La Casa de los Perros: el engaño detrás del «segundo piso» en Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Expertos en ingeniería civil y movilidad urbana, integrados a la asociación “Ciudadanía Participativa de Zacatecas”, pasaron de la protesta a la propuesta.

Y con un estudio bien realizado que deja atrás el lucro presentó la “Alternativa Bulevar López Mateos”, un proyecto que contempla la construcción de un paso a desnivel o subterráneo que representa un costo de sólo el 10 por ciento de los más de tres mil 500 millones de pesos proyectos de la idea de la nueva gobernanza.

Recordemos que la construcción del Viaducto Elevado es una propuesta parcial y sin consenso.

Porque no se puede pasar por alto esa encuesta que la B15 y LEMA Encuestadora levantaron y que tanto escozor causó en La Casa de los Perros.

Sí, porque según ese estudio demoscópico realizado del 25 al 28 de julio arrojó que el 58.1 por ciento de la población rechazaba la construcción.

Sólo 22.6 por ciento dijo estar de acuerdo. El 19.4 por ciento no respondió.

Dijeron preferir que los tres mil 650 millones de pesos que pretende gastar el gobierno de Zacatecas se inviertan en carreteras, seguridad, educación y agua, en ese orden.

Aun así, y amparados en una encuesta patito que dijeron levantó la UAZ, y que dejó muy mal parada a la institución, la nueva gobernanza no pretende recular. No es algo que los de la 4T hagan. Faltaba más.

Lo peor de la situación es que, reveló Javier Calzada, cuando “Ciudadanía Participativa de Zacatecas”, un colectivo integrado por sociedad civil, universitarios, comerciantes y vecinos de la capital, solicitó al gobierno federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para la ampliación del polígono de protección a sitios e inmuebles históricos, les dieron una noticia.

Dicha solicitud, si bien fue recibida, no podría ser respondida porque el gobierno estatal no ha entregado ningún proyecto sobre esta obra, por lo que no existe ningún permiso o autorización para iniciar los trabajos.

¡Auch!

Y así, mientras el Gobierno de Zacatecas jura por el Santo Niño de Atocha, y presume a los cuatro vientos que existen un 90 por ciento de avance en la obtención de los permisos y el cumplimiento de la normatividad, todo parece ser una gran mentira, un engaño, una traición.

Muy triste.

Sobre la “Alternativa Bulevar López Mateos”, fue Rubén Méndez Félix quien detalló que se trata de construir un paso a desnivel de 150 metros de longitud a cuatro carriles de circulación, en dos sentidos, además de dos paraderos de autobuses, dos retornos para servicio de estacionamiento y calles transversales, proyecto que representaría no más de 350 millones de pesos y seis meses en su construcción. ¡Qué tal!

Eso sí, a diferencia de la propuesta gubernamental, el proyecto alternativo no alteraría el paisaje urbano, se eliminarían las interferencias de autobuses, se aumentaría el número de carriles para maniobras entrecruzamiento y se reduciría el ruido del área urbana.

Además, el paso a desnivel pretende ampliar la zona de rodamiento para aproximadamente 800 vehículos por hora, y así reducir la carga vehicular en los cuellos de botella que se generan en horas específicas, permitiendo así liberal los puntos de la vialidad frente a Plaza Bicentenario en ambos sentidos.

La opción, remarcó, es viable por 20 años más y sin el gasto excesivo que plantean desde el gobierno estatal.

Explico además que las vías utilizadas actualmente que se plantean como un problema se utilizan sólo en un 37 por ciento de su capacidad, de ahí que existe suficiente vialidad para cubrir la demanda de movilidad entre las zonas Zacatecas- Guadalupe y las zonas urbanas intermedias.

Porque, de los 52 cruceros semaforizados en la zona conurbada, resulta que el 22 por ciento no funcionan. Vaya, vaya.

Y como el Viaducto Elevado de la nueva gobernanza es una obra innecesaria, terminará siendo un elefante blanco en el que se gastaría el equivalente al presupuesto anual designado a los 36 municipios más pobres de Zacatecas.

No cabe duda de que cuando los expertos hablan, no hay nada qué reclamar. Ellos sí están en lo que deben estar.

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