La Casa de los Perros: La corrupción en el Cobaez
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
El Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez), cuya permanencia se puso en vilo tras un tuit compartido por el inquilino de La Casa de los Perros, y con ello la atención educativa de más de 17 mil jóvenes estudiantes, la mayoría de escasos recursos, los que deben ser cuidados para que no se involucren con los grupos delictivos, ahora dicen vivirá una nueva etapa.
Con un nuevo organigrama, que implicó la reducción de 37 a 22 puestos de personal de confianza autorizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), de los que 15 estaban adscritos a las Oficinas Generales, se esperan ahorrar algo así como 11.2 millones de pesos.
Según el director general, Rafael Sánchez Andrade, esos cargos antes sí eran necesarios, ahora no, aunque bien a bien nunca explican por qué ya no son útiles, si se supone que la matrícula nunca ha dejado de crecer.
Pero lo importante, dicen todos menos los que fueron eliminados del tal organigrama, es que al menos 5.5 millones de pesos anuales ahora sí se destinarán a pagar lo quien debían pagar desde siempre: las obligaciones con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado de Zacatecas (Issstezac).
En el entramado de corrupción que se vive en el Cobaez, hoy se decidió para dar estabilidad financiera a esta institución educativa, eliminar el concepto 24, que no era otra cosa que una compensación sin sustento que se entregó con singular alegría siempre. A partir de la primera quincena de febrero en los recibos ya ese dinero no apareció y ahora otros cinco millones de pesos al año se suman al ahorro.
La reestructuración implica que una Secretaría General desaparece y permanecen activas dos direcciones: la administrativa y la académica; van para afuera tres de las cinco coordinaciones de zona y nueve de las 18 jefaturas de departamento que anteriormente operaban.
Y como traen muchas ganas de arreglar las cosas en el Cobaez, ahora sí habrá evaluaciones internas del desempeño administrativo, lo que se supone deberían haber hecho siempre y no esperar a recibir el calambre por parte del gobernador Alejandro Tello Cristerna.
Para entregar en propia mano un Facsimil, es decir, una copia fiel de la Constitución Mexicana, a Tello Cristerna, llegó a Zacatecas el secretario de Salud y ex rector de la UNAM, José Narro Robles. La intención pareciera ser que más que un compromiso que se cumple en todas las entidades, un llamado a recordar que hay caminos que se deben cruzar sin desviarse.
La cuestión es que este funcionario, a quien candidatean hasta para jefe de manzana, juró y perjuró que Enrique Peña sí tiene un compromiso con Zacatecas y que lo va a cumplir. Cuándo, eso sí que quién sabe, porque hasta la fecha, nada de nada.
Con una bola de cristal bajo el brazo, Narro Robles aseguró además que pronto la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dará su resolución, lo que sólo él sabe ya que actualmente hay 295 controversias pendientes de resolución, y unas son tan viejas que datan del 2012. Pero si el funcionario federal dice que ya mero, pues le creemos.