La Casa de los Perros: La cuenta pendiente de la nueva gobernanza en Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
En una quincena, Zacatecas ha sido testigo de la desaparición de dos trabajadores de la salud.
Del médico César Herrera Juárez, quien desapareció el sábado 28 de octubre mientras se dirigía a su trabajo en el Hospital Rural de Tlaltenango, no se sabe nada.
Felizmente, Edgar Enoc Cabrera Sandoval, el paramédico y voluntario en la tragedia que todavía viven en Acapulco, tras el paso del huracán Otis, logró escapar de sus captores y ya se encuentra en casa.
La movilización que pobladores del municipio de Tabasco llevaron a cabo, con el cierre de la carretera federal 54, justo a la altura de ese municipio, orilló a las autoridades a enviar comunicados de prensa y hasta publicar videos en sus páginas de Facebook.
El joven escapó y por ello, los elementos que integraban los operativos lo encontraron vagando por un camino de terracería por el rumbo de El Jagüey, en el municipio de Villanueva.
Una historia con un final feliz.
Pero lo mismo no pueden decir los familiares de César Herrera Juárez, un médico de 43 años, cuya tez morena clara, ojos cafés claro, nariz regular, complexión delgada y estatura de 1.68 metros, no han podido volver a ver.
El 2 de noviembre se publicó la ficha de búsqueda por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado, pero hasta hoy no hay noticias de él.
Como tampoco de Eleazar Ibarra González, de José Guadalupe Prado Ibarra, o de Eleazar Rivera Arellano.
Ellos forman parte de la larga lista de 38 desaparecidos cuyas fichas fueron publicadas del 3 de noviembre a la fecha, que también integran Isaac Cid Félix, Gabriel Ochoa Córdova, y Óscar Santiago Guerrero Vázquez.
Para ellos no hay comunicados de prensa ni videos, como tampoco para Jesús Macías Chávez, Eleazar Rodríguez Ramírez y Brayan Fernando Márquez Rodríguez.
Porque las familias de Inocencio Pizaña Ramírez, Emanuel Arguelles Lira y José Rodolfo Saucedo Rodríguez quizás no han alzado la voz tan alto para ser escuchados.
O puede ser que aquellos que esperan a Jesús Samuel López Villegas, a Jesús Antonio Ramírez Cruz, y a Ricardo Hinojoza Marín, no han tenido el apoyo necesario para cerrar una calle o una carretera.
Aun así, a Talia Yetzel Rangel Hurtado, a Pedro Pinedo Díaz, y a Fabián Atenas de León, sí los quieren ver de regreso.
Porque la emoción de los padres del paramédico localizado ayer sería la misma que podrían expresar los de Sebastián Delgado, de René Rodríguez Ramírez, o de Alberto Salamanca García.
Y los aplausos que recibió el enfermero, al bajar de los autos de la policía, también podrían recibirlos Jennyfer Mandujano Martín, José Humberto Márquez Ulloa, o Francisco Guadalupe Esquivel Pérez.
Pero la lista sigue, y sigue con Antonio García Loredo, Esmeralda Ramírez Ríos y Julio Hernández Lara.
Pero lo peor es que continua con Juan Daniel Guerrero Muñiz y los hermanos Guillermo y Dagoberto Acevedo Treto.
La cuestión es que, el mismo empeño que las autoridades han puesto en la resolución de “hechos de la mayor relevancia para el Gobierno del Estado”, como lo dijo el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, se espera se imprima en los de Víctor López Monsiváis, Kevin Adrián Covarruvias e Isabel Victorio Acuña.
O, ¿por qué no?, en los de Salvador Macías Alvarado, Patricio Rivera Castruita y Vanesa Isabel Muñoz Palacios.
Esta lista del terror zacatecano, que finaliza con Erasmo Soto García y Luis David Domínguez, y que terriblemente se armó en 13 días, algo así como tres desaparecidos diarios, es una cuenta pendiente de la nueva gobernanza que no puede cantar victoria mientras cada uno de ellos no esté en casa.
A la Mañanera
La decisión de Saúl Monreal Ávila, de aspirar a un escaño en la Cámara Alta, llegó hasta La Mañanera, el show cómico-musical que diariamente ofrece el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la función de ayer miércoles, uno de los reporteros que ahí acuden cuestionó al inquilino de Palacio Nacional sobre el hecho de que los hermanos Monreal Ávila se hayan dedicado a brincar entre cargos públicos hasta ser, dos de ellos, gobernadores de su natal Zacatecas.
Sin más, López Obrador aclaró que hoy que vivimos alegres la cuarta transformación: “Quien decide es la gente. Hay libertad para que se vote y se decida. No hay dedazo, no hay consigna de apoyar a nadie, es el pueblo el que manda”.
Y remató que ahora, no cuando los neoliberales y los conservadores hacían de las suyas, la gente participa más, pero aclaró que nade debe pensar que “el pueblo es tonto”.
Influenza al ataque
En el país, la influenza estacional ha llegado con todo y en Zacatecas ha dejado ya la primera defunción, un joven de entre 25 y 29 años que presentaba comorbilidades de tipo cardiológico
Desde octubre a lo que va de noviembre, en México se han confirmado mil tres casos y 11 defunciones por esta enfermedad, según la Secretaría de Salud.
Del total de contagios, 73 por ciento corresponden a Influenza AH1N1; 16.8 por ciento a la del tipo B; 9.6 por ciento a influenza A, y 0.6 por ciento son de H3N2.
La cuestión es que Zacatecas aparece entre los tres primeros estados con más contagios. El primer lugar se lo lleva con 249 contagios confirmados, Nuevo León; le sigue Zacatecas, con 144, y la Ciudad de México, con 78.
Y claro está que Zacatecas ya aparece en la lista de las entidades en donde se ha registrado una defunción: Campeche, Colima, Chihuahua, Ciudad de México, Hidalgo, Nuevo León, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Yucatán y Zacatecas.
Recordemos que, hasta el momento, la población más afectada incluye a los bebés menores de 1 año, el grupo de 50 a 54 años, y los adultos mayores de 60 a 64 años, de ahí que las personas con mayor riesgo de enfermar de gravedad se vacunen.
Los especialistas han dicho que la vacunación reduce en 41 por ciento el riesgo por muerte cardiovascular en adultos mayores, y en 24 por ciento el riesgo de muerte en el paciente que vive con diabetes, pues tiene seis veces más peligro de hospitalización por influenza.
En Zacatecas, hasta el momento, según la Secretaría de Salud local, se han aplicado 110 mil 426 dosis de vacuna contra el virus de la Influenza AH1N1, algo así como el 22 por ciento del total a aplicar durante la temporada invernal, que concluye el próximo marzo.
Como quien dice, a esta campaña le hace falta mucho empuje.
Los que ya se vacunaron pueden salir felices y sonreír, los que no, más les vale lo hagan, digo, para que no formen parte de las estadísticas y luego les digan que vamos requetebién…
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