La Casa de los Perros: En Zacatecas, la culpa es de todos, menos de la nueva gobernanza

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Al secretario de Gobierno de Zacatecas, Rodrigo Reyes Mugüerza, muy al estilo de la 4T, no le gusta para nada que la neblina de la percepción de que todo va mal no permita ver a los zacatecanos los múltiples logros que tienen recontentos a todos.

Y como estrategia, también patentada por la 4T y su Mesías, decide que la culpa de la ejecución este año de 23 policías, según cifras de la plataforma Causa Común; así como de las cruentas balaceras en el olvidado Apulco; los reveses del Poder Judicial para que paguen lo que deben a los jubilados, o las manifestaciones de los trabajadores de la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas son culpa del perico, pero jamás de la nueva gobernanza.

A casi dos años, faltan 23 días y contando, para que este gobierno celebre sus dos años en el poder, resulta que ahora la responsabilidad de que las instalaciones del Incufidez sean un asco; de que la obra que dicen hacer en El Orito no se parezca en nada a la maravillosa maqueta que presumieron; y de que las agendas “de trabajo” estén llenas de eventos en los que sólo presumen acciones federales y ninguna estatal son única y exclusivamente saldo negativo de los neoliberales… y hasta de los aliados.

¡Ah! Pero de la nueva gobernanza jamás.

El grado de desesperación ante los múltiples yerros llevó a Rodrigo Reyes a enfilar sus ataques en contra, por ejemplo, de la coordinadora en el Senado de la República de la bancada del Partido del Trabajo (PT), Geovanna Bañuelos de la Torre, y de “Carlos” (Carlos Peña Badillo), quienes tuvieron la osadía de opinar sobre el conflicto que tiene de cabeza a la Fiscalía.

Porque en territorio de la 4T, llevarle “la contra” a lo que ellos dicen es un pecado que se castiga con el desprecio, el insulto y la descalificación.

Todos en Zacatecas, para evitar formar parte de la lista negra, deben al unísono decir que, por ejemplo, los más de 600 trabajadores de la Fiscalía son manipulados por entes que sólo quieren que a Zacatecas le vaya mal. Vaya, vaya…

Por lo pronto, a Rodrigo Reyes, responsable de la política interna en Zacatecas, sólo le queda seguir con las amenazas y condicionar la instalación de una mesa de diálogo con los inconformes de la Fiscalía a la sumisión. Primero que se arrodillen y ya luego los escuchamos.

Porque a poco más de dos semanas de que inicie la máxima fiesta de los zacatecanos, es imperdonable que politiqueros con intereses oscuros no agradezcan lo bonito que Zacatecas está gracias a la nueva gobernanza y sólo quieran sacar “raja política” poniendo en riesgo la seguridad de los zacatecanos.

En el pecado seguirán llevando la penitencia…

Los aliados

En los pasillos de La Casa de los Perros dicen que el enojo de Rodrigo Reyes en contra de Geovanna Bañuelos tiene además otro motivo.

Para nada le gustó a la nueva gobernanza darse cuenta de que, en el PT, tanto la senadora como el diputado federal, Alfredo Femat Bañuelos andan trabajando juntitos, casi casi que de manita sudada. Querían verlos peleando y, al parecer, se quedaron con las ganas.

Además, poco a poco se han dado cuenta que las candidaturas federales, léase posiciones al Senado y a la Cámara de Diputados, serán decididas en una mesa nacional en donde los intereses del Mesías irán, como siempre, por delante.

Tras el Pacto que el Partido Verde, el PT y Morena firmaron luego del descalabro electoral del partido oficial en Coahuila, y el firme avance del Frente Amplio por México, López Obrador siente pasos en la azotea y no quiere perder una sola curul en el Congreso de la Unión.

Además, la ambición del líder nacional de Morena, Mario Delgado, por gobernar la Ciudad de México, dejaría las puertas abiertas a que la senadora Citlalli Hernández Mora tome las riendas del partido del presidente y meta mano a la hora de decidir las candidaturas.

Y como resulta que Geovanna Bañuelos resultó ser amiguis amiguis de la enemiga número 1 del empresario Ricardo Salinas Pliego, las fichas comenzarán a moverse.

Por lo pronto, la candidatura a la diputación federal que le prometieron a la hoy diputada Gabriela Pinedo Morales, para que se fuera sin hacer olas de la secretaria de Gobierno, está en la cuerda floja.

Todo porque al PT le tendrán que dar un espacio y ese sería para Alfredo Femat en su reelección, y no para quien es acusada por presuntamente haber participado en la Estafa Legislativa.

Para el Verde, la diputación federal apartada sería para Julia Olguín Serna quien ya andan en campaña por Los Cañones.

En las otras dos candidaturas por una curul en San Lázaro irían Maricarmen Salinas, la tesorera del Senado y mano derecha de la corcholata Ricardo Monreal Ávila, y la también consentida del exgobernador, Bennelly Hernández Ruedas.

Con todo esto, el que sintió más frío que el que dicen se padece en Alaska, a donde juran trabajadores de la Presidencia Municipal de la capital andan algunos de vacaciones, fue justamente Jorge Miranda Castro, a quien cada día se le complica la reelección.

Como hoy Jorge Miranda para nada es garantía de triunfo, y el Partido del Trabajo quiere ir a la segura con un candidato que sí es marca ganadora como podría ser Ulises Mejía Haro, Morena iría solo con Gabriela Pinedo y, tristemente, el Verde con su 4 por ciento, llevaría al paseador que hoy tiene hecho un muladar el Centro Histórico.

Xerardo Ramírez que, aunque les disguste a muchos, se pasea todos los días por las colonias de Zacatecas ganando adeptos, apoyaría a Mejía Haro y buscaría hacer mancuerna como candidato a la reelección como diputado local.

Y aunque Miranda Castro jure por la capita roja del Santo Niño de Atocha que Morena y el Verde lo llevarían de candidato, se olvida que tras la encerrona que los líderes nacionales (incluida en la mesa Geovanna Bañuelos), el compromiso es que los tres partidos deben llevar un mismo candidato. Nada de que aquí van el PT y el Verde, o allá Morena con el PT.

O van los tres juntitos como hermanos o cada uno se rasca con sus propias uñas.

A todo este panorama, que cada día se pone más interesante, se suma la aspiración del panista Miguel Varela Pinedo, quien anda ya del tingo al tango detrás de la candidatura a la alcaldía de la capital de Zacatecas por el Frente Amplio por México.

Esta aspiración sería apoyada por el otro Miguel, de apellido Torres Rosales, con camiseta del PRD, que prefiere ver de presidente municipal a su tocayo antes de que le pelee la posición número en la lucha por el escaño en Reforma.

El carisma de Miguel Varela lo llevaría a encabezar una atractiva candidatura que seguramente gustará a los capitalinos, hartos de ver cómo Morena, de la mano del Verde Ecologista, destruye la joya de la corona.

Pero que nadie se espante con el petate del muerto, aquí de los que se trata es de sonreír porque esto se pone rebueno…

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