La Casa de los Perros: En Zacatecas lo mismo: ¡no los oigo!

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Una copia fiel de la respuesta que Andrés Manuel López Obrador dio en su show cómico-musical llamado La Mañanera, al terrible caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco: No oigo, fue la que escucharon las familias de Sheyla Monserrat Chávez Lumbreras y Katty Campos Belmontes, de 17 y 15 años, de parte de la nueva gobernanza.

Porque ni siquiera el bloqueo de carreteras federales y del bulevar metropolitano, como una medida desesperada a 11 días de la desaparición de las jovencitas, logró mover a los funcionarios de primer nivel que, desde sus escritorios, hacen como que trabajan.

¿El pecado de Monse y Katty? Acudir a un baile de XV Años en la colonia El Orito, en esta dolida y abandonada capital de Zacatecas.

A 11 días de no saber absolutamente nada de ellas, la salida más fácil de los actores de los videos de la nueva gobernanza fue emular a López Obrador y, como de costumbre, enviar a funcionarios segundones sin voz ni voto a culpar a otros. Ya se la saben.

La desaparición de Monse y Katty fue el 5 de agosto. El 8 de agosto, tres días después, la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas publicó en el muro del terror que mantiene en Facebook, el aviso de que el protocolo Aba había sido activado.

Hoy, a las madres de las adolescentes, Rosalba Lumbreras y Teresa Belmontes, no les quedó de otra que salir a las calles a gritar: vivas se las llevaron, vivas las queremos.

Pero toparon con pared.

Las huecas palabras del secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, de que uno de los objetivos principales de la nueva gobernanza es fortalecer la pacificación del estado y reforzar los vínculos entre autoridades de seguridad y la sociedad, “para que juntos generemos paz, bienestar y progreso” quedaron en eso, en palabras que en nada dan consuelo ni esperanza a las familias de Monse y Katty.

A la manifestación de las familias llegó el comisionado local de Búsqueda, Everardo Ramírez Aguayo. También se presentó Rodrigo Rosas Collazo, fiscal especializado en Desaparición Forzada y Cometida por Particulares. Pero como ellos nada pueden hacer, todo quedó igual. O peor.

Aceptaron que la búsqueda de Monse y Katty se ha complicado porque el entuerto llamado Fiscalía sigue también sin resolverse

La solución que dieron estos funcionarios fue que la Comisión Local de Búsqueda “podría” desplegar a su personal, o que se “podría” actuar por medio de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Pero como debería ser la mal pagada Policía de Investigación la encargada de las indagatorias, las madres de Monse y Katty, acompañadas por habitantes de comunidades como La Escondida y El Orito podrían regresar mañana, o pasado. Total, qué tanto es tantito.

Mientras tanto, ya se vio que ni bloquear carreteras federales como la 45 y la 54, y ahocar además a los burócratas que laboran en Ciudad Administrativa sirve para maldita la cosa.

Lo verdaderamente importante es placearse de la mano con Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Suficiencia Alimentaria de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en bonitas “asambleas” para conformar Comités de Programas para el Bienestar con miras a la elección del 2024.

Porque el flamante visitante, que hoy andará en Luis Moya, Ojocaliente y Trancoso, sólo tiene tiempo para saludar a los acarreados de la Nación, no para atender a los productores que, también, organizaron su bloqueo porque han sido excluidos de los apoyos que supuestamente llegarían para el campo.

Y así, mientras Zacatecas se ahoga en la ignominia, la esperanza muere día con día, como la de los familiares de Yareli Rojas Figueroa, de 22 años, quien desapareció el 11 de junio, en Loreto.

Ella, acompañada de su pareja, de nombre Víctor, viajó a Villa García y, hasta la fecha, nada se sabe de ninguno de los dos. Sus dos hijos quedaron a cargo de parientes cercanos.

La ficha de búsqueda de Yareli se publicó el 15 de junio –cuando la Fiscalía no estaba tomada–, días después sus familiares y amigos organizaron una manifestación en Durango. Dijeron en ese momento que de las autoridades de Zacatecas no habían encontrado ninguna respuesta y por ello apelaban a que el Gobierno de Durango, lugar de residencia de Yareli, interviniera.

Han pasado 68 días y la familia de Yareli Rojas sigue esperándola. Han pasado 11 días y de Monse y Katty nada se sabe. Han pasado

Pero como los burócratas de la nueva gobernanza anda recontentos porque les venderán a meses sin intereses los boletos para asistir al palenque de la gran Kermes de Zacatecas, a todos los demás no nos queda más que seguir sonriendo porque, ya lo dijo Marcela Ebrard, vamos muy bien…

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