La Casa de los Perros: La culpa no es del mensajero

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Zacatecas vivió ayer, otra vez, un día violento. Para iniciar podemos comentar que desde temprana hora se reportó cómo un grupo de hombres armados llegaron a la comunidad de Toribio, en Calera de Víctor Rosales. Ahí, ellos se pasearon en sus camionetas por las calles del pueblo y lanzaron disparos al aire dejando herida a una menor de edad que fue trasladada al hospital para recibir atención médica.

Al final, el recuento del terror sumó ocho ejecuciones. En la colonia Ojo de Agua de la Palma, en Guadalupe, mataron a dos hombres que fueron identificados por sus familiares en el mismo lugar de los hechos. Vaya drama.

También en Guadalupe, cuyos índices de violencia se incrementan cada día, un trabajador de una arenera, en la comunidad de La Zacatecana, fue asesinado a balazos cuando realizaba su trabajo.

En la vía pública de la colonia Emiliano Zapata, en Fresnillo, un joven fue ultimado a balazos. Ahí quedó su cuerpo expuesto mientras llegaba la autoridad. No podemos dejar de lado cómo en la hierba seca en el acceso principal a la cabecera municipal de Morelos, quedó el cuerpo de otro hombre que también fue acribillado mientras conducía su motocicleta.

Ya entrada la noche, y a tan sólo unos metros de su casa en la calle Azcapotzalco, en la colonia Lázaro Cárdenas, de la capital, mataron a dos hombres más en presencia de sus familiares.

No por nada, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal ubicó a Zacatecas en el tercer lugar de una lista de las ocho ciudades más violentas del mundo, codeándose con Zamora y Ciudad Obregón, que ocupan los dos primeros lugares, para seguir el recuento con Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada y Uruapan.

De ahí que los actos de violencia que se suceden día a día en Zacatecas no pueden ocultarse, eso sería muy irresponsable. La ciudadanía tiene todo el derecho a estar informada, aunque en la tarea sean muchos los riesgos que se corran.

De hecho, el inquilino de La Casa de los Perros se declaró férreo defensor de la libertad de expresión cuando, en apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador que fue multado por violentar la Ley Electoral, escribió un tuit que rezaba más o menos así: “no se puede coartar nuestra libertad de expresión y el libre derecho a informar a la ciudadanía como servidores públicos que somos”.

Entonces ¿qué pasó? Porque la acusación que lanzó a los medios de comunicación, ya sean de aquí o de allá, de convertirse en “promotores de las organizaciones criminales” por informar y difundir las escenas de violencia producto de la disputa de los grupos del crimen organizado en la entidad, sin duda se trató de un resbalón que, otra vez, pone al gobernador David Monreal Ávila en el ojo del huracán.

Decir que, textual: “ellos ahora sí que es un crimen organizado y que hacen sus escenas, hacen sus estrategias, como los videos que difunden, que promueven, que en el fondo luego tienen la intención, y lo logran, de intimidar a la sociedad”, sin lugar a duda fue un error que deberá corregir Monreal Ávila.

Lanzar acusaciones tan serias y sin presentar prueba alguna de sus dichos, además de calificar de “falsos redentores” a los medios de comunicación, a todos, porque nunca dio nombres, como quien dice, generalizó, no abona a que el clima en Zacatecas mejore. Al contrario, polariza.

David Monreal, como un hombre de bien que es, seguramente corregirá este error, saldrá a pedir una disculpa pública y con su trabajo diario demostrará que su intención no es dividir a la sociedad, ni poner en riesgo a los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación. Sería una locura siquiera pensarlo.

Porque se debe dejar en claro una cosa: la culpa no es del mensajero.

Despedidos

Malas noticias llegan desde la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que supuestamente encabeza Adolfo Marín, luego de que algunos elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) fueron cesados tras participar en las manifestaciones del pasado 19 de marzo.

En esa ocasión, las instalaciones de la SSP se mantuvieron tomadas por dos días debido a que, denunciaron los policías, las condiciones laborales no son las mejores, además de que hay abuso de parte de los altos mandos, sin dejar de lado las amenazas de muerte y la desatención en homicidios de agentes.

Se supo que al menos siete de los 10 uniformados que participaron en la mesa de diálogo del 20 de marzo son los que han sido víctimas de represalias. Por esta razón, este día, otra vez, la SSP está tomada.

Para contrarrestar

La imagen que actualmente tiene Zacatecas en el país es muy, pero muy mala. Los turistas tienen miedo de pasear por las calles del Centro Histórico, o ir a comer una tostada al Pueblo Mágico de Jerez, por ejemplo.

Por ello, desde la capital, el alcalde Jorge Miranda Castro ha puesto manos a la obra y arrancó una estrategia para contrarrestar esa imagen que la inseguridad ha dejado tras de sí.

La campaña promocional: “En la capital estamos listos. Arriba lo bueno”, explicó el alcalde, tiene como objetivo generar confianza en los habitantes y visitantes nacionales y extranjeros, todo de cara al próximo periodo vacacional.

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