La Casa de los Perros: De impunidad, entrometidos y bardas

EL GUARDIÁN

Impunidad

Siempre, cuando a alguien lo amenazan, lo persiguen y acosan, recurre a la autoridad y presenta una denuncia para, digo yo, sentirse protegidos y, de paso, dejar constancia de los hechos. Se supone que, cuando ese alguien sufre un accidente, lo golpean o lo torturan y lo asesinan con el tiro de gracia, el primer responsable es precisamente el señalado en la denuncia que pudo haber sido pública o ante autoridad correspondiente.

Ayer, en medio de la indignación, familiares, amigos y colegas del fotoreportero Rubén Espinosa le dieron el último adiós al periodista en el Panteón Civil Dolores en la Ciudad de México. Entre aplausos y exigencias de justicia para él y las cuatro mujeres asesinadas en la colonia Narvarte el pasado viernes.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, y aspirante a la presidencia de la República, Miguel Mancera, el que acabó en poco tiempo con la Ciudad de la Esperanza, se indignó ante el hecho. Y no se diga el gobernador Javier Duarte, sí, ese al que tanto el periodista como la activista Nadia Vera, también asesinada en el mismo departamento, señalaron como el acosador, el intimidante, el verdugo de periodistas.

Pero hasta hoy, a cuatro días del crimen, Javier Duarte no es ni siquiera tocado con el pétalo de una rosa, es más, hasta lo candidatean en el PRI, como posible sucesor de César Camacho Quiroz. El colmo.

Ayer, un grupo de jóvenes periodistas salieron a la Plazuela Miguel Auza de esta capital de Zacatecas, y ahí, en la escalinata del ex Templo de San Agustín, dejaron en el piso sus cámaras, sacaron sus cartulinas, prendieron veladoras. Fue una protesta sencilla, pero harto valiosa.

Va desde aquí la solidaridad con el medio, con los comunicadores, con los periodistas de todos los estados, con los familiares de Rubén Espinosa, con sus compañeros. Aquí no hacemos distinción, como la que se hace, por ejemplo, en la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Zacatecas, encabezada por Guadalupe Soto Landeros, empeñada en catalogar a los medios en dos: Los de primera (que no sé a qué se refieran con ello) y los de segunda. Eso también es violencia.

Va desde aquí la solidaridad para los que no reciben su sueldo completo, ni prestaciones, ni cuentan con las condiciones dignas para realizar su trabajo. Eso también es violencia.

México se encuentra hoy día en una situación muy difícil, en donde la credibilidad en las instituciones es nula. Nadie le cree al presidente, nadie le cree a los gobernadores, menos a los alcaldes y, todavía menos, a los diputados.

Dice la autoridad en el Distrito Federal que ya buscan por cielo, mar y tierra al culpable del crimen, pero, eso tampoco nadie lo cree.

Y yo desde aquí les digo, tampoco les creo nada.

Entrometido

Ayer lunes, el gobernador en del vecino estado de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre fue señalado por entrometerse en la elección del Distrito I Federal, luego de que “ingenuamente” acompañó al entonces candidato, Gregorio Zamarripa, a votar.

Pero no le bastó ser solidario con su amigo, no, el gobernador priista hizo uso del llamado ProgreBus, un autobús que el mandatario utiliza para recorrer el estado durante sus giras de trabajo, para trasladarse en compañía de su séquito. Es pues su camión oficial, con logotipos y todo.

Un panista hizo un video sobre el hecho, en el que se puede observar a Carlos Lozano, con sus inseparables lentes obscuros, encarando al videoaficionado, al que rodearon funcionarios, ex candidatos perdedores y hasta reporteros “a modo”. La evidencia, como muchas más que presentaron del hecho fue contundente.

Esa “inocente” actuación del ex secretario de Desarrollo Económico en Zacatecas, valió para que dos magistrados (de tres) de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) echarán abajo la elección, la cual deberá repetirse, según mandataron, en menos de dos semanas.

Sin duda un duro golpe para los priistas de Aguascalientes que ya no ven la suya por ningún lado. Los panistas los arrasaron y hoy, en este momento, el PRI se quedó sin diputados federales de mayoría. La noche de ayer, la celebración blanquiazul no se hizo esperar, mientras que los reclamos del tricolor tampoco, dicen que impugnarán y buscarán que el TEPJF, en su Sala Superior, “corrija la plana” y le reconozcan el triunfo al ex alcalde de Jesús María.

La diferencia de votos entre el PRI y el PAN, representado por Gerardo Salas Díaz, fue de apenas 486 votos.

Esta lección deberá ser aprendida por todos los políticos, de todos los estados, a los que les encanta pasarse de listos, pero también para la oposición en Zacatecas, la que ahora tiene que preguntar por los abogados que defienden los intereses del PAN en Aguascalientes, que, al parecer, sí saben hacer bien su trabajo. O no se hacen de la vista gorda.

Bardas

Tomás Torres Mercado, el eterno candidato a la gubernatura del estado, ya sea por el PRD, y ahora por el PVEM, ya le entró a la guerra de bardas. En la colonia Pánfilo Natera, en esta capital, apareció la primera con la Leyenda: “Torres16 ¡Claro que sí!”.

Al principio no se supo si se trataba de una broma o de la promoción de una bebida espirituosa, pero como andan todos tan acelerados, brincándose las trancas, dejando a un lado “el proyecto”, para tener su propio proyecto, podemos decir que sí, que Tomás Torres por fin despertó, aunque no sabemos a ciencia cierta cuánto le va a durar este entusiasmo.

Y es que de todos es sabido que Torres Mercado quiere ser gobernador de Zacatecas, pero de ser posible por la vía plurinominal, así de simple. A él eso de andar en campaña no le nace, no le gusta, no es lo suyo.

Habrá que ver si el parlamentario, en donde realmente ha destacado, y mucho, se anima de verdad y no lo regañan por haberse ido “por la libre”.

Regañados

En la reunión de gabinete de este lunes salieron a relucir uno y mil reproches de parte del dueño temporal de la Casa de los Perros. Anda enojado Miguel Alonso porque no se ha cansado aún de ver a sus colaboradores paseando de lo lindo en México y el mundo. Con el pretexto de las vacaciones lo dejaron solo en momentos difíciles. Solo Jaime Santoyo estuvo al pie del cañón. Ah, y claro, el secretario de Turismo, Pedro Inguanzo, nomás eso faltaba.

De cualquier manera, el sentimiento le ganó y lo expresó ante los funcionarios a los que, dicen los que ahí estuvieron, no les importó mucho. Lo paseado ya nadie se los quita.

Lo malo del asunto es que esto apenas empieza.