La Casa de los Perros: De venganzas, renuncias, cepillos y chambas
Venganza
El Grupo Atlacomulco, el que todos niegan su existencia pero al cual todos quieren pertenecer, ha sido el semillero de los políticos en el poder desde hace ya varios años. Actualmente, son varios integrantes quienes tienen en sus manos el teje y maneje de la política nacional, siendo uno de ellos, el principal, Enrique Peña Nieto.
Hoy, una distinguida integrante de ese grupo marcará el destino de un suspirante a gobernar Zacatecas. Y es que resulta que la nacida en Atlacomulco, y hoy diputada federal electa, está anotada en la fórmula de Manlio Fabio Beltrones, para ocupar la secretaría general del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sí, nos referimos a Carolina Monroy del Mazo, la prima del presidente de la República.
Ella está casada con Ernesto Nemer Álvarez, un toluqueño, aficionado a los Diablos Rojos, que actualmente es subsecretario en la Secretaría de Desarrollo Social, pero que antes fue secretario de Gobierno en el Estado de México, cuando Peña Nieto gobernaba a los mexiquenses.
Resulta que este singular funcionario, que es el contrapeso de Rosario Robles en la maquinaria que se llama Sedesol, fue designado en ese puesto precisamente para «amarrale» las manos, de alguna manera, a la ex perredista. De hecho se comenta que es él quien verdaderamente dirige esa estratégica dependencia que es una maquinaria de votos para el Revolucionario Institucional.
Jugando su papel, Ernesto Nemer ha tenido serios, y digo muy serios enfrentamientos con el coordinador de los delegados, el zacatecano Pedro de León Mojarro. Las discusiones entre ambos burócratas no han llegado a los golpes porque, dicen Dios es muy grande, pero esto no significa que el mayor obstáculo del cuñado incómodo del gobernador Miguel Alonso Reyes en la Sedesol sea el toluqueño.
En el último encontronazo, aseguran los testigos, las cosas rebasaron los límites y es el día en que ambos ni una mirada cruzan, situación que ya puso a temblar al equipo de De León Mojarro, que al saber de las aspiraciones de Carolina Monroy, de encabezar la secretaría general del PRI, por mandato directo del inquilino de Los Pinos, vieron como otras aspiraciones se desvanecían de manera irremediable.
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, y efectivamente, Ernesto Nemer ha mandado al congelador a Pedro de León, para que después, en colaboración de su señora esposa, se lo pueda comer despacito. Así pues, a unos días de que arranque el proceso electoral en Zacatecas, unos de los aspirantes a la candidatura del PRI a la gubernatura ya se dio cuenta que será harto difícil que la Monroy del Mazo le haga un caminito en el tricolor. O sí se lo puede hacer, pero para que busque por otros lares cumplir con su cometido de heredar el poder del hermano de su esposa.
Renuncia
Luego de la revuelta que Luis Medina Lizalde armó al interior de Morena, de la mano del diputado al que conocen como El Cepillo, ayer se apareció en una imagen que pocos creían ver. Sí, casi del brazo de Ricardo y David Monreal, El Oso tuvo que hacer de tripas corazón y aguantarse las ganas de gritar. Y aunque malencarado, sin poder esbozar una sonrisa sincera, tuvo que compartir camioneta y presidium con los Monreal.
Esta situación generó reacciones en las redes sociales, al grado que el ex alcalde de Ojocaliente, y hermano del mandamás en Movimiento Ciudadano, Rafael Calzada, simple y sencillamente pidiera su renuncia a la dirigencia de Morena.
El mensaje fue uno: «En congruencia con sus declaraciones previas y por un mínimo de autorespeto se espera la renuncia de Luis Medina Lizalde a la dirigencia de Morena». Así nomás.
Andrés Manuel López Obrador le dio su apapachada, luego de restregarle en la cara que David Monreal es el mero mero, y le dijo que era un gran líder que había conducido muy bien al partido, pero, siempre ese pero que cala, dio el jalón de orejas y pidió dejar de pelearse por cosas «intrascendentes». Lo que se requiere es unidad. Tan simple como eso.
Cepillo
Cuando todos esperaban ver llegar una andanada de valentía democrática, al final se quedaron con las ganas, y es que el «aguerrido» hijo de Loreto, el diputado al que se conoce como El Cepillo, al final se hizo ojo de hormiga y solo vía redes sociales manifestó su inconformidad en una carta que ni siquiera se atrevió a firmar él y mandó a Efraín Arteaga Domínguez, sí ese, el que comercia con la necesidad de los ex braceros, a que la signara.
En la larguísima «Carta Abierta» dirigida al «Compañero Andrés Manuel López Obrador», aparte de «cantar» el favor de hacer trabajo en el partido Morena de manera «voluntaria», acusó con su dedo flamígero a Ricardo Monreal de hacer campaña para el PT, cuando él y sus compañeros, que no dicen bien a bien quiénes son, creían que el ex gobernador «era nuestro aliado». Y es que tan malo Ricardo, vino a hacer actos públicos de campaña en favor de un candidato de otros partidos políticos (PRD-PT), léase Saúl, y dejó a un lado a la candidata de Morena, por el Distrito I, Mirna Maldonado Tapia.
Y además, ay ese Ricardo tan maloso, operó a favor del candidato del PAN (tampoco nombra a Pepe Pasteles), y presionó de manera grosera y desleal a El Cepillo para que declinara a favor del candidato del PT (Alfredo Femat, al que tampoco menciona por su nombre).
Quieren más, bueno, mientras el líder máximo de Morena, presumió en cada evento de su gira en Zacatecas, las honestas encuestas que se levantaron para elegir a los Promotores de la Soberanía Nacional (seguimos saber qué diablos significa eso), El Cepillo dijo que eran «irregulares», y que además ni siquiera habían dicho que eran decisorias. Osea, lo madrugaron a él y a los demás militantes que, otra vez lo digo, no sabemos en dónde estuvieron ayer ni quiénes son.
Cerraron lastimeramente su retahíla con la triste noticia de que no acudirían a ninguno de los tres eventos. «A sí no». Faltaba más. Y pues sí, se les extraño mucho. Y si lo dudan, ya deben haber visto las amplias sonrisas de los protagonistas del Jueves de Morena.
Chamba
Ayer, en el Jueves de Morena, muchos corazones quedaron rotos. Y es que el delegado electo de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, dijo que si bien tenía largas filas de zacatecanos los miércoles, mientras él despacha desde su mesita, a todos les agradecía su visita, eran bienvenidos pero, al menos en el gabinete, en el que decide, en el que manda, no vislumbraba, hasta ayer, colocar a ningún zacatecano. Esas chambas son, dijo, para ciudadanos de allá, de la delegación que es «el corazón de la Patria». Los zacatecanos tendrán que hacer labora acá, al lado de su hermano, y a base de sudor y lágrimas, ganarse un puesto en el gabinete del próximo dueño de La Casa de los Perros que, esperan los Monreal, sea David.
Hasta el lunes…
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