La Casa de los Perros: La corrupción en el Fondo Minero
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
A ninguno de los asistentes a la instalación del Comité de Desarrollo Regional para Zonas Mineras del Estado de Zacatecas le sorprendió el enérgico tono que el inquilino de La Casa de los Perros utilizó para referirse a los actos de corrupción que hicieron del Fondo Minero, una mina de oro para unos cuantos.
Y es que son «seis o siete» los alcaldes que amargamente se quejaron con el gobernador Alejandro Tello Cristerna, de las fuertes presiones que recibieron de parte funcionarios –la mayoría de la Sedatu, según trascendió–, para que eligieran determinadas constructoras consentidas.
Alejandro Tello no quiso balconear a los presidentes municipales quejosos, pero al menos dos de ellos, Gregorio Macías Zúñiga, de Mazapil, e Ignacio Castrejón Valdez, de Sombrerete, durante el evento en el Centro Platero, sí reconocieron haber sido víctimas de presiones. Aunque se negaron a denunciar abiertamente a los funcionarios.
Lo que sí dijeron es que los intentos de influir en sus decisiones no habían llegado de manera directa de parte de los delegados federales, ya que en la mayoría de los casos, deshonestos personeros se encargaron del trabajo sucio.
Por lo pronto, el gobernador ya dijo que no sólo la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior del Estado y la Federación han iniciado las investigaciones correspondientes, sino que de su parte se presentarán las denuncias necesarias, trátese de quien se trate.
Y es que al platicar con los medios de comunicación, se negó rotundo dejar a salvo a la administración de su amigo Miguel Alonso Reyes, pues dijo que «pudiera ser» que estos actos de corrupción en el Fondo Minero tuvieran ahí su origen.
Con esto, los que quedan muy mal parados son el ex secretario de Economía y hoy secretario del Campo, Adolfo Bonilla Gómez, y el ex alcalde de Fresnillo, Gilberto Dévora Hernández. Ellos encabezaron en Zacatecas, el primer Comité de Desarrollo Regional para las Zonas Mineras.
Este encargo recae ahora, malamente, en manos de la cara vieja más cuestionada de la actual administración: Francisco Ibargüengoytia, titular de Sinfra. Está responsabilidad la comparte con José Haro, alcalde de Fresnillo, quien defenderá los intereses de los municipios en dicho Comité.
Los zacatecanos tienen la esperanza que este discurso contra la corrupción no se trate sólo de una promesa como las que dijo Tello Cristerna, había hecho el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump y que, según nuestro inquilino, al ser lanzadas al calor de la elección, bien fácil se podían olvidar.
Pero, mientras tanto, los ojos vigilantes de Tello Cristerna están puestos en todos y cada uno de sus funcionarios, no debe quedar duda, de ahí que durante una entrevista que le armaron en el canal de televisión oficial, reveló que la primera licitación que el Gobierno del Estado lleve a cabo sería, «Primero Dios», transmitida en vivo y directo para que todo el pueblo zacatecano, o al menos los que tienen acceso a esa mínima señal, sean testigos fieles.
Tiran la piedra
A quien seguramente no le quedaron ganas de subir a Tribuna en un buen tiempo fue a la diputada del Verde Ecologista, Julia Olguín, quien sintió en carne propia lo que implica soltar denuncias torpes y mal informadas contra quien resulte.
Ella, muy feliz, acusó a «algunos» diputados de no asistir a las reuniones de Comisiones, cuando, según le espetó directo la petista Geovanna Bañuelos, tampoco ha asistido en algunas ocasiones, porque, después intentó disculparse, tiene la obligación de viajar constantemente a Estados Unidos a «atender personalmente» a los migrantes.
Luis Medina Lizalde también arremetió en contra de ella y la diputada fresnillense Guadalupe Flores, al revertir su señalamiento y desvelar que los diputados de la bancada del PRI, constantemente piden permiso o intentan posponer sesiones, para ir de damas de compañía del gobernador.
Difícil resulta hacer señalamientos a la ligera cuando, igualmente, se ha caído en los mismo supuestos que con las vestiduras rasgadas intentan, sólo intentan, denunciar.
Por lo pronto, el pueblo de Zacatecas está a la espera de que tanto Julia Olguín como Guadalupe Flores, hagan los extrañamientos que quieran, pero con los nombres de los flojos, de los que boicotean y de los que no quieren el desarrollo del estado, en la mano, porque es muy fácil lanzar la piedra y después esconder la mano.
Nos vemos el lunes
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