La Casa de los Perros: Cristina y Sara comparten secretos

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La desesperación de los que se dicen super fieles al D21, y de aquellos que de rodillas acabaron la campaña del pasado proceso electoral, con tal de conseguir un hueso en la próxima administración gubernamental, no mide consecuencias. Dañar reputaciones ganadas a pulso no les importa. Total, así son, y seguirán siendo, los de la 4T.

Desde un grupúsculo llamado Maestros por México, que bien a bien nadie sabe a qué se dedica o que tipo de música toca, salieron acusaciones en contra de la aún secretaria de Educación, Lourdes de la Rosa Vázquez.

Las lenguas viperinas, esas que abundan en estos tiempos de transición, buscan a toda costa hacer su papel de quedabién y creen que, atacando a la mujer que con trabajo concluye el quinquenio al frente de la Seduzac, lo lograrán. Vaya, vaya…

La por cierto mal orquestada campaña de desprestigio en contra de la funcionaria estatal la encabezan Rosendo Arturo González, maestro con categoría homologada obtenida cuando estaban comisionado en el Sindicato de los Maestros; y Francisco González Ávila, trompetista, dicen, de esa banda de Maestros por México en donde, por cierto, también participan la exdiputada Navidad Rayas; el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Tecnológica del Estado de Zacatecas, Gonzalo Franco; Pablo Arenas y, además, la encargada de la oficina de la Segob en Zacatecas, Martina Rodríguez.

La cuestión es que, aunque desde La Mañanera han puesto el ejemplo de que primero se calumnia y luego, pues luego ya veremos, total, el mal está hecho, todavía en México, aunque no les gusten, cuando alguien acusa tiene la obligación de probar letra por letra lo que dice.

Por ello, a todos los zacatecanos les gustaría que, a la luz de la transparencia, y también, por qué no, con el afán de que los quedabién queden mejor aún, los expedientes se abran. Sí, el de Lula de la Rosa y el de Rosendo Arturo. Así, que nada quede oculto bajo el sol. Quizás de esta forma este personaje logre, al demostrar que es pulcro y santo, no la secretaría de Educación –dicen que está reservada para Rafael Flores Mendoza–, pero si un bonito y jugoso hueso en algún lugar de la nueva gobernanza.

La petición del pueblo sabio es, entonces, que las cartas se abran. Total, el que nada debe, nada debe temer.

Movidito

El arranque de la LXIV Legislatura resultó movidito, pero no tanto por la labor legislativa, esa todavía no empieza, sino por los acomodos que al interior de las curules se llevan a cabo. La grilla en su máxima expresión.

Por lo pronto, el anhelado voto 16 que tanto requieren los de Morena y sus aliados ya estaría amarrado con la diputada del Partido Encuentro Solidario, Zulema Santacruz.

Como muestra de que la querían de su lado le ofrecieron la vicepresidencia de la Mesa Directiva, y le gustó. Ahora, le mandan a Roxana Muñoz González, quien ganara con las siglas de Morena la diputación en el Distrito IV de Guadalupe, a hacer bancada morada.

La presidencia de esta minibancada quedaría en manos de Zulema Santacruz, aunque el compromiso es que se la vayan rotando. Aquí, con ganas, todo se puede.

Así, de pronto, todos los morenistas que se rasgaron las vestiduras y llamaron traidor a Enrique Laviada Cirerol cuando se marchó del partido de la cuatroté para declararse independiente, hoy guardaron sepulcral silencio.

Es decir, los otros no pueden, nosotros sí. De risa loca, sin duda.

Y para que la primera semana de esta LXIV Legislatura termine bien, entrará otra vez a escena Laviada Cirerol para –dicen que hoy lo anuncian con bombo y platillo–, hacer bancada con los perredistas Juan Mendoza Maldonado, diputado del Distrito 16, y Gerardo Pinedo Santacruz, del Distrito 7.

Con esto, la presencia, esa que tanto detestan en la nueva gobernanza, del exdirector de NTR, podrá verse en los órganos de gobierno, léase CRICP o PPF, para dolor de hígado de muchos, pero de muchos. A tomar agua de palo azul, no queda de otra.

Bonita reunión

Quien sostuvo una reunión de trabajo con la todavía presidenta honorífica del SEDIF, Cristina Rodríguez Pacheco, fue Sara Hernández, la mera esposa del gobernador electo David Monreal Ávila.

Las dos mujeres no sólo hicieron migas, sino que aclararon dudas y acordaron trabajar de la mano en estos últimos días. También se compartieron secretos de cómo se deben llevar las cosas en La Casa de los Perros.

Los que pudieron estar presentes dicen que el carácter amable y educado de Sara Hernández dejó con el ojo cuadrado a Cristina Rodríguez. Esperaba un trato hosco y encontró pura cordialidad.

Bien con la transparencia

Adolfo Márquez Vera se despide del Incufidez con el reconocimiento por parte del IZAI, de haber sido una dependencia casada con la transparencia.

Y es que, a últimas fechas, las solicitudes de información hacia el Incufidez se contaban por docenas, pero al final todas y cada una de ellas se respondieron y por ello Fabiola Torres Rodríguez, Nubia Barrios Escamilla y Samuel Montoya Álvarez, lo despidieron con un reconocimiento a su labor.

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