La Casa de los Perros: En Zacatecas sólo «triunfos» pírricos
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La urgencia por dar a conocer resultados y decirle a Zacatecas, México y el mundo que sí están trabajando, llevó este fin de semana a varios funcionarios a colgarse la medallita de una obra que, así como Milpillas, y aunque parezca una burla, fue pensada y gestionada por el exgobernador Miguel Alonso Reyes.
Los primeros en salir a presumir esta modernización de la carretera Aguascalientes-Zacatecas, mediante la ejecución de trabajos de terracería, obras de drenaje, pavimento de concreto asfáltico y obras complementarias en el municipio de Luis Moya, que se encuentra publicada en CompraNet desde el 29 de julio a las 15:06 horas, fueron los diputados local y federal Javier Calzada y Samuel Herrera. Uno del PES y el otro de Morena.
Ellos, con su respectiva foto, publicada a las 13:26 horas del 2 de agosto, presumieron que ahora sí llegará el anhelado desarrollo a Ojocaliente y Luis Moya.
Cuando la publicación comenzó a circular en Facebook, de inmediato desde el Gobierno del Estado, a las 19:32 horas, juraron por los clavos de Cristo que la gestión había sido del inquilino de La Casa de los Perros y de nadie más.
Ya luego apareció hasta la senadora Soledad Luévano Cantú, de Morena, para decir que no, que la verdadera madre de esta modernización de aproximadamente seis kilómetros, sí, seis kilómetros, era ella y nadie más que ella.
La verdad es que sí les debería dar un poquito de vergüenza pelear la paternidad, o maternidad, según sea el caso, de una obra que no representa ni el 10 por ciento de la idea de Miguel Alonso, de que la autopista Zacatecas-Aguascalientes fuera una ruta de cuatro carriles con una longitud de 45 kilómetros, en donde necesariamente debería participar el fideicomiso creado en torno a la caseta de Osiris. Sean serios.
Seguimiento necesario
Héctor González Curiel, encargado de la oficina de la Conagua, envió al titular de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA), Luis Maldonado Moreno, el oficio 155/2082, mismo que fue recibido el pasado 31 de julio, en el que se le invita mañana martes, a la reunión de seguimiento de la construcción del Sistema de la Presa de Almacenamiento Milpillas y Línea de Conducción para el Abastecimiento del Corredor Zacatecas-Fresnillo.
Y es que, para abastecer de agua potable suficiente a los habitantes de ciudades como Fresnillo, Enrique Estrada, Calera, Morelos, Vetagrande, Zacatecas y Guadalupe –que por cierto conforman el llamado “corredor electoral” –, antes de que concluya agosto se deben tener, sí o sí, los documentos que legalmente acrediten la adquisición de los predios a ocupar por la construcción de la presa y su zona de inundación, los caminos de acceso, así como las servidumbres de paso necesarias.
Pues, aunque el secretario del Campo, el priista y aspirante a gobernador Adolfo Bonilla Gómez, diga que no es para tanto, se debe entender que la posesión de la tierra por parte del Gobierno del Estado sí es imprescindible para llevar a cabo el proceso de licitación y, con ello, el proyecto.
Y como ahí es donde la puerca torció el rabo, desde La Casa de los Perros cada vez ven más difícil lograr el cometido para el que, por cierto, tuvieron mucho tiempo. En el último piso de la finca parece ya entendieron que los más de 500 millones de pesos que ya estaban seguros, hoy tienen enormes alas, y que, si en algo logran avanzar, se podrían ejercer unos 150 millones de pesos en este ejercicio fiscal 2019 que, se debe entender, ya está a la mitad.
Hoy, la tarea que nuestro inquilino tiene, si es que quiere seguir cacareando que su gobierno, aunque no entregue obras, sí dejará una imagen de honestidad, deberá emprender medidas para castigar a todos aquellos que, de fea manera, manosearon el proyecto y hoy lo tienen sumido en la ignominia.
Moros con tranchete
Bien dicen que a algunos –y a algunas–, hasta lo que no comen les hace mal, por eso cuando observan al alcalde de Zacatecas, Ulises Mejía Haro, saludando por aquí, gestionando por allá, y siendo invitado por acullá, la envidia les corroe.
Lo que sucede es que, desde hace algunos años, los zacatecanos se habían acostumbrado a los alcaldes pasivos que, sentados, permanecían en espera de que el gobernador el turno, su amigo las más de las veces, les resolviera todos sus problemas mientras ellos evitaban la fatiga.
De ahí que hoy, cuando ven a Ulises Mejía enfocado no sólo en cultivar nuevas relaciones, sino en aprovechar las construidas a lo largo de los años para alcanzar importantes gestiones en beneficio de la joya de la corona, a más de uno le da escozor.
Pero nadie debe espantarse, se trata sólo de alguien que anda trabajando, que cumple con sus obligaciones, y que destaca en el buen manejo de las relaciones públicas con personajes de todos los órdenes de gobierno y de los diferentes poderes. Es parte de su chamba.
Por ello, y aunque les moleste, Ulises Mejía seguirá reuniéndose con sus homólogos tanto de Zacatecas como del país, visitará a funcionarios federales cuando sea necesario, y si es necesario, buscará hablarle al oído al presidente Andrés Manuel López Obrador, si en ello va una acción en beneficio de la capital.
Y pues si andan de malas ahí les va otra, Ulises Mejía es amigo de Diego Prieto, director general del INAH, por ello el efusivo abrazo en el que se fundieron durante la ultima visita que el funcionario federal hiciera a tierras zacatecanas, en donde, obviamente, y dado que la capital es Patrimonio Mundial de la Humanidad, los temas en común de la plática posterior fueron muchos y necesarios todos.
Ni las moscas
La dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Noemí Luna Ayala, se mostró feliz porque las asambleas municipales para la elección de candidatos al Consejo Nacional y Estatal han sido todo un éxito.
Tanta ha sido la alegría de la panista, que utilizó su cuenta de Facebook para presumir que los trabajos para conformar en Zacatecas dichos Consejos se llevan a cabo “con normalidad y buen ánimo”.
El problema de dichas asambleas es que, como las mismas fotografías de Noemí Luna lo muestran, Acción Nacional no las trae todas consigo, pues ha habido asambleas en las que, a duras penas, logran juntar 10 personas. Como quien dice, ni las moscas se paran.
No cabe duda de que el ánimo de los ciudadanos no está del todo con los blanquiazules, pues ven en este instituto político una agencia de colocación de empleo para los familiares y cuates de la cúpula, pero nada más.
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