La Casa de los Perros: La inútil comilona fifí
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
A sólo unos días de que el inquilino de La Casa de los Perros rindiera su primer informe de actividades, y luego de que Estados Unidos incluyera a Zacatecas en la lista de las entidades mexicanas a las que no recomienda viajar debido a los altos niveles de violencia, el embajador en México, Ken Salazar, fue invitado por el senador Ricardo Monreal Ávila, a conocer el estado.
Fue tanto el alboroto que ocasionó la visita del diplomático extranjero a Zacatecas, que la nueva gobernanza decidió tirar la casa por la ventana para recibirlo.
Para este cometido, la Jefatura de Oficina del Gobernador destinó un presupuesto de 180 mil 330 pesos, según oficio DUT/107/2022, con fecha del 20 de octubre del presente año.
Así, y con el afán de que el ilustre visitante pudiera caminar sin ser molestado por las calles del Centro Histórico, se decidió que ese día, violentando el libre tránsito de los mexicanos, la Secretaría de Seguridad Pública mandara cerrar y blindar «la Avenida Hidalgo hasta la calle Juan de Tolosa, en un horario de las 14:00 a las 16:00 horas, para que pasara el C. Gobernador David Monreal Ávila y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar», confirma el oficio SSP/DPSV/UJV/1929/2022.
Y es que luego de la fructífera reunión en La Casa de los Perros, en donde, según confirmó la Coordinación de Comunicación Social, se esbozó lo que después sería un fracasado convenio de colaboración entre Estados Unidos y Zacatecas, la caminata era obligada.
La intención, muy absurda, por cierto, era demostrarle a Ken Salazar que Zacatecas es super seguro y que todos, con alegría, pueden visitarlo sin temor a quedar en medio de una balacera, sin ver pasar a un perro con una cabeza humana en el hocico, o ser testigo de una caravana de jerezanos abandonando su vida en la comunidad que los alberga.
Pero el andar rodeado de escoltas por las calles adoquinadas tenía otro propósito, llegar al Museo Rafael Coronel en donde ya se tenía dispuesta una comida en honor del distinguido visitante y su comitiva.
La Secretaría de Administración, según el oficio UTR/201/2022, con fecha 21 de octubre del presente año, aseguró que para elegir al proveedor de esta comilona se recibieron tres propuestas: la de Fernando Zamudio Somohano, por 83 mil 820 pesos; la de Rutila Rodríguez Rodríguez, por 77 mil 586 pesos, y la ganadora, Ma. de Jesús Longoria Estupiñán, por 76 mil 200 pesos. Precios sin IVA.
Así, Longoria Estupiñán se encargó de coordinar a 16 meseros que sirvieron una tabla individual de charcutería que incluía, como de que no, queso de la región, tunas, ate de membrillo, chicharrón, bolillo horneado en horno de piedra y jamón serrano. ¡Rediez!
También, para que no hubiera queja alguna, se sirvió una entrada de tunas y, después, una sopa de frijol con queso de Monte Escobedo y tropezón de chicharrón. ¡Ay, ay ay!
Como plato fuerte, nada como un chamorro de cerdo en adobo con ensalada de nopales, cazuelita de arroz blanco con vegetales y mantequilla.
Claro que también hubo postre, y esto era a escoger entre una tartaleta de manzana con helado de Jerez, un pastelito de chocolate, una gelatina de coco y mezcal, o un pastelito de elote también con helado de Jerez. ¡Pura delicia!
Para aquellos a los que no les gusta la carne había opción vegetariana que consistía en un chile relleno con queso de Monte Escobedo y aderezo de miel con cazuelita de arroz blanco con vegetales y mantequilla. ¡Para chuparse los dedos!
Para bajar la comida hubo refrescos y agua de xoconostle. No se informa del consumo de bebidas alcohólicas de ningún tipo.
A los zacatecanos, además de los 762 pesos por cubierto, esta visita también les costó 91 mil 938 pesos que se pagaron a Fernando Zamudio Somohano por la renta del mobiliario y las flores que adornaron las mesas, según informó la Jefatura de Oficina del Gobernador.
Este proveedor llevó al Museo Rafael Coronel, 12 troncos y conjuntos de floreros con follajes y flores, así como cinco mesas redondas y 12 mesas rectangulares con sus respetivos manteles de lino, además de 55 sillas avantagarde y otras 55 sillas madera crossback, además de platos, cubiertos, copas y vasos. También 12 pérgolas parasoles campestres con cuello de manta. ¡Pura cosa bonita!
La Secretaría de Administración informa además que no se contrató a ningún grupo norteño, banda, mariachi o conjunto de niños cantores para amenizar la suculenta comida.
En otro oficio, el UTR/114/2022 con fecha 20 de octubre, se asegura que Ken Salazar y su comitiva se fueron de Zacatecas sin recibir un obsequio personal por parte del gobernador David Monreal Ávila, porque al menos la Secretaría de Administración, dice, no tiene atribuciones para ello. Lo mismo aseguraron en la Secretaría General de Gobierno, Turismo, Secretaría de Economía, Finanzas y Desarrollo Social.
Al final de cuentas, el que la nueva gobernanza pagara el equivalente a 107 becas mensuales para el Bienestar «Benito Juárez», para ofrecer un banquete fifí no tendría mayor relevancia sino se tratara del hecho de haber utilizado recursos públicos única y exclusivamente para alimentar a los cuates.
Según la lista de invitados, entregada a regañadientes por la Jefatura de Oficina del Gobernador, a través del oficio DUT/111/2022 con fecha 20 de octubre, los asistentes fueron desde el presidente del Tribunal de Justicia del estado, hasta diputados de Morena, una diputada de Nueva Alianza, la única legisladora del Verde Ecologista, seis alcaldes con la marca de la casa (Fresnillo, Guadalupe, Jerez, Ojocaliente, Villanueva y Zacatecas), además de integrantes del gabinete y funcionarios de la 4T de Andrés Manuel López Obrador.
Se aclara que, a esa, a la que nadie le corre, también llegaron «personas» de la sociedad civil, es decir, el pueblo con el que, aseguró en comunicado de prensa, Ken Salazar, se reunió, pero que al no ser funcionarios públicos, la dependencia alegó que no podía dar a conocer sus nombres. ¿Cuánto pueblo asistió? Eso no se detalló.
Otra cosa bien rara. Mientras en el oficio DUT/111/2022 se ventila parcialmente la lista de invitados, en otro, el DUT/112/2022 fechado el 20 de octubre, se aclara que al menos en los archivos de la Jefatura de Oficina del Gobernador, esa información es INEXISTENTE, así, con mayúsculas, pero que después de una búsqueda super exhaustiva, el despacho del gobernador, mediante el memorándum JOG.132/2022, sí acepta que hubo una lista, la cual, gracias al Facebook e Instagram, fue revelada el mismo día de la comilona.
Pero lo malo del asunto es que el gasto del equivalente a 94 pensiones mensuales para los adultos mayores, en dar de comer a funcionarios, diputados y amigos, al final de cuentas se fue a la basura, pues Ken Salazar, después de comer su chamorro adobado, subió al avión sin avisar que, a pesar del tour, Zacatecas se incluiría nuevamente en la lista de entidades a la que los ciudadanos estadounidenses tienen recomendado no viajar.
Y peor aún, cuando el embajador regresó por segunda ocasión a Zacatecas, colaboró a meter en tremendo embrollo a su gran amigo el gobernador David Monreal a quien, al final de cuentas, de esta distinguida visita sólo obtuvo un regaño desde La Mañanera, por parte del presidente López Obrador.
Muy listillo
El alcalde de Guadalupe, el experredista, expriista y hoy morenista Julio César Chávez Padilla, ocupado en todo menos en lo que debe, no pudo hacer bien su trabajo y, tras cuatro años en el cargo, sólo consiguió que ahora el IMSS le avise que embargará las cuentas bancarias del ayuntamiento porque debe 203 millones, 385 mil 584 pesos.
Si el adeudo institucional lo dejaron los de las herencias malditas –recordar que él fue secretario de Gobierno en Guadalupe, en esos ayeres– eso es algo que ni al IMSS, ni a los habitantes les interesa, y menos cuando tuvo cuatro años para ponerse a mano o buscar una solución.
Ahora, como sabe que este fin de año será muy malo, y el que viene peor, y que nadie en la 4T parece le tenderá una mano, decidió adelantarse a las acciones del IMSS y corrió a vaciar las cuentas en los bancos «para garantizar el correcto funcionamiento de la ciudad».
Así, Chávez Padilla ordenó adelantar pagos a proveedores de servicios, así como la nómina de los trabajadores. ¡Faltaba más!
Eso sí, el alcalde de Guadalupe no omitió presumir en un boletín de prensa, el hecho de que «al unísono» los más de mil 800 trabajadores «le pidieron» no desistir jamás en su férrea lucha por justicia y meter a la cárcel a esos malos funcionarios. Vaya, vaya…
Olvida el aspirante a senador que el día que deje de pagar a esos mil 800 trabajadores, al unísono, pedirán también que lo encarcelen a él. ¿O no?
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