La Casa de los Perros: Limpia necesaria del mapa electoral
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La gente ya no está en el ánimo, como hace algunos ayeres, de salir a la calle, pasar horas y horas bajo los inclementes rayos del sol, la lluvia o las tolvaneras, a la espera de que a su candidato se le ocurra aparecer para vitorearle, abrazarle y, después, recibir su torta, su Frutsi y una naranja, si bien va.
Hoy los ciudadanos que acostumbran a asistir a los mítines son cada vez más exigentes y ya no quieren sólo lonche, ¡no!, ahora exigen bultos de cemento, láminas y hasta calentadores solares, lo que ha complicado de sobremanera la labor de los líderes de las colonias que sufren por cumplir las cuotas impuestas por sus partidos.
Y los candidatos, peor aún, en estos tiempos en que nadie tiene ganado nada, ven vaciarse las cuentas de banco y padecen la escasez de los patrocinadores, esos empresarios que apoyan a todos y a ninguno a la vez.
Ayer estuvo Andrés Manuel López Obrador, el candidato puntero en la carrera presidencial, de la coalición Juntos haremos historia, con eventos medianos, muy entusiastas, eso sí, pero lo debemos decir, a los organizadores les costó trabajo ocupar todas las sillas que dispusieron para los simpatizantes.
Por ello, el llamado constante del mismo López Obrador a salir a las calles, a pie, de puerta en puerta, a convencer a los ciudadanos. Los mitines masivos ya no funcionan, quizás para cuestiones mediáticas, de percepción, tal vez, pero nada más. Son un arma de doble filo.
López Obrador tuvo tres eventos, en Jerez, Fresnillo y Guadalupe, de los que salió airoso, pero con mucho trabajo. Ayer, más que nunca, Morena, el Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social se dieron cuenta que por ahí no va la cosa y que la estrategia debe cambiar.
La ventaja de Andrés Manuel López Obrador es sin duda su enorme carisma, su constante insistencia de acercarse a la gente, las más de las veces sin medir consecuencias de seguridad, y la percepción, ya bien asentada en la mente de los mexicanos, de que será el ganador de la elección del 1 de julio. Pero eso no les bastará a los candidatos a diputados locales, a alcaldes, y mucho menos a los que quieren llegar al Senado o a la Cámara de Diputados. El Peje no estará siempre a su lado.
Ayer, además, el que se anotó un punto a favor fue el Gobierno del Estado, que olvidando esos malos consejos de entorpecer la llegada de los militantes utilizando la fuerza pública, hizo, por primera vez y de manera correcta, lo que le corresponde, se mantuvo a la expectativa y fue más allá al mover cielo, mar y tierra para «convencer» a los mineros, encabezados por Carlos Pavón, para no presentarse en Fresnillo y hacer de aquello un San Quintín.
El líder minero entendió, por fin, que la violencia no es el camino, que irle a gritar majadería y media a López Obrador sólo le iba a traer mucha antipatía y unos reflectores que no le convienen hoy en su camino, ya zanjado, a San Lázaro, por la vía plurinominal. Llevaba las de perder.
El balance de la primera visita de un candidato presidencial a Zacatecas es bueno, López Obrador hizo lo que sabe, sus candidatos al Senado y a las diputaciones federales se quedaron cortos, pero le echaron ganas. Esto, además, apenas va arrancando.
Encuesta
Los que sí andan sufriendo son los candidatos a las posiciones federales que estarán en juego este 1 de julio, luego de que circulara el primer sondeo sobre las preferencias de los que votarán en Zacatecas.
En realidad, dicha medición sólo plasmó en el papel lo que muchos sabemos, que Morena, de la mano de López Obrador, arrastra ya al primer lugar a Soledad Luévano Cantú y José Narro Céspedes, quienes, con casi 30 puntos, encabezan las preferencias entre los candidatos al Senado de la República.
Con 26 puntos, más o menos, Claudia Anaya Mota se apunta para llegar al Senado como primera minoría, lo que, según la fotografía tomada el pasado 6 de abril, dejaría fuera y bailando con la más fea a Raúl Rodríguez, el candidato impuesto por el líder nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Carlos Puente Salas.
Ya en un tercer y lejano lugar estarían los candidatos de la coalición Por México al frente, Mary Chávez y Rafael Flores Mendoza, con 19 puntos, a los que no les queda de otra más que seguir trabajando para atraer votos y evitar que sus partidos, sobre todo el de la Revolución Democrática, tenga el mismo destino de Movimiento Ciudadano, perder el registro a nivel local.
Limpiando
Eso sí, y para tranquilidad de los zacatecanos, esta elección dará la oportunidad a los ciudadanos de limpiar la casa y quedarse, al menos por un tiempo, con acaso cuatro o cinco de los 13 partidos que a nivel estatal buscan vivir cómodamente del erario.
Claro está que Morena, el PRI y el Partido Acción Nacional (PAN) tienen su lugar en el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) asegurado; bailan en la cuerda floja el PT, PRD y Encuentro Social, pero todos los demás, desde el PVEM, que tras la ruptura con el tricolor vive sus peores momentos, hasta Movimiento Ciudadano, pasando por Nueva Alianza el PAZ, el Partido del Pueblo, la Familia Primero y Dignidad por Zacatecas, al parecer se podrán despedir del mapa electoral. Una limpia justa, y necesaria.
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