La Casa de los Perros: la alamante crisis forense en Zacatecas al descubierto

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Un verdadero horror, una enorme tristeza y una gran impotencia fue lo que la valiente madre buscadora Virginia de la Cruz mostró como el verdadero Zacatecas. No ese de las cifras alegres.

Enferma, tras ocho meses de enorme pena tras la desaparición de su niño, esta mujer se presentó en el Foro de Consulta Ciudadana para Analizar la Viabilidad Técnica y Financiera de la Reforma del Issstezac.

Ante la indolencia de los diputados, y la sorpresa de los jubilados y pensionados asistentes a la reunión, Virginia de la Cruz denunció que

buscó ocho meses a su hijo desaparecido, pero jamás le notificaron que su cuerpo yacía sin vida en el Servicio Médico Forense (Sefemo) desde el 30 de noviembre.

“Duró ocho meses ahí en la Semefo. Iba yo y preguntaba y preguntaba por mi niño, y nunca me daban razón, cuando mi hijo llegó el mismo mes que desapareció”.

Ella no sólo aportó a la Fiscalía General de Justicia del Estado su ADN, sino también sus datos generales para que le avisaran de cualquier novedad. Eso sí, jamás dejó de insistir, de preguntar, de buscar a su muchacho de sólo 21 años.

Con un profundo dolor en el alma, el mismo que la hizo desfallecer tras su intervención en el Congreso del Estado, y luego de haber enterrado el pasado sábado a su muchacho, Virginia de la Cruz denunció la negligencia con la que se actúa en Semefo.

La guadalupense dijo que había acudido a solicitar ayuda a los diputados locales y al mismo inquilino de La Casa de los Perros, pero jamás le hicieron caso. Siempre la ignoraron.

La mujer dijo haber trabajado durante 25 años como policía preventiva en el municipio. Y relató: «salía con mi uniforme orgullosa y la gente me respetaba. Sé cómo se trabaja en esto, pero ahora todo es corrupción. Solo les interesa el dinero mientras las familias están destrozadas».

Ante el escándalo, la Fiscalía emitió un “comunicado” de cuatro líneas que publicó en su página de Facebook, en el que aseguró que ahora sí va a investigar “para esclarecer tal situación y, en caso de responsabilidad u omisión, sancionar al servidor público”.

También la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) dijo que ante el testimonio de la madre buscadora inició una queja de manera oficiosa, “para investigar la presunta responsabilidad de las autoridades señaladas”.

Porque resulta que tienen que ventilarse estos vergonzosos hechos para que las autoridades se pongan a trabajar, y dejen de juguetear en la oficina, como la misma Virginia lo reveló.

En las primeras horas de este viernes, el colectivo Sangre de mi Sangre publicó una carta abierta al pueblo de Zacatecas, en el que dejan en claro que lo sucedido a Virginia de la Cruz es sólo un reflejo de una crisis generalizada en México y Zacatecas.

Revelan que, en el México de la 4T, el de los otros datos de Andrés Manuel López Obrador, hay más de 115 mil personas desaparecidas, mientras que en el Zacatecas de la nueva gobernanza hay entre tres mil 800 y cuatro mil personas desaparecidas.

Pero lo más terrible de la situación, algo que dejó ver en su lastimosa queja Virginia de la Cruz, es que en el país habría más de 52 mil cuerpos sin identificar. En Zacatecas la cifra sería de 952 cuerpos.

De los cuatro panteones forenses en Zacatecas, el de «La Resurrección», en Fresnillo, alberga el 58 por ciento de los cuerpos, y el resto están en los panteones de Guadalupe, «Jardines del Recuerdo» en Zacatecas, y el municipal de Jerez.

Otros más, como lo supo muy tarde Virginia de la Cruz, yacen en las atiborradas cámaras frías.

Esta situación, el colectivo Sangre de mi Sangre la califica sin tapujos como “una crisis forense de magnitudes alarmantes”.

Hoy en día, lo sabemos con contundencia, es fallida la implementación del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense en Zacatecas, así como la falta de una política estatal de búsqueda que contemple la identificación forense.

Además de que la falta de capacidades para hacer frente al tamaño de la crisis, y la opacidad con la que se maneja la política de identificación, es pavorosa.

A todo esto, se debe sumar el hecho de que las familias son maltratadas por los ineficientes funcionarios que terminan revictimizando y criminalizando a las madres, a los padres, a los hijos, a los hermanos, a los abuelos.

El colectivo Sangre de mi Sangre señala que es un patrón lo denunciado por la valiente Virginia de la Cruz, el no aviso ni notificación a las familias de los procesos de identificación. Pero las familias tienen miedo, saben que no cuentan con el apoyo de la autoridad y por ello no pueden denunciar como lo hizo esta zacatecana.

Lo más aterrador es que esto no es un caso aislado, porque el hecho de que nadie le haya prestado atención a dicha realidad no quiere decir que no exista.

Pero lo importante hoy es alegrarnos porque, a pesar de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos ofrece tres mil dólares a quien dé informes para localizar a José Luis Muro del Real, quien habría secuestrado en Zacatecas, los vecinos dejarían de incluir a la entidad en las alertas de viaje.

Porque después de la visita del embajador Ken Salazar, a quien este secuestro parece habérsele olvidado, la alegría llegó a Zacatecas con la venia de los norteamericanos.

Tanto que hoy, el dolor de quienes padecen la inseguridad se olvidará porque la Feria Nacional de Zacatecas está a la vuelta de la esquina. ¡Albricias!

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