La Casa de los Perros: De esquiroles y privadas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Esquiroles
La llegada de Priscila Benítez Sánchez a Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin lugar a dudas dejó a más de 10 con los ojos cuadrados.
Su labor y actuar, tanto en el PRI, como en Sedesol, siempre fue de lealtad total, sobre todo porque, como el amor mueve montañas, ella nunca dejó de manifestar su querer por el tricolor.
De ahí, la incredulidad que ha sembrado su «legítima» aspiración ahora con tintes de Izquierda. Los morenos la acusan de ser una Mata Hari tipo aldeano que ha llegado y entregando buenos resultados desde el principio, pero a su antiguo jefe y amigo: José María González, mejor conocido como El Chema. La priista está ahí para dividir y ya lo consiguió. Ahora la duda es qué otras tareas se le han encomendado para debilitar al equipo de David Monreal?
Ella, y José Dolores Hernández Escareño, apodado Lolo, serían un par de esquiroles enviados desde La Casa de los Perros. Todos lo ven, pocos lo quieren entender.
Los que igualmente, guiados un poco por el hígado y otro tanto por la desesperación de verse nuevamente fuera del presupuesto, son los miembros del llamado Grupo de los Macondos, que lideran los hermanos Raymundo y Rogelio Cárdenas, acompañados de Felipe Álvarez Calderón,
Á ellos les mal pagaron en este sexenio, a pesar de que hicieron algo imperdonable para ganarse el favor del inquilino temporal de La Casa de los Perros, sin empacho abandonaron sus «ideales» de izquierda y se fueron al PRI. Fracasaron. Se tuvieron que conformar con convenio millonario para su diario y permisos para adueñarse de una esquina de la Plazuela Miguel Auza, la cual cierran a su antojo.
Ahora, buscaron refugio en Morena y se toparon de frente con la presencia de los Monreal, por eso le habrían calentado la cabeza a José Luis Figueroa (que como lo adelantamos volvió al redil del PT), para tratar de adueñarse por esa vía de este partido político. Ahí la llevan pero van por más, por eso tengan por seguro que seguirán moviendo sus hilos para no dejarse ganar ni un ápice de poder.
Así, con tantos esquiroles en Morena, todavía hay quién se pregunta por qué el desastre ideológico en Morena.
Exclusividad
La verdad ya no causó sorpresa la noticia de que en la privada de la familia del inquilino de La Casa de los Perros, antes conocida como la Alameda Trinidad García de la Cadena, se prohibirá el acceso a personas en bicicletas, patinetas o patines del diablo. Y que no se hable de quienes gustan pasear a sus mascotas. Esos menos.
El acceso vehicular a esta obra recién «remodelada» con recursos públicos, por cierto, será exclusivo para los vecinos y comerciantes de la zona. Los ambulantes no podrán pasar, afean el lugar.
También controlarán el número de eventos y los niveles de ruido que llegaran a generar. Es decir que, con el pretexto de emitir un nuevo reglamento de uso para la Alameda Trinidad García de la Cadena, los zacatecanos deberán hasta que anotarse en una libreta de un guardia de seguridad que normalmente está ahí cuidando no sabemos qué intereses.
La cuestión es que, si se permiten esta serie de prohibiciones, al rato seguirá la «privatización» de la Plazuela Miguel Auza (bueno está también ya empezó); la Plaza de Armas, y luego hasta La Bufa. El autoritario así actúa, para qué nos hacemos si ya lo sabemos y lo hemos avalado.
Helicóptero
Por cierto, sigue sin ser localizado el precandidato a alcalde de Fresnillo, por la vía independiente, Miguel González Valdez. El consuelo es que Jesús Pinto ya prestó el helicóptero, ese que es para su uso personal, para buscarlo como quien dice por cielo y tierra. Por mar todavía no, eso está apenas registrado.
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