La Casa de los Perros: En Zacatecas, a la buena de Dios en pandemia

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

A más de un mes de que iniciara el plantón de trabajadores del sector salud, y ocho meses din acuerdos, la incertidumbre entre los directamente afectados se acrecentó luego de que el inquilino de La Casa de los Perros adelantara que hoy daría un mensaje referente al Hospital de la Mujer en Fresnillo.

Los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Sección 39, fueron los primeros sorprendidos, ya que hasta la noche de ayer no estaban enterados si su lideresa, Norma Castorena Berrelleza, después de sus reuniones con los de la nueva gobernanza, léase el subsecretario Javier Reyes Romo, hubiera llegado a un acuerdo.

Mientras, la base trabajadora mantiene el plantón, a pesar de las inclemencias del clima, aunque, eso sí, cansados de esperar a que algún día, así sea por equivocación, se aparecieran en el lugar los presidentes del PRI, Enrique Flores Mendoza; del PAN, Verónica Alamillo Ortiz, y del PRD, Raymundo Carrillo Ramírez.

Ellos organizaron flamante conferencia de prensa, se llenaron la boca ofreciendo su “respaldo total” ante la falta de acuerdos y diálogo para conformar la plantilla de trabajadores en el Hospital que será transferido al IMSS-Bienestar, pero nada más.

También, felices escucharon a la regidora priista Laura Herrera exigir al Ejecutivo, en sesión del Cabildo de Fresnillo, su intervención en el asunto. Pero de ahí a que su representante popular se parara por el sitio de la manifestación pacífica, nada de nada.

No se debe pasar por alto el hecho de que el gobernador David Monreal Ávila se reunió supuestamente el viernes 1 de julio con Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y concretaron una “agenda de trabajo” que en el taco de lengua del día no se explicó en qué consistiría, sólo que buscaría lograr el anhelo del presidente de la 4T, Andrés Manuel López Obrador, de que el sistema de salud en México sea igualito, o mejor, al de Dinamarca.

Pero de las 450 nuevas plazas que traería consigo la apertura del Hospital de la Mujer en Fresnillo ni una sola palabra.

Desaparecidos

Los integrantes de la LXIV Legislatura concluyeron su segundo periodo ordinario y no fueron capaces de ponerse de acuerdo para elegir al nuevo presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ); no pudieron nombrar al consejero faltante en ese mismo organismo autónomo y menos, mucho menos, lograron designar al titular del Órgano Interno de Control del Poder Legislativo.

Ahora, fue la diputada del Verde Ecologista, Georgia Miranda Herrera, quien en la primera sesión de la Comisión Permanente dio lectura a la iniciativa que fue aprobada por unanimidad y, como debe suceder, pasó a comisiones para que ahí la analicen y, algún día, resuelvan.

Hacemos notar que esta diputada, presidenta de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, emite esta nueva convocatoria sin haber sido capaz de lograr un consenso y emitir un dictamen para terminar con el vacío en la CDHEZ. No sale de una cuando ya se mete en otra.

Este Consejo Ciudadano estaba integrado por María Eugenia Guerrero Juárez, Elvia Margarita Reyes Rodríguez, Ricardo Zapata Cabral y María Luisa Sosa de la Torre. Ellos ya concluyeron su periodo el pasado 30 de junio, pero, eso sí, tienen la posibilidad de reelegirse.

Los requisitos para formar parte de dicho Consejo Ciudadano es que dos sean familiares de personas desaparecidas; otro más deberá ser una persona especialista en la protección y defensa de los derechos humanos, búsqueda de personas desaparecidas o no localizadas o en la investigación y persecución de este tipo de delitos (se privilegiará que al menos uno de los especialistas cuente con conocimientos en materia forense), y uno más que sea representante de organizaciones de la sociedad civil con enfoque de derechos humanos.

Por ejemplo, para nadie es desconocida la lucha de Guerrero Juárez, quien a través de la organización “Siguiendo tus huellas”, no ha descansado en la búsqueda de su hijo Luis Armando Ordaz Guerrero, quien el 29 de octubre del 2010 desapareció en Fresnillo. Ella, con su dura experiencia, ha auxiliado a otras madres, hijas, esposas, hermanas en esta dura prueba de la vida.

La otra consejera que concluyó su periodo es Elvia Reyes, integrante del colectivo Zacatecanas y Zacatecanos por la Paz. El 21 de junio de 2017, su hijo Luis Antonio de Ávila Reyes, el mayor de cuatro hermanos desapareció en Loreto. Y desde ese momento tampoco ha dejado de buscarlo.

Ellas han expuesto, en innumerables ocasiones, la situación en la que se encuentran las familias de las personas desaparecidas, pues carecen de apoyos económicos gubernamentales y, cuando se los otorgan, son más un insulto que una ayuda.

También han exigido a David Monreal que alguna vez, por caridad de Dios, pudiera estar presente en las reuniones que las víctimas sostienen con la FGJE, pero hasta el momento no ha habido una respuesta. Ni para bien ni para mal.

Los otros consejeros eran María Luisa Sosa de la Torre, exdiputada perredista y representante de la Organización Olimpia de Gouges, y el abogado Ricardo Zapata Cabral.

Según la convocatoria, el plazo de registro será del 6 al 15 de julio. Los aspirantes serán entrevistados el 3 de agosto y, a más tardar el 8, se elaborará el dictamen correspondiente.

Sin razón

La Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) reportó que, en 24 horas, se registraron 175 nuevos contagios de Covid-19, destacando cero decesos y 141 personas que han quedado libres del virus SARS-CoV-2.

Ante el incremento diario de casos resulta una locura observar que los eventos gubernamentales no cuentan con el mínimo de observancia de los protocolos sanitarios, empezando por las autoridades que, felices, siguen abrazando y estrechado mano sin el menor cuidado.

Ayer en la audiencia pública que la nueva gobernanza organizó en Loreto, acaso el 10 por ciento de los asistentes portaban de manera adecuada el cubrebocas. Todos los demás acudieron sin el menor temor a Dios. De la sana distancia ni hablamos.

Claro, los ciudadanos siguen el ejemplo de la autoridad, a pesar de que hay, según las cifras de la SSZ, mil 50 pacientes activos que, nadie sabe si se encuentran en aislamiento o andan por la calle o en los eventos sin la menor precaución.

La misma situación se vivió en el Palacio de Convenciones, en donde la Secretaría del Bienestar, sin protocolos y con una evidente desorganización, citó a los adultos mayores para recibir el pago de su pensión.

El caos que se padeció en esta entrega de apoyos electoreros de la 4T demuestra que la salud de los zacatecanos les importa un rábano a las autoridades de salud que, supuestamente, deberían vigilar que este tipo de actos se lleven a cabo con la inteligencia y experiencia que más de dos años de pandemia se supone han dejado.

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