La Casa de los Perros: Business are business
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Efraín Jiménez es un migrante zacatecano muy exitoso, su página de Facebook da cuenta de eso. En ella se suceden decenas de fotografías en las que presume sus viajes, a todo lujo, por el mundo. Sin duda tiene la vida resuelta.
Él encontró en el Programa 3×1 su verdadero sueño americano, la mina de oro que le permite negociar, con la mano en la cintura, millones de pesos en beneficio sólo de unos cuantos, los que lo contratan.
Y como business are business él se dio cuenta que la mejor manera de hacer dinero era aprender al pie de la letra las reglas de operación del Programa 3×1, apelar a la nobleza de los migrantes que buscan ayudar a su gente, y cobrar el 15% de comisión por pelear al interior del Comité de Validación y Atención al Migrante (Covam) tal o cual proyecto.
Y es que como miembro de la Federación de Clubes, él tiene en sus manos la decisión de evaluar los proyectos y decidir cuáles sí deben recibir recursos y cuáles no.
Así, en la lista aparecen, con Prioridad 1, decenas de proyectos productivos que benefician a una familia o un Club en especial, por encima de obras sociales como la entrega de cientos de becas a niños y jóvenes de una comunidad entera a las que llegan a dar Prioridad 3.
Si bien el rezago que padece Zacatecas, en lo que a salud y educación se refiere, no es culpa de los migrantes, muchos de ellos han buscado la forma de que, con el 3×1, se aminoren un poco, aunque esto sea responsabilidad cien por ciento del gobierno.
Pero como de ayudar se trata, los migrantes, con mucho esfuerzo, aportan un peso ganado en la pisca de la uva, o tras arduas jornadas en la construcción, mientras los gobiernos municipal, estatal y federal se ponen con otro cada uno. Así, este año el presupuesto a repartir se elevó a los 400 millones de pesos. Una gran bolsa. Histórica.
Sin embargo, este trabajo se ve entorpecido por ambiciones personales, las mismas que estuvieron a punto de acabar con el Programa cuando en la última reunión del Covam, celebrada en San José, California, la amenaza de Efraín Jiménez de salirse del 3×1 fue tajante: «O cierran filas o ábranse»
Todos sabemos que durante años, algunos migrantes como Efraín Jiménez, han acusado, al gobierno en México, y de Zacatecas en especial, de ser corruptos, de tergiversar las reglas, y sólo buscar el interés personal de los funcionarios en turno.
Y sí, puede que esto sea verdad, pero a Efraín Jiménez se le olvida que los conflictos de interés en los que él ha incurrido durante más de 20 años también son corrupción. A él, y a algunos otros que le han solapado que distribuya a su antojo el dinero del Programa 3×1 se les olvida que la construcción de aulas o baños jamás puede estar por encima de apoyar con más de 700 mil pesos a una persona para que compre vacas o borregos.
El rostro descompuesto de Efraín Jiménez, cuando sus proyectos quedaron fuera, hicieron que sus afirmaciones de que el gobierno mexicano era «puro discurso» y que los migrantes ya no enviarían más remesas de manera colectiva a través de este Programa, ya no tuvieran el mismo peso que antes.
La posición, extrañamente firme del Gobierno de Zacatecas, de no ceder por esta ocasión a los caprichos de esta pequeña, pero poderosa mafia, se aplaude.
Ahora, gratamente se puede decir que las becas para los niños y jóvenes de Zacatecas serán Prioridad 1. Construir una iglesia o un lienzo charro ya no.
De paseo
Muy bueno estuvo el paseo que las diputadas Lyndiana Bugarín y Liliana Oropeza se dieron en California. Ellas asistieron a la inauguración del Covam, se tomaron las respectivas fotos y no se les volvió a ver hasta el baile. Así gastan algunas las «herramientas legislativas».
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