La Casa de los Perros: El Zacatecas del sueldo mínimo
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
El reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre la afiliación de trabajadores en Zacatecas asegura que al 31 de julio 2018, se tienen registrados ante el Instituto 184 mil 176 puestos de trabajo, de los cuales el 85% son permanentes y el 15% eventuales.
El crecimiento en el empleo en Zacatecas, según el IMSS, llevó al estado a ocupar el lugar 3 en el ranking de crecimiento anual de empleo durante julio de 2018.
Estas cifras pusieron a bailar a la autoridad, cuál ejote en comal, hasta que se dieron a conocer los datos del INEGI, que en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) afirma que cada vez son más los trabajadores en esta entidad que cobran solamente un sueldo mínimo. Como quien dice, mucho empleo pero mal pagado.
Según la ENOE, en el segundo trimestre de 2018, algo así como el 18.9% de los empleados regresa a su casa cada semana o quincena, según sea el caso, con lo mínimo de lo mínimo, lo que implica no poder satisfacer las necesidades básicas y humanas de su familia.
El INEGI destaca que, para desgracia de muchos, quienes obtienen por su trabajo una remuneración superior a los cinco salarios mínimos son sólo el 3.1% de la población ocupada, ósea bien poquitos.
Esto implica que mientras las condiciones de vida en Zacatecas, para sus habitantes, no signifiquen una mejora en su calidad de vida, difícil, muy difícil será solar siquiera con disminuir los niveles de inseguridad que azotan a los habitantes.
La miseria, la falta de oportunidades y, sobre todo, el llegar a casa con los bolsillos vacíos no son un panorama nada favorable para una población que espera que las puertas a empresas responsables sean las que se abran en el estado, no a las extranjeras que llegan sólo a explotar, eso sí, contando con todas las facilidades para instalarse, las mismas que pocas, muy pocas veces se ofrecen a las micro y pequeñas empresas locales.
Uñas largas
Ahora que está de moda lo de disminuir los sueldos a magistrados, diputados, senadores y funcionarios que, obviamente forman parte del selecto grupo de mexicanos que, sin mucho esfuerzo, sí pueden llegar a casa con una abultada cartera para cumplir con los gustos de su familia, los regidores, en Zacatecas, seguirán navegando con bandera de Yo no fui.
Y es que ahora resulta que los diputados locales, que en los últimos meses optaron por andar en campaña o simplemente vacacionar de lo lindo, no tuvieron las condiciones para examinar, discutir y aprobar la iniciativa para cortar las largas uñas de los ediles.
Así, los integrantes de la LXIII Legislatura se empeñan en demostrar que su trabajo, para el que se les remunera, y bien, simple y sencillamente no lo hacen, y por lo pronto, la posibilidad de que los regidores, con toda la libertad e impunidad posible, se autoasignen bonos, ayudas, premios, recompensas, estímulos, gastos de representación, comisiones, seguirá siendo ley en Zacatecas. Vaya, vaya…
Otra de diputados
Ayer, con la prisa que siempre les aplica a los legisladores locales para cumplir las órdenes de su jefe máximo, léase el inquilino de La Casa de los Perros, aprobaron que los perfiles de Samuel Delgado Díaz, Ana Lucía Muro Velázquez, Manuel de Jesús Briseño Casanova, Felipe Andrade Haro, Juan Antonio de la Rosa y Nora Edith Alcalá Flores, que quieren formar parte del Consejo Consultivo del IZAI, cumplen a cabalidad con los requisitos.
Pero, cómo nunca leen ni se enteran, pasaron por alto que Ana Lucía Muro es actualmente la encargada de la Unidad de Transparencia del Poder Ejecutivo, es decir, cómo los diputados, es empleada del gobernador.
Esto la impide para llegar al cargo, pero como los legisladores se pasan las leyes por el Arco del Triunfo, pues aceptaron su candidatura. El problema está en que sí, por alguna extraña razón llegará a ser elegida, el IZAI, en menos de lo que canta un gallo, interpondría un amparo. A ver ¿Qué necesidad?
Nos vemos el lunes…
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