La Casa de los Perros: El adiós a Francisco Martínez en el Issstezac
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La crisis en el Issstezac, el incesante fuego amigo y muchos, pero muchos intereses personales que van detrás de los bienes del Instituto finalmente cobran su baja más importante: Francisco Javier Martínez Muñoz.
Ayer por la tarde-noche, Martínez Muñoz respiraba tranquilo. Sabedor de que en sus manos estuvo siempre una bomba de tiempo que supo sortear hasta que, desde la propia Ciudad Administrativa, algunos compañeros de gabinete la hicieron explotar.
Y es que la necedad de Francisco Martínez por vender los terrenos al precio más alto posible para obtener la mayor ganancia para los derechohabientes no a todos gustó. Y así empezó esta guerra que concluye con la renuncia de quien, por cierto, cortara de tajo todas las cortesías en los centros de consumo, léase hoteles y restaurantes. Quien hacia uso de los servicios pagaba peso por peso.
Hoy, los trabajadores del Instituto serán llamados a reunión para darles el anuncio oficial, pero desde ayer, Francisco Martínez comenzó a recoger sus pertenencias en espera de que Marco Vinicio Flores Guerrero, coordinador estatal de Planeación, pase de ser borracho a cantinero, y tome las riendas del Issstezac.
Y es que quien habría sido el elegido para tomar en sus manos esta papa caliente, como cabeza de la Coepla formaba parte de la Junta Directiva del Issstezac, con voz y voto. Ahora, se encontrará del otro lado de la mesa, en donde sólo lo escucharán, pero su voto ya no vale.
Y ahora que Francisco Martínez se va, los trabajadores del Issstezac lamentaban su partida. En los pasillos del edificio ubicado en el bulevar sólo se escucharon cosas buenas sobre el único director, hasta hoy, que regresaba gastos de viáticos. Que siempre se portó a la altura y ofreció buen trato a sus subordinados.
Él se marcha tranquilo, sabe que sacó a flote al Issstezac cuando el fondo de pensiones no alcanzaba ni para un mes de pago, pero, al parecer no se iría solo, los nombres de Esther Contreras Chávez, de Prestaciones Económicas y Sociales; Alejandro Argüelles Arellano, de Administración y Finanzas, y Francisco Javier Bonilla Pérez, de Turísticas y Comerciales, suenan también para ser relevados.
Ahora, lo menos que tendrá que hacer el sustituto será continuar con la labor de cobranza para que ni el Gobierno del Estado, ni los entes públicos que cotizan, caigan nuevamente en esa cartera vencida que logró abatir Francisco Martínez.
El nuevo director, por lo pronto, tendrá que sortear las protestas de los sindicatos y, sobre todo, de los jubilados y pensionados que no han recibido el pago de sus prestaciones. Aunque, extrañamente, se espera que el recurso para solventar esos adeudos pueda caer de un momento a otro.
También, el nuevo mandamás en el Issstezac deberá estar en condiciones de destrabar la venta de todas las áreas comerciales para inyectar recursos al fideicomiso del Fondo de Pensiones. Adelgazar la obesa plantilla laboral que supera a los 900 trabajadores, sin recursos, y hacer frente al pago de pensiones de hasta 80 mil pesos, serán otros retos.
Adiós al cacicazgo
Contra todos los pronósticos, Arturo Nahle García salió avante y ayer mismo rindió protesta como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Los vientos de cambio llegaron por fin al Poder Judicial y lo hicieron de la mano dura del exprocurador, quien seguramente le dará un giro total al modo de hacer política desde donde sólo Felipe Borrego Estrada tenía permiso.
Los nueve votos que sus compañeros magistrados le otorgaron, y que resistieron hasta el último minuto la presión de las llamadas telefónicas del hermano del exgobernador Genaro Borrego Estrada, son un reconocimiento a una carrera de más de 30 años en el servicio público.
Los poseedores de los cuatro votos a favor de Carlos Villegas Márquez hoy entenderán que en esta rueda de la fortuna llamada vida, todo sube, pero también baja.
La verdad, Arturo Nahle se lo merece. Ha trabajado, ha luchado, se ha enfrentado a quien debía y por eso hoy disfrutará, porque seguro lo hará, de estos cuatros años al frente del Poder Judicial.
Y lo hará, como lo prometió al momento de rendir protesta, con honestidad, lealtad e institucionalidad, que no obediencia ciega a alguien. Ser abyecto no es lo suyo.
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