La Casa de los Perros: Cuando alguien no hace la tarea
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
El asunto de la que fuera la «nómina secreta», pues dejó de serlo al momento en que la Secretaría de Finanzas entregó la información a Ernesto González Romo, el integrante del equipo de la ex diputada Soledad Luévano Cantú que se encargó de solicitarla y darle seguimiento hasta que el IZAI hizo valer su derecho, ha evidenciado que alguien en el gobierno de Alejandro Tello Cristerna, no está haciendo bien su tarea, y obviamente no podrá recibir su bono de productividad, eso está claro.
La secretaria de la Función Pública, Paula Rey Ortiz Medina, es la responsable de «alimentar» el portal de transparencia de todo el Poder Ejecutivo, pero por una extraña razón, al publicar las partidas de Sueldos y Salarios que marca la Ley, omitió una parte importante: los bonos y estímulos, como señala la propia Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Zacatecas, en su Artículo 39, Fracción VIII.
Y no sólo pasó por alto publicar lo de la administración actual, sino de las anteriores, como debe ser, y más si ella, como lo manifestó en un desafortunado video que subió a la página de Facebook de la Secretaría de la Función Pública (SFP), sí recibió un «bono de productividad» por 20 mil pesos, durante el pasado proceso de entrega-recepción.
Si ella, en cuanto asumió el cargo como titular de la SFP, se hubiera puesto a trabajar en lo suyo, el equipo de Luévano Cantú hubiera encontrado la información sin necesidad de presentar 42 solicitudes vía Infomex y el cuento de la «nómina secreta» no hubiera existido jamás.
Si decimos que Paula Rey Ortiz es la responsable de este desaguisado es porque ella misma, a través del comunicado 713, que emitió la Coordinación de Comunicación Social, asegura que «La Secretaría de la Función Pública (SFP), en cumplimiento de sus atribuciones y el mandato del gobernador, vigilará que el Poder Ejecutivo cumpla con su responsabilidad (…) de garantizar el derecho a la información». ¿Y luego?
Ella dice, en ese video que quién sabe quién, con muy mala fe le aconsejó grabar y subir a Facebook, que tiene 31 años en el servicio público, lo que no se nota, pues hasta la fecha, y ya con toda esa experiencia que se supone debió haber adquirido, no ha dado un sólo resultado a los zacatecanos. No en vano ahora los diputados piden su remoción.
En su confesión videograbada dice además estar dispuesta a demostrar que esos 48 mil pesos mensuales que se supone estuvo recibiendo cuando su jefe era Guillermo Huizar, no llegaron a su bolsa jamás. Lo malo es que desaprovechó la oportunidad de aparecer en Facebook ya con los talones de cheques en la mano. Es decir, ahora habrá que esperar hasta el 5 de mayo, cuando esté en marcha la Plataforma Nacional de Transparencia, para consultar a quién le dieron esos estímulos, checar los comprobantes y despejar dudas, incluidas aquellas que surgen sobre cuánto ha entregado este gobierno diferente, de septiembre de 2016 a la fecha, sobre los mismos conceptos.
Por lo pronto, a Soledad Luévano le dieron material para presentarse en la Procuraduría General de Justicia e interponer una nueva denuncia en contra de Miguel Alonso, Guillermo Huizar y Fernando Soto por peculado y abuso de autoridad.
Y es que resulta que la discusión en este momento ya no es la existencia de la nómina secreta, pues ya vimos que sí la había, no, hoy los ex funcionarios alegan en su defensa que como eran súper productivos recibían premios en plata, lo que está contemplado en la Ley y, por eso, podían llenarse los bolsillos con sus regalos por ser los consentidos del gobernador.
Claro que eso está en la ley, lo que no contempla es que, por ejemplo, Wendy Guadalupe Valdez Organista, quien fungió hasta el 2016 como síndica de Zacatecas, cobrara unos 30 mil pesos de bono al estar adscrita a la Secretaría Particular, cuando eso, también la ley, se lo prohibía.
Y qué decir del inefable Arnoldo Rodríguez Reyes, quien supuestamente trabajaba como delegado de la Profeco y que sí, también cobraba en la nómina de su gran amigo Miguel Alonso Reyes, 50 mil pesos al mes al estar adscrito a la muy productiva Secretaría Particular. Y ni hablar de Héctor Lie Verduzco, coordinador de comunicación social del PRI en el Senado, quien se embolsaba 70 mil pesos al mes, también como trabajador de la Particular.
O el extraño caso del diputado federal perredista por Tabasco, Elio Bocanegra Ruiz, quien gozaba de cien mil pesos mensuales como estímulo a su arduo trabajo. Bien raro.
Estos, y muchos casos más que surgieron de la lista entregada por Finanzas son los que deberán ser aclarados, como también el que conozcamos la evaluación del desempeño de cada uno de ellos, y el cómo cumplieron los objetivos trazados todos los funcionarios que alegremente saquearon las arcas de Zacatecas. Eso es público y lo queremos saber. Es nuestro derecho.
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