La Casa de los Perros: Cuando Alonso Reyes las ganaba de todas, todas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Durante 150 días que tiene la pandemia por el coronavirus en el estado, el Gobierno Municipal de Zacatecas, que encabeza Ulises Mejía Haro, a diferencia de la mayoría de las oficinas de los tres órdenes de gobierno se mantuvo, con estrictas medidas sanitarias, trabajando al pie del cañón.

Nadie andaba por los pasillos o en las oficinas sin cubrebocas. Todos tenían que lavarse las manos y recibir gel alcoholado en la entrada. Se les tomaba la temperatura a los burócratas a su llegada. Ningún trabajador de la población en riesgo acudía.

Pero en Zacatecas el horno no está para bollos y los casos siguen y siguen presentándose. Hoy, la capital tiene 432 personas con COVID-19 activo. Es el segundo municipio después de Guadalupe, que tiene 558. La gente está volcada en las calles y pocos, muy pocos, utilizan el cubrebocas correctamente. Menos son aquellos los que guardan la sana distancia. Y de las fiestas y reuniones ni hablamos, están a la orden del día.

Un dato, en el vecino estado de Aguascalientes se cuentan seis mil 203 casos acumulados, pero hay una gran diferencia, hasta el corte de ayer tenía 698 casos activos. En Zacatecas, según la Secretaría de Salud, hay mil 975 con la enfermedad activa.

La entidad, otra vez, se mantendrá en semáforo rojo de alerta máxima de contagios. Se prevé que, en unas tres semanas, si la población cumple las medidas sanitarias, podría pasar a semáforo naranja. Antes no. Pero por ello hay que ser cuidadosos y muy responsables.

Ulises Mejía Haro decidió cerrar las puertas de la alcaldía, todos seguirán laborando desde casa, y es que mientras la población no se cuide a sí misma, no habrá política pública que funcione. Llegamos al punto en que el avance del coronavirus depende de cada uno de nosotros.

El gobierno diferente tiene exactamente 150 días paralizado. Ahí son contados los que acuden a las oficinas y son menos los que hacen home office. Ciudad Administrativa luce desolada mientras una gran parte de los burócratas se encuentra trabajando, pero en sus negocios particulares.

El Tribunal Superior de Justicia del Estado, también con estrictas medidas de sanidad, cerró sus puertas apenas el 3 de agosto. Fue de las pocas oficinas gubernamentales que, debido a lo delicado de su función, se mantuvieron abiertas. El trabajo, bajo el esquema de la nueva normalidad, debía continuar y así lo hicieron.

Pero se contagiaron tres jueces y algunos trabajadores y todo se vino abajo, de hecho, el magistrado presidente Arturo Nahle García se encuentra en aislamiento voluntario en su domicilio luego de haber sostenido contacto con un caso positivo. Su hermana Rocío, la secretaria de Energía, confirmó que padece COVID-19.

El otro poder, el Legislativo, la semana pasada suspendió labores cuando, a pesar de que era mínimo el personal que acudía a las oficinas, y de que igualmente había medidas de cuidado sanitario, surgieron casos positivos.

Ahora tocó al Ayuntamiento de Zacatecas suspender su servicio a la ciudadanía en áreas no indispensables en las oficinas centrales y en las que se encuentran fuera de la municipalidad. Será a partir de hoy, y hasta el viernes 21 de agosto, cuando se mantenga esta medida. Al final de la semana habrá una evaluación, coordinada por la Secretaría de Salud del estado, y se dirá si el cierre continúa o se regresa a las labores.

Obviamente seguirán operando de manera ininterrumpida la Policía de Proximidad Social, la Unidad de Protección Civil, la Policía Ambiental, el Registro Civil (con cita previa y sólo casos urgentes) y los Servicios de Salud del municipio.

En la capital, las corporaciones no detendrán sus labores de prevención y contención del delito, así como el cuidado de la ciudadanía por tratarse de labores indispensables.

Sin feria

El inquilino de La Casa de los Perros tomó finalmente una decisión que retrasó y retrasó hasta que ya no pudo más: canceló la Feria Nacional de Zacatecas 2020.

Sin en Jalisco hicieron lo propio con las Fiestas de Octubre, una celebración de gran magnitud resultaba ilógico que la kermés zacatecana se pudiera realizar. Hubiera sido una irresponsabilidad del tamaño del mundo.

La que sería la última feria de este quinquenio, la próxima se tendrá que organizar al alimón con el nuevo gobierno, resulta ser una víctima más de la pandemia.

Pero lo que llamó la atención fue el hecho de que la mayoría de los comerciantes locales celebraran la decisión. Ellos están con el agua hasta el cuello y la posibilidad de que la Feria se llevara a cabo los tenía con el alma de un hilo. La poca clientela se iría a esa zona y ellos se quedarían, como sucede año tras año, milando como los chinitos.

Moviendo las aguas

El exgobernador Miguel Alonso Reyes, otra vez dijo a sus cuates que quiere ser candidato a diputado federal por el tricolor. Y ahora, tras dar el espaldarazo necesario al suspirante Adolfo Fito Bonilla Gómez, se sube al barco de los que quieren aparecer en la boleta electoral del 2021.

Alonso Reyes aprovechó una fiesta, de esas que se organizan un día sí y otro también en Zacatecas, sin cuidados ni cubrebocas de por medio a pesar de la emergencia por el coronavirus, para recordar a sus amigos priistas que él, como gobernador, nunca perdió una elección. Las ganaba todas.

Lo que parece se le olvidó a MAR decir a quienes lo apoyan, incluido Fito Bonilla, es que ahora, en este 2021, ni está en la cabeza del gobierno ni cuenta con los recursos públicos que antes tenía para meter a las campañas.

Aunque, queda la opción de que todo el dinero que ahorró cuando era soltero y no gastaba ni en chicles, lo quiera invertir en alcanzar su aspiración de ser diputado federal, porque si está pensando que nuestro inquilino lo va a ayudar, tendrá que repensarlo. En las arcas del gobierno de Zacatecas no hay dinero, y el hay ya está reservado para el cierre del año…

Además, se pregunta más de un zacatecano ¿Qué podría aportar Miguel Alonso hoy a Zacatecas? Quizás, para los malpensados, el exgobernador tenga la idea de llegar a San Lázaro para gestionar recursos y poner en marcha la decena de elefantes blancos que dejó tras de sí, incluido el monumento a la corrupción que él llamó Centro Cultural Bicentenario

Además, el gobernador Alejandro Tello Cristerna sabe que hoy amerita cárcel el cometer delitos electorales, y por nada del mundo estaría dispuesto a meterse en un embrollo de ese tipo, sobre todo cuando sabe que la mirada del presidente Andrés Manuel López Obrador estará sobre el proceso electoral, y más sobre los gobernadores de oposición.

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