La Casa de los Perros: ¿La única mentira?

Por ello, cuando al llegar al rubro de «Zacatecas Seguro», mucho llamó la atención que sin inmutarse soltara que nadie podía olvidar «que la edición 2009 de nuestra feria nacional, prácticamente por la inseguridad, fue cancelada».

¿Cancelada? Eso quiere decir que la coronación de Estefanía I, en la que Amalia García estuvo acompañada por el entonces alcalde capitalino Cuauhtémoc Calderón Galván, y amenizada por el cantante Cristian Castro no sucedió jamás.

Y si se canceló, entonces el concierto de Miguel Bosé, en el estadio Francisco Villa, un 16 de septiembre, como parte de su Papitour, con el que se cerró la festividad fue sólo un ilusión, un sueño que miles de zacatecanos tuvieron todos al mismo tiempo.

De inmediato nos vino a la mente una Alejandra Guzmán actuando gratis en el Teatro del Pueblo; o ese concierto en la Unidad Deportiva del rockero español Bunbury; o los dos días que Alejandro Fernández atiborró el palenque de la Feria. ¿Sería esto acaso producto de la imaginación colectiva?

Esa edición de la Feria Nacional de Zacatecas ya no fue organizada por la empresaria Dolores Serna, quien renunció después de cuatro años al frente del Patronato. Al cargo llegó Rodolfo Salmón, quien se desempeñaba como subsecretario de Turismo. Él sacó adelante el evento en el que, en la mayoría de los conciertos, se pudo ver a la entonces gobernadora Amalia García Medina. Pero también  a miles de zacatecanos disfrutando como cada año.

¿Por qué entonces el todavía inquilino de La Casa de los Perros mintió de esa forma?

El problema no es que para Miguel Alonso esa edición 2009 no haya existido porque se padecía «una realidad dolorosa de temor generalizado», el inconveniente viene cuando nos preguntamos qué tan cierto resulta entonces todo lo que leyó ante el secretario de Salud, José Narro, quien estuvo en primera fila como representante de Enrique Peña Nieto.

Si fue capaz de desaparecer de un plumazo una festividad que duró dos semanas, y de la cual hubo miles de testigos ¿Qué otras mentirillas habrá contado durante su VI Informe de Gobierno?

Por lo pronto, durante toda su intervención, nos dejó claro que a seis años, el todavía inquilino de La Casa de los Perros no ha podido superar esa animadversión en contra de la perredista, quien estuvo más presente que nunca en cada línea que Miguel Alonso leyó nervioso.

El gobernador en su despedida pidió hacer un ejercicio de memoria para recordar –otra vez–, «el miedo que todos padecimos en esos años que por fortuna juntos logramos superar». Lo malo de la situación es que también recordamos que en el 2010, cuando compartió sexenio con la perredista, se contabilizaron 111 homicidios dolosos; y ya para el 2015 fueron 232. En este 2016, que aún no concluye, van 196.

Pero no importa porque antes, las familias zacatecanas tuvieron que cambiar sus hábitos de vida ante el temor justificado de ser agredidos; ahora «salimos más tranquilos a las calles», y eso que el Sistema Nacional de Seguridad Pública nos informa que los secuestros en Zacatecas no descendieron, al contrario, se fueron a la alza.

De lo que sí no había necesidad señalar era que en su sexenio se quintuplicó el número de elementos de la Policía Estatal, pues de 200 se pasó a mil, y es que de eso fueron testigos los invitados pero, sobre todo, los maestros que fueron golpeados por estos mismos elementos bajo la mirada de aprobación del secretario de seguridad pública, Jesús Pinto, a las meras puertas de Ciudad Administrativa.

Como sucede cada seis años, y sucederá dentro dentro de cinco, los gobernadores salientes sueles ser desairados por sus antes amigos, por ello no sorprendió que Rafael Moreno Valle, de Puebla; Roberto Borge, de Quintana Roo, y César Duarte, de Chihuahua, hubieran cancelado su asistencia.

Tampoco se vio al líder nacional del PVEM, Carlos Puente Salas; ni a Pedro de León Mojarro.

Lo que debemos agradecer todos los habitantes de Zacatecas es que, como la casa se entregará limpia, con una deuda manejable, en paz y en movimiento, el próximo gobernador, Alejandro Tello Cristerna, no repetirá en cada una de sus intervenciones que la culpa fue del anterior. Un gran alivio.