La Casa de los Perros: En Zacatecas ¿ni pactos ni brazos cruzados?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Mientras la nueva gobernanza se alistaba para recibir a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, en la calle Apio, de la colonia Las Huertas, en la capital de Zacatecas, en una agresión con armas de fuego moría ejecutado un policía en activo de la Policía Metropolitana.
Félix Eduardo Mauricio Villagrana, de 33 años, disfrutaba de su día franco cuando fue sorprendido con un ataque directo por parte de sujetos que viajaban en una pick up. Al policía asesinado sus familiares lo pudieron identificar en el mismo lugar del ataque.
Con esta ejecución suman ya 26 elementos policiales asesinados en lo que va de este 2022 y, por eso hoy, Zacatecas es la entidad más letal para las fuerzas de seguridad.
Pero aún así, la secretaria llegó para decirle a los zacatecanos que, en comparación con los cinco meses del 2021, ahora el homicidio bajó en un 15.5 por ciento, y que el secuestro en un 30 por ciento. Además, aseguró que en un 11.4 por ciento disminuyó el robo a casa habitación, además de que hay un 50 por ciento menos de robos a transportistas.
Y para que todos sigan felices y creamos que todo es pura percepción, hasta la violencia familiar, dijo, se redujo en un 12 por ciento. Eso sí, los únicos delitos al alza fueron la extorsión y el narcomenudeo.
La cuestión es que ayer, a pesar del supuesto blindaje que se realizó en la entidad para recibir con bombo y platillo a Rosa Icela Rodríguez, fueron nueve los zacatecanos que perdieron la vida de manera violenta.
Tres en el municipio de Guadalupe, uno en Fresnillo, dos en Luis Moya, dos más en Loreto y se cerró el día con la ejecución de un hombre en la capital de Zacatecas.
Además, si de comparaciones se trata, el 7 de junio del 2021, la entidad todavía gobernada por el priista Alejandro Tello Cristerna, según el informe diario que entrega la misma secretaria Rodríguez Velázquez, se registró un homicidio doloso.
Pero lo realmente importante de la magna reunión en Fresnillo era no sólo soltar cifras alegres que nada tienen que ver con lo que todos los días los zacatecanos padecen, sino también que en el Ágora “José González Echeverría” se celebrara la sesión ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad, en donde los buenos deseos se desbordaron.
Ni son todos los que están…
Como sucede siempre, desde que arrancó en Zacatecas la nueva gobernanza, a la reunión se invitó sólo a una parte de los que, según la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública, deben estar siempre presentes en estas sesiones en las que, supuestamente, se planea, evalúa, supervisa y definen las políticas públicas en la materia.
En el Artículo 22 de dicha ley se especifica claramente que dicho Consejo Estatal estará integrado por el gobernador y el presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Legislatura del Estado. La cuestión es que el diputado perredista Juan Mendoza Maldonado no llegó, andaba en la Ciudad de México atendiendo pendientes.
Su lugar bien lo pudo haber ocupado Imelda Mauricio Esparza, o Jehú Salas Dávila, o Armando Delgadillo Ruvalcaba, o Xerardo Ramírez Muñoz o Guadalupe Correa Valdez, todos integrantes de esa Comisión Legislativa.
Pero no, la nueva gobernanza decidió que, muy oronda, estuviera ahí la diputada de Morena, Maribel Galván Jiménez porque, señaló ella en un boletín de prensa, es la presidenta de la Comisión de Justicia, aunque en lo legal, rindió protesta a un cargo que no le corresponde. Como quien dice, usurpó un lugar que no le tocaba. Pero como de llamar la atención se trata, pues bienvenida sea.
También, marca la ley, deben estar el secretario general de Gobierno, el secretario de Seguridad Pública, el fiscal general; el secretario de Finanzas (acudió la subsecretaria de Egresos, Silvia Saavedra Juárez); además de los representantes en el estado de la Secretaría de Gobernación, de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Fiscalía General de la República, y la Policía Federal. Ellos sí llegaron puntuales a aplaudir.
Aunque llamó la atención que, según la mencionada Ley, deberían haber estado presentes los presidentes de los siete municipios del estado con mayor población. Y sí, estuvo Saúl Monreal Ávila, representando a Fresnillo y sus 240 mil 532 habitantes según el Censo 2020 del INEGI; también, el alcalde de Guadalupe, región que alberga a 211 mil 740 habitantes.
No podía faltar Jorge Miranda Castro, alcalde de la capital con sus 149 mil 607 habitantes y, para sorpresa de propios y extraños, el presidente de Sombrerete, Alan Murillo, cuyo municipio cuenta con 63 mil 665 habitantes.
Hasta ahí todo bien, la cosa es que al priista Omar Téllez Aguayo, de Pinos y sus 72 mil 241 habitantes; al perredista Mario Córdova Longoria, de Río Grande y sus 64 mil 535 pobladores, y al morenista José Humberto Salazar Contreras, de Jerez y los 59 mil 910 habitantes, no se les vio por ningún lado.
Ellos representan a los tres municipios más poblados que completarían la lista que habría hecho de esa reunión del Consejo Estatal de Seguridad, algo legal, porque si sólo de taparle el ojo al macho se trataba, pues sí, lo hicieron bien.
Para que la funcionaria de la 4T sintiera la presencia de los municipios se invitó a los de Morena, Rogelio González Álvarez, de Villanueva, que representa a 31 mil 558 habitantes, y a Noé Guadalupe Esparza Martínez, de Jalpa, con sus 25 mil 296 habitantes.
Tampoco asistió el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Arturo Nahle García.
La percepción en el Mineral
El presidente de Fresnillo, Saúl Monreal, no quiso enfrentarse a la funcionaria y, como buen anfitrión, le dio el avión a la secretaria federal al señalar que la estrategia de seguridad “ha dado resultados positivos en El Mineral”.
Dijo que, si bien ha habido una disminución de un 40 por ciento en los índices de inseguridad, prevalece la percepción negativa; además de que existe la preocupación ante el bajo número de elementos policiacos.
Pero con 26 policías asesinados ¿quién se va a animar a incorporarse?
Al final, la secretaria recalcó que derivado del Operativo Zacatecas II se han desplegado en todo el estado cuatro mil 799 elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano. Además de que está firme el compromiso de construir 13 cuarteles, de los cuales para este año se consideran nueve: cuatro que están en proceso y cinco en planeación.
¡Ah! Y recalcó que la estrategia de los abrazos y no balazos continuará, por que en la 4T no están, para nada, cruzados de brazos ni pactando con mafiosos.
Nada de pactos
El pasado fin de semana, el obispo de Zacatecas. Sigifredo Noriega Barceló, sugirió que, para tranquilizar al país, se podría pactar con los criminales que tienen asolada a la sociedad.
Pero desde la Arquidiócesis de San Luis Potosí, el vocero Juan Jesús Priego Rivera, rechazó la idea del representante de la Iglesia Católica en Zacatecas.
“Creo que nunca se debe pactar con los criminales, son gentes sin honor, si son delincuentes no van a cumplir con los acuerdos, no hay amor a la vida, no hay rectitud de intención entonces ¿Qué dialogas con ellos?”, argumentó.
Dijo entender a Noriega Barceló, porque vive “en una entidad desbordada completamente por la criminalidad”, y que si bien su desesperación es grande al ver cómo la Diócesis que él apacienta “es uno de los grandes cementerios en México, diariamente pierden la vida de manera violenta en Zacatecas muchísimas personas”, pactar con los malos no es de ninguna manera una opción.
Nos leemos el lunes
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