La Casa de los Perros: Fiestas sin control
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Fue el 15 de octubre del 2015, cuando de manera jubilosa, el ahora ex director del Instituto Zacatecano de Cultura, Gustavo Salinas Iñiguez, anunció la apertura de un nuevo foro cultural: El Jardín de la Esculturas.
Para ello, plantó –él no verdad, sino los trabajadores– medio centenar de cipreses con la finalidad de «embellecer» este lugar que además alberga las esculturas que fueron realizadas con motivo de 450 aniversario de la ciudad de Zacatecas.
Y como el lugar se encontraba olvidado –eso dijo– a Salinas Iñiguez se le ocurrió la brillante idea de abrir a los zacatecanos el espacio para que se pudieran llevar a cabo eventos públicos o privados, en otras palabras, ahí se podrían realizar bodas, bautismos, XV Años y cumpleaños. Lo importante era que la falta de salón de fiestas fuera impedimento para la alegría.
Claro que esta idea no es nueva, pues desde hace ya varios años, los museos y plazas públicas han sido rentados a los zacatecanos para llevar a cabo comilonas a todo lujo. Los escenarios son inmejorables y no se deben desperdiciar.
Pero, con la llegada del gobierno diferente, lo menos que se esperaba era un total cuidado y respeto a los lugares emblemáticos, lo que al menos en la administración de Alfonso Vázquez Sosa, el nuevo titular del IZC, se veía como cosa obligada. Pero no lo fue.
Este fin de semana, el sábado para ser exactos, se llevó a cabo una gran boda que incluyó una decoración de primera, pero al concluir, los organizadores olvidaron limpiar el recinto, y tampoco hubo personal del IZC que les obligaran a dejar el Jardín de las Esculturas como Dios manda.
Sin duda, resulta urgente que se transparente el uso y usufructo de la renta de los espacios culturales, así como el reglamento al que deben estar sujetos los organizadores de las fiestas, pues de otra manera, cuando alguna obra de arte o un edificio resulten con daños, nadie sabrá ni a quién tirarle la bolita.
No lo expulsarán
El dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la entidad, Roberto Luévano Ruiz, dejó muy claro que como no hay pruebas de ninguna irregularidad que le achacan al ex gobernador Miguel Alonso Reyes, de ninguna manera iniciarán un proceso de expulsión.
Recalcó que las denuncias están en el ámbito especulativo, y por lo tanto no procede nada, es decir, mientras no haya un asunto legal, juzgado y procesado, ahí queda la cosa.
Luévano Ruiz expresó que en Veracruz, con el prófugo de la justicia Javier Duarte, sí hay pruebas suficientes, pero en Zacatecas «yo no las veo, no las he visto”. Para el líder priista, todo se ha tratado de campañas negras, algo que, dijo emulando a la secretaria general del tricolor, Carolina Monroy, «es algo que no se va a permitir». Lo único que le faltó al ex alcalde de Guadalupe fue decir cómo le hará para impedir que estas especulaciones continúen.
Con esta defensa, a capa y espada, no resulta difícil entender por qué Miguel Alonso Reyes se haya tomado su selfie muy feliz en el Autódromo Hermanos Rodríguez, este fin de semana, durante la realización del Gran Premio de México. Como dirían por ahí, el que nada debe…
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