acomodaticia secretaria general, Citlalli Hernández. Como quien dice, la reunión estuvo bien interesante.
Pero como la idea era mostrar músculo, los electos firmaron el “Pacto del Hilton”, en donde se comprometieron a algo que, de entrada, es su obligación: gobernar con austeridad republicana, erradicar la corrupción en sus entidades y no ejercer represión. ¿O pensaban hacer lo contrario?
Ya de paso, y para seguir los pasos de la moda, también dijeron que irán en contra de la violencia a las mujeres o de cualquier tipo de discriminación. Y, bien raro, dejaron la tarea de elaborar una agenda de género para impulsar la igualdad a las gobernadoras electas Marina del Pilar Ávila, de Baja California; Indira Vizcaíno, de Colima; Evelyn Salgado, de Guerrero, y Lorena Cuéllar, de Tlaxcala. Sí arrancan bien.
Olvidaba lo más importante. Claro que los electos, entre ellos Víctor Castro Cosío, de Baja California Sur; Alfredo Ramírez Bedoya, de Michoacán; Miguel Ángel Navarro, de Nayarit; Rubén Rocha, de Sinaloa, y Alfonso Durazo, de Sonora, se comprometieron además a no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Faltaba más.
A todo lo anterior, David Monreal, nuestro próximo inquilino de La Casa de los Perros dijo que sí. Y lo firmó, claro, sin agregar la frase: si no cumplo me voy. Eso está de más.
Irán de la mano
Tanto el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas (TSJEZ), Arturo Nahle García, como el diputado local electo por el Distrito I, Xerardo Ramírez Muñoz, convinieron en que una de las metas fijadas para este nuevo periodo político que vivirá la entidad será trabajar juntos por la mejora del sistema judicial de la entidad.
Y si bien Arturo Nahle y el gobernador electo David Monreal pertenecen a dos 4T´s diferentes, Xerardo Ramírez no quiere meterse en honduras y ha dicho que mientras se trate de trabajar por dar prioridad a las leyes, programas y políticas públicas que ahora sí ayuden a revertir la crisis que atraviesa el estado y a despuntar el desarrollo económico y social de Zacatecas, él se reunirá con quien sea necesario.
Claro que, después de convivir un par de horas con Nahle García, Xerardo Ramírez agarró la onda que en la 4T sí suele haber políticos de altura y no sólo personajes resentidos que por antonomasia odian todo lo que huela a superación y adoran a los que gustan vivir del erario por pura comodidad.
Otra promesa incumplida
Tocó a la diputada federal Frida Esparza Márquez recordar que el pasado 21 de abril, López Obrador juró y perjuró que el personal médico que fue contratado para atender la pandemia de Covid-19 en México no sería despedido una vez que la emergencia sanitaria llegara a su fin.
Pues resulta que, al menos en Zacatecas, a los héroes a los que ya “se les acabó el contrato” en el Hospital de la Mujer de Guadalupe, y General de Loreto, de Fresnillo, de Sombrerete y de Jerez, a pesar de que la pandemia no ha llegado a su fin, les siguen llegando sus mensajes vía WhatsApp en donde ni las gracias les dan. Sólo les piden que otro día, con más calmita, podrían utilizarlos. Qué malagradecidos.
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