La Casa de los Perros: en Jerez, a servirse con la cuchara grande
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Como una chinampina tronó el alcalde migrante de Jerez. Y todo porque cuando se dio cuenta que su primera quincena llegaría reducida, puso el grito en el cielo.
Rodrigo Ureño Bañuelos esperaba que su primer cheque fuera grande y con hartos ceros, y por supuesto no iba a permitir algo contrario.
Entonces, ya sentado en la silla del poder se le ocurrió la brillante idea de subirse el sueldo. Total, qué tanto es un 20 por ciento más.
Y con la complicidad de la síndico Susana de la Torre Argüeyes; de los regidores de todos los partidos, y de la tesorera Mónica Martínez Duarte, armaron un rocambolesco rompecabezas y que ruede el dinero, finalmente, para eso es ¿o no?
Así, Rodrigo Ureño, quien juró en el Teatro Hinojosa trabajar con honradez, pero sobre todo con austeridad, dejó en el pasado los 64 mil 184 pesos que Humberto Salazar se llevaba cada mes, para ahora empezar a cobrar 89 mil pesos.
Obviamente, para que nadie se queje ni haga olas, las cabezas del Ayuntamiento recibieron también su cuota. Así, la síndica Susana de la Torre ya no recibirá 55 mil 925 pesos. Ahora tendrá en su cuenta, cada mes, 61 mil 518 pesos.
Y los siempre remilgosos regidores también llevan su tajada. Los 34 mil pesos del pasado quedan ahí, en el pasado. Este arranque de gobierno es de buenas noticias y 44 mil pesos al mes. Pura felicidad.
Eso sí, y para que nadie se preocupe, la tesorera Mónica Martínez dice que estos pequeños incrementos salariales a la élite gubernamental no implican ninguna afectación, porque todo, absolutamente todo, fue respaldado.
Y como es el inicio de la administración y el primer sueldito, su aprobación sólo requiere de la firma del presidente municipal. Nada de que el Cabildo lo discuta y apruebe en sesión. Ya después, si quieren más, entonces sí.
Eso sí, la síndico pide a todos los trabajadores, a los otros, a los demás, que “les den chanza”, porque si bien les quitaron todas las compensaciones que recibían, si se portan bien y llegan a acuerdos con el alcalde perredista, quizás la próxima quincena sean premiados.
Por lo pronto, los únicos beneficiados en Jerez son los meros jefes. Y nadie más.
Hasta el papel de baño
Por cierto, en Jerez andan buscando a Carlos Grey, quien se desempeñaba como jefe de prensa en la administración del morenista Humberto Salazar.
Lo que sucede es que no conforme con supuestamente llevarse hasta las tarjetas de video de las computadoras, se olvidó que hay leyes que lo obligaban a dejar, por lo menos, el 35 por ciento del presupuesto a la administración entrante.
Pero como se sirvió con la cuchara grande, al parecer bajo las órdenes de La Secta, ahora vive cómo Julio “N”, escondido. ¡Qué triste su historia!
A cuidarse todos
Resulta que los cambios de gobierno en los municipios, como ya es costumbre en este México en el que no pasa nada, también trae ajustes en los carteles que mandan en el país.
Por eso, desde la Mesa que más aplaude que durante las mañanas dice velar por la seguridad de los zacatecanos, dieron una orden tajante a los alcaldes de los 58 municipios, en especial de aquellos en donde las cosas están color de hormiga.
Cualquier suceso violento que suceda en sus demarcaciones deberá quedar en secreto total, hasta que un vocero enviado por la Mesa diga qué se puede decir, qué se debe ocultar o qué fue producto de la Inteligencia Artificial.
Y todo debido a que, advirtieron a los alcaldes, en especial a Rogelio González Álvarez, de Villanueva, las cosas en los próximos meses se pondrán difíciles y se tiene que mantener controlada a la opinión pública, para que el año de la paz termine si no en paz, al menos con el eslogan de que hay paz.
Por lo pronto, el incidente del fin de semana, en la comunidad de La Ermita, en Jerez, debió quedar en silencio, como también el cierre total del Hospital General, la tarde-noche del domingo.
El grupo armado sólo obligó a los trabajadores de la salud a que atendieran a sus heridos y ¡listo! Aquí no pasó nada.
Y como en Zacatecas estas cosas ya son normales, que nadie se queje, que ninguno se espante.
Y no sólo en Zacatecas, en todo México, pues ya lo dijo la presidenta Claudia Sheinbaum, si Sinaloa, con la ola de violencia por la detención del Mayo Zambada, no aparece entre los cinco estados con más número de homicidios, todos podemos seguir felices disfrutando lo votado ¿qué no?
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