La Casa de los Perros: El doloroso recorte al Presupuesto
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Como lo escribió el diputado priista Carlos Peña Badillo, en su cuenta de Twitter, tras una «intensa jornada», finalmente la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública aprobó este domingo, el dictamen del Presupuesto de Egresos 2017. Ahora, dicho documento pasa a la Coordinación de Régimen Interno y Coordinación Política, (CRICP), para que este martes, sin mayor problema, sea aprobado por el pleno de la LXII Legislatura.
La intensa jornada de trabajo en realidad inició desde la semana pasada, cuando gracias a las buenas lides del diputado priista Gustavo Uribe, se logró que los diputados del PAN, de manera abierta, y los del PRD, con abstenciones, aprobaran la Ley de Ingresos, así como la Ley de Hacienda y un sinnúmero de reglas más para que el Estado pueda hacerse de 35 mil 33 millones 593 mil 697 de pesos y con esto trabajar por el bien de Zacatecas durante el 2017.
Y es que, suele suceder siempre que el Paquete Económico llega a las manos de los legisladores, no falta el que busca sacar tajada y vender caro su voto. Es el momento de pedir, de exigir dirían otros, hasta las perlas de la Virgen. Muchos lo logran, otros con menos experiencia se quedan sólo mirando. Esta vez Gustavo Uribe paró en seco a más de dos. Esa era su chamba y lo hizo bien.
Pero este fin de semana, cuando en realidad se hace la repartición de los recursos, el jaloneo se puso muy complicado, y los intereses personales, las revanchas guardadas, y las traiciones, sobre todo esas, no se hicieron esperar.
Los diputados viven su momento de gloria, y creen que todos en Zacatecas les deben la vida misma. Ya después les llegará el balde de agua fría que los volverá a sentar en su triste realidad. Si no, pregunten a algunos ex diputados que ya andan penando por las calles de Zacatecas.
Por lo pronto, este lunes, cuando los coordinadores de las bancadas en la LXII Legislatura den el visto bueno al dictamen elaborado por Carlos Peña, Le Roy Barragán, Julia Olguín y Santiago Domínguez Luna (a Carlos Alberto Sandoval no lo juntaron al final) habrá algunas caras largas, muy largas.
La primera será la del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Armando Ávalos Arellano, a quien de tajo le rebajarían de los 546 millones 48 mil 43 pesos, entre 20 y 30 millones de pesos. Difícilmente podrá cumplir, con esta disminución, los compromisos que conlleva la implementación del nuevo Sistema de Justicia Penal. Ahí, muy mal.
Al Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), que encabeza Virgilio Rivera, el recorte le vendría también por algo así de 30 millones de pesos (solicitó 130 millones 285 mil 365 pesos); para el Poder Ejecutivo, el rebane sería de unos cien millones. El Poder Legislativo se andaría quitando los 15 millones de pesos que los diputados ya se habían rebajado y que el gobernador les volvió a dar.
Quienes también sufrirán una disminución en sus presupuestos serían la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), en donde Luz Domínguez vería como los más de 40 millones 496 mil 755 pesos que pidió se convierten en 35 y algo.
Igualmente, el IZAI, donde manda Julieta del Río Venegas, pasaría de 25 millones 417 mil 453 pesos, a unos 20 y un poquito más. Aquí, se ponen en riesgo las metas de transparencia que exige no solo la Ley, sino también la Federación pero, especialmente la sociedad, quien se ha dado cuenta lo fácil que resulta ya pedir cuentas claras a los funcionarios.
Claro que esto, debe decirse, no frenará el que los ciudadanos sigan solicitando toda clase de información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, pero sí se tambalean las capacitaciones y el implementar a tiempo las medidas para amparar el derecho a la privacidad en los datos personales.
Hoy Zacatecas se encuentra entre los primeros lugares en cumplimiento de las obligaciones marcadas por la Ley de Transparencia, y se avanza, aunque a regañadientes de los propios funcionarios, en la rendición de cuentas. Que algunos diputados no lo vean así, por algo será.
¿Exonerado?
Exonerado por sus correligionarios priistas, y entonces libre de todo pecado, dice él, Miguel Alonso Reyes, quien al menos dos veces por mes se reúne con el inquilino de La Casa de los Perros, en lujosos restaurantes de la exclusiva zona de Polanco –en donde gobernador Alejandro Tello tiene su apartamento–, ha comenzado a armar su equipo de trabajo.
Por lo pronto, como coordinador de asesores en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), para sustituir a Agustín Antonio García Villa Río, ya se ha apersonado en las oficinas ubicadas en Tecoyotitla 100, en la colonia Florida, allá en la Ciudad de México, el ex contralor del Gobierno del Estado, y ex secretario de Finanzas, Guillermo Huizar Carranza. El hoy funcionario federal se apresta a recibir su sueldazo de 130 mil 626 pesos al mes.
En la misma circunstancia encontramos Esteban Herrera Ugarte, ex coordinador de la Unidad de Planeación, y hoy secretario técnico en el Fonatur, cuyo salario no será diferente al del ex priista, ex perredista y ex petista.
Y además, por si fuera poco, Alonso Reyes sigue siendo asesorado –con cargo a los delegados federales–, por el ex coordinador de Comunicación Social en el Gobierno del Estado, J. Guadalupe Soto Landeros. Por cierto, los sufridos funcionarios federales, encabezados por Miguel Rivera, tuvieron su posada en el restaurante La Garufa, a donde hasta se coló Héctor Pastor, secretario del Ayuntamiento de Guadalupe. ¡Salud!
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