La Casa de los Perros: Impuestos ecológicos, la tabla de salvación
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
En su último reporte, el Comité de Análisis de HR Ratings de México ratificó a Zacatecas la calificación HR-A, con perspectiva estable, debido al desempeño fiscal reportado al mostrar una reducción en el Gasto Corriente y el fortalecimiento de los ingresos de Libre Disposición a través del cobro y fiscalización de los Impuestos Ecológicos.
Aunque hayan sido los de antes, que al final siguen siendo los de hoy, la visión del alcalde de Zacatecas, Jorge Miranda Castro, y del secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, como principal operador de los Impuestos Ecológicos, según la calificadora de valores, la entidad logrará mantener un perfil decreciente de la Deuda Neta Ajustada.
Claro que esto también habrá que agradecérselo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se decantó a favor de la implementación de los Impuestos Ecológicos y dictó sentencias sobre amparos promovidos, lo que al final ha terminado por impactar de manera positiva la recaudación local, algo que se agradece luego de que tuviera una disminución considerable debido a los daños que ha dejado en la economía, la pandemia del coronavirus.
El nuevo gobierno de Zacatecas, debido al maltrato en demasía que le propina el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador, no sólo tiene una esperanza de hacerse de recursos frescos gracias a las empresas obligadas a reportarse con los Impuestos Ecológicos, sino también a la población que hará lo propio, en los próximos meses, con los impuestos anuales que caerán como agua fresca.
De hecho, GoldCorp Peñasquito, luego del escándalo por su intención de hacerse de unos terrenos en Mazapil, con la ayuda del exgobernador Alejandro Tello Cristerna, intentó desviar la atención con la noticia de que ellos, en abril pasado, se reportaron con el pago de alrededor de 600 millones de pesos por concepto de Impuestos Ecológicos. Lo que al final es su obligación, pero se agradece porque al fin dejaron atrás los amparos y el regateo, lo que no han hecho otras.
Eso sí, los canadienses y estadounidenses de GoldCorp Peñasquito dicen y reconocen que este recurso llegó a las arcas de Zacatecas gracias a la negociación del mero mero de Finanzas, Ricardo Olivares.
Ni que estuviera loco
Lo suyo, lo suyo, es la grilla, y por eso el senador Ricardo Monreal Ávila, tras ser ninguneado por el presidente López Obrador, que no lo nombró como una de sus corcholatas favoritas para el 2024, no se amilana y por ello insiste en que la dirigencia nacional de Morena tiene, sí o sí, que transparentar los procesos de selección de los candidatos para definir quién será el abanderado para la contienda presidencial en 2024, por la vía del voto.
Claro está que el coordinador de la bancada guinda en el Senado de la República sabe bien a bien a lo que se arriesga si el método de selección de candidatos por parte de Morena es la encuesta. Vaya que lo sabe bien.
Por eso ahora, que el dedito de López Obrador no se inclina a su persona, jura y perjura que ese método de las encuestas, “está agotado y divide a los militantes”. ¿En serio?
Pero no crean que hasta ahí llegó. ¡No! Resulta que el exgobernador de Zacatecas dice ahora, no antes, obvio, que en Morena la falta de claridad y certeza en la definición de candidatos resulta ser el principal problema del partido, algo así como su talón de Aquiles, ya que divide y aleja a la ciudadanía. Y no se ría nadie, que es en serio.
Y como el divisionista Mario Delgado, por órdenes expresas de su patrón, el presidente de la República, reveló ya que existe la posibilidad de realizar tres encuestas, una principal y dos espejos, con el objetivo de seleccionar a los candidatos a la presidencia de la República para la anhelada elección del 2024, el pánico cundió en el fresnillense a quien alguien dijo, le llegó la hora de probar una cucharada de su propio chocolate.
Como este método de selección a Ricardo Monreal no le conviene ahora, dice que la opción debería ser realizar elecciones primarias que, aunque son procesos “pesados y difíciles, dejaría una mayor satisfacción a los ciudadanos”. Qué mal que esa posición no la defendiera antes… pues ni que estuviera loco.
Como debiera ser
Esta semana, otra vez, en el Gobierno del Estado padecerán la angustia al contar los días para que llegue la primera quincena de octubre. Y como bien a bien no se informó qué fue lo que al final se logró con la gestión en la Ciudad de México, porque como el discurso central fue culpar a los del PRIAN, a los del PRIAN, nadie supo al final en dónde quedó la bolita.
Lo que sí se sabe es que el inquilino de La Casa de los Perros se trasladaría a la Ciudad de México para conseguir lo que se tenga que conseguir, a menos que se esté dispuesto a que la ciudad quede paralizada otra vez.
Mañana, David Monreal Ávila cumple un mes al frente de la administración gubernamental y le urge reconciliarse con la sociedad, con los maestros, con los jubilados, con los pensionados, con los burócratas que han sido de los más golpeados. No puede ya quedarse sólo con lo que sus allegados y lambiscones le dicen al oído. Tiene que escuchar el sentir de los zacatecanos que hoy están molestos y decepcionados.
Muchos coinciden en el hecho de que “David ha cambiado”, pero la mayoría tiene la certeza de que aquel David Monreal alegre, humilde, sin visos de soberbia ni albergando venganzas malsanas y, eso sí, preocupado por el bien de Zacatecas, regresará de donde anda. Ojalá no se tarde.
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