La Casa de los Perros: En Zacatecas, Chole y Saúl van
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La espera fue tan larga y, al final, ninguna novedad.
La senadora Soledad Luévano Cantú, quien ha tenido uno de los más pobres desempeños en la Cámara Alta, se llevó el premio mayor.
Tendrá pues la oportunidad de seguir maquillándose a costa del erario, feliz, durante seis años más.
Ella, después de un “proceso de encuestas y valoración de perfiles” resultó la ganadora, y no sólo formará parte de la fórmula de la coalición Sigamos Haciendo Historia –integrada por Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista–, sino que irá en primer lugar.
Con esta definición, asegura el escaño sí o sí.
Chole seguramente volverá a tener de compañera a la priista Claudia Anaya Mota, quien hasta el momento ocupa la primera posición en la fórmula de la otra coalición, la de Fuerza y Corazón por México.
Obviamente, la actuación de ambas mujeres en el Senado de la República tiene entre sí una distancia abismal. Claudia Anaya ha sido combativa, participa en la Tribuna, presenta iniciativas.
Soledad Luévano ha dedicado su tiempo a nada. Bueno, lleva las cuentas de la Cámara, entre ellas las de la Jucopo y eso, obvio, merece un premio.
Y la recompensa le ha sido otorgada.
De parte de Movimiento Ciudadano, el que a la exgobernadora Amalia García Medina le otorgarán el lugar cuatro en las plurinominales movió todas las fichas.
Arnoldo Rodríguez se bajó de la contienda y dijo que, en otra ocasión, con más calmita, le entraba. Pero que así, solo, nomás no bailaba mija con el señor.
Ahora, Movimiento Ciudadano tiene en la mira dos fichas: Teresa Villegas, que iría en primer lugar de la fórmula, y Tomás Torres Torres en el segundo lugar, lo que obviamente al joven zacatecano no emociona en lo más mínimo.
Él quiere una candidatura para una diputación local y, al parecer, de ese barco no piensa bajarse.
Con este panorama, definitivamente la pelea por los escaños estará entre las coaliciones, y nada más.
Por ello, Saúl Monreal Ávila y Miguel Torres Rosales, de Sigamos Haciendo Historia y Fuerza y Corazón por México, respectivamente, tendrán sobre sus hombros la campaña.
Ellos dos son los que están en la cuerda floja. A ellos les tocará trabajar. Y el escenario más complicado lo tiene, obviamente, Saúl Monreal, porque su compañera difícilmente le entrará al quite. A duras penas irá a darle una vuelta a su plantita, aquella sembró en La Alameda y que durante seis años olvidó, y párele de contar.
Cabe destacar que, a pesar de ser quien encabezaba las encuestas entre las mujeres, Geovanna Bañuelos quedó en el camino, pero mereció una mención especial en el comunicado publicado en la cuenta de X del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Ahí se dijo que la Comisión Nacional de la Coalición “está buscando la ruta para garantizar su participación en la construcción de la segunda tapa de nuestro proyecto”.
Así que, seguramente, habrá Geovanna Bañuelos para rato.
Sobre Ulises Mejía Haro, el acuerdo, trascendió, es que iría por una diputación federal. Ahora sólo queda esperar que no le hagan de chivo los tamales como normalmente sucede en Morena.
José Narro es otro al que Morena deberá acomodar en algún lugar. El senador es un hombre trabajador y con arrastre, de ahí que es una ficha que no puede dejarse de lado.
Lo que sí llamó mucho la atención fue que, tras el anuncio de la conformación de la fórmula, una vez más todos, y todos son todos en Zacatecas, brincaron de felicidad.
El que Verónica Díaz Robles deje su anhelado sueño de ser senadora para otra ocasión fue motivo de alegría. Maldad con maldad se paga o ¿cómo era?
Eso sí, aseguran algunos testigos, los gritos y manotazos, los lamentos y reclamos se escucharon por todo Sierra de Álica. ¡Ay mi senaduría! Se oía chillar durante la noche. Y sí, sí que daba miedo.
Lo más triste de esta historia es el hecho de que la semana pasada, desde Palacio Nacional salió una instrucción presidencial: los 23 gobernadores de Morena, así como los dos aliados, el potosino Ricardo Gallardo y el morelense Cuauhtémoc Blanco, sí o sí tiene que borrar del mapa a la oposición.
De ahí que Verónica Díaz, quien presume que con su Secta controla a los Servidores de la Nación, tendrá que hacer de tripas corazón y, junto al inquilino de La Casa de los Perros, echarle muchas ganas para que Soledad Luévano y Saúl Monreal venzan en las urnas a Claudia Anaya y Miguel Torres.
O bien, vengarse de todos y poner a sus cuates en las diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías, aunque ya se vio que La Secta no tiene la influencia presumida. Vaya, ni el apoyo de Betty…
Con la publicación de la fórmula al Senado por parte de Morena, PT y Verde, sólo queda la definición de los 300 distritos federales, lo que puede suceder hoy o, por qué no, hasta el 15 de febrero al filo de las cero horas, para ponerle emoción.
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